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Pov Yuta.

Sicheng me estaba besando. No sabía qué hacer. Mis ojos se abrieron con fuerza y, a pesar de que una parte de mí quisiera separarse, no pude. Sabía que el chino estaba borracho, y me sentía mal, pues sentía que me estaba aprovechando de la situación y esperaba que no recordara nada al día siguiente. Sentía que estaba pegado al pelirrojo y dolía.

Yo correspondí el beso, poniendo mis manos en sus marcadas mejillas. Este puso sus brazos enredados a mi cintura y yo me apegué más a él. Nos quedamos besándonos durante varios minutos, hasta que tuvimos que separarnos por falta de aire.

Tomé aire, y le miré serio.

—V-Volvamos afuera...—Terminé de hablar y salí dirección a la puerta, pero el de cabellos rojizos me agarró de la muñeca, haciendo que parara en seco.

—Espera...—su voz era ronca.—Yuta-ah... Y-Yo...—balbuceó.

—No.—le interrumpí.—No sigas, Sicheng... Estás borracho, para... Tenemos que volver afuera, ¿sí?

—Te amo, Yuta...—sonó desesperado. Yo no le quise escuchar. Dolía mucho.

Me solté de su agarre rápidamente.

—Ya... Vamos afuera, n-nos están esperando.—dije así para salir del baño y dejar al pelioscuro atrás.

***

Eran las 01:26, todos volvimos a nuestro apartamento y yo fui directo a mo habitación. Estaba muy cansado, borracho y con náuseas. A parte, no quería cruzarme con Sicheng, sólo quería dormir y olvidarme del día de hoy.

Abrí la puerta de mi habitación y suspiré aliviado, ni Doyoung ni Sicheng estaban.
Me puse uno de mis pijamas y me sumergí en mi cama, tapándome hasta el torso; suspiré fuerte.

¿Por qué me tenían que pasar estas cosas? No era bonito que tu ex novio te besara y te dijera te amo, y menos estando borracho.

Me quedé mirando el techo un rato hasta que noté que abrían la puerta de la habitación, yo rápidamente me tapé lo máximo posible y me hice el dormido, girándome hacia la pared.

Sea quien sea, no quería hablar con nadie en ese momento. Cerré los ojos intentando dormir, pero en ese momento no pude, pues empecé a escuchar besos y entonces fue cuando abrí los ojos de par en par.

Yo no me giré para ver quiénes eran, sólo escuché. Con el paso de los minutos, me di cuenta de que eran Sicheng y Kun.

"No me jodas, lo que faltaba..."—pensé en mi idioma nativo. Suspiré internamente.

Intenté dormir, pero, lo gracioso en esa situación es que estaban casi teniendo relaciones sexuales. ¿Cómo lo sabía? Los sonidos que emitían los chinos.

Llegué al momento de cansarme, y mi paciencia llegó a un limite.

Me levanté de mi cama, consiguiendo la atención de los dos chinos. Estos me miraron atentos y yo sólo los ignoré. Salí de la habitación dando un leve portazo y me fui hacia el sótano que teníamos en la casa. Por lo menos podría dormir bien allí...

Abrí con cuidado la puertilla del sótano, pues no quería despertar a nadie. Entré y cerré la puerta silenciosamente.
Saqué unas mantas que teníamos guardadas y me acosté en un sofá-cama que se encontraba en este.

Encendí mi teléfono para ver la hora: eran las dos de la madrugada.
Desde la pantalla de este pude ver que tenía ya unas notorias ojeras; suspiré.

TRUTH OR DARE - LUWOO. [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora