018 ~ ᴇɴғᴇʀᴍᴏ

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God, subimos de 5K a más de 6K en menos de 24 horas... ¡MUCHAS GRACIAS!
Neta, los amo un montón😭💙
Nunca creí que esta idea pasaría de 1K jsjsjsj, tienen una parte muy especial en mi corazón.
Gracias a los que votan y a los que se toman el tiempo de comentar, créanme que leo todos los comentarios👀
Y nada más porque me traen muy feliz por esto, les traigo el segundo One Shot de Emiliaco🌚

~×~
[One Shot • Emiliaco]
⚠️ Capítulo largo⚠️

Emilio.

—¿Dónde está Joaquín? ¡Debió estar aquí hace más de 20 minutos! —gritó para después acercarse a mí— Emilio, hijo, ¿sabes dónde está Joaquín?

—No lo sé, papá —respondí mientras me encogía de hombros y seguía con la mirada fija en mi celular.

—Necesito que lo busques, estas escenas son muy importantes y no las podemos posponer. Ve, ahora.

Rodé los ojos, guardé el celular en mi bolsillo trasero del pantalón y salí del set camino al estacionamiento. Subí a mí auto y emprendí camino a casa de Joaquín.

No sé porqué diablos no estaba, y realmente le restaba importancia, no quería verlo, no después de... aquella vez.

Durante todo el trayecto, mis pensamientos sólo se basaban en aquel día, para ser exactos, aquel martes pasado, la última vez que salí con Joaquín. Al llegar a su casa, dudaba mucho si entrar, podría inventar a mi padre la excusa de que Joaquín estaba enfermo y en muy mal estado, pero ya había llegado... y, vamos, no gasté gasolina de okis.

Toqué la puerta, esperando que Joaquín saliera para llevarlo a rastras al set, no recibí respuesta. Toqué el timbre y escuché un "Ya voy, ya voy" lejano, metí mis manos a los bolsillos de mi pantalón y esperé alrededor de 30 segundos para que una señora de baja estatura y cabello claro abriera la puerta; la mamá de Joaquín.

—Hola, Emilio, ¿vienes a ver a Joaquín? —me saludó dulcemente.

—Eh, no... Bueno, sí, algo así... Tenemos llamado y no llegó, así que me preguntaba pues qué pasó.

—Pasa, está en su cuarto —dijo, ignorando por completo lo que dije, tomando mi hombro para adentrarme a la casa, me mantenía con el ceño fruncido hasta que ella me vió y sonreí, me indicó cómo llegar al cuarto de Joaquín y me dirigí a tal.

Esto no tenía que tardar, sólo vendría a preguntar el porqué de su ausencia y si puede venir lo llevo, si no puede venir me voy. Me detuve frente a su puerta y estaba a punto de tocar, algo me detenía; no quería verlo.

Pueden llamarme exagerado, yo sé que tengo que verlo por las grabaciones y todo eso, pero si de mí depende, sólo quiero verlo por el sentido del trabajo, nada más.

En mi cabeza seguía la idea de decir que ha enfermado, tal vez sería lo mejor... Sí, es lo mejor.

Me disponía a regresar por dónde vine pero me detuvo el sonido de la manija girando, voltee y la puerta se abrió de golpe, dejando ver a un Joaquín en pijama, con el cabello despeinado, se cubría con una mano la boca y salió corriendo a lo que supongo es el baño, se encerró y sólo lo escuché como hacia esfuerzos por vomitar. Me quedé fuera de su cuarto esperando, pasaron 5 minutos y yo yacía sentado recargado en la pared, me acerqué a la puerta del baño y toqué.

—¿Todo bien, Joaco?

Ya había pasado un tiempo en que dejó de escucharse a Joaquín dentro del baño, pero aún no salía. Empecé a preocuparme al no recibir respuesta y decidí entrar, giré la perilla lentamente y empujé la puerta de la misma manera, Joaquín estaba al lado del baño, en el piso con sus piernas pegadas a su cuerpo y las mantenía así al rodearlas con sus brazos, tenía su frente contra sus rodillas y no se movía.

Simplemente Aristemo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora