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Me volteo hacia la puerta para verificar que no hay nadie y comienzo a revisar entre los cajones, buscando algunas llaves, las cuales serán mi victoria para cerrarle la boca a Foxy.

Que infantil soy.
Compito contra un asesino con trastornos.

Al no hallar nada, me cruzo de brazos molesta.

-Que suerte tengo-dije mientras salía de ahí.

Doblé el pasillo y llegué al comedor.

-Ahí estás-dijo Joy aliviada al verme-. Dime que no fuiste con él.

-¿Con quién?-me hice la inocente.

-Con Foxy.

-No sé ni cual es su celda, Joy-toque mi barbilla, pensativa-, podría investigarlo ahora que lo pienso-ella me ve incrédula-. ¿Dije algo malo?

-Todo es malo-chilla frustrada-, Meg, entiende, el es peligroso.

-Por algo está aquí-recordé seria.

-Bueno sí, está aquí para sanar y curar todos sus trastornos, pero ha sido un proceso muy difícil, casi no ha funcionado, y ha decir verdad la mayoría de doctores ha perdido la esperanza con el-acepta como si le costará hacerlo.

-No se han esforzado lo suficiente-ella niega.

-Si lo hemos hecho, no tiene caso.

¿No lo tiene?. Suspiré algo cansada.

-Cuando alguien dice que se ha esforzado lo suficiente, solo ha sido un viente por ciento del cien, ¿o no?-ella se quedo pensándolo un poco.

-Pero Meg, no...

-Y será mi turno de que complete el ochenta por ciento-dije segura.

Cueste lo que cueste. Lo haré.



-¿Mesa catorce?-repetí en voz alta, hacía mi amigo oji-verde, quién vergonzosamente había caído con todo y bandeja en el suelo.

-En vez de que me ayudes-se queja-. Te preocupas por ese pedido.

-Es verdad, yo ni trabajo aquí-le extendí la mano-, pero es divertido que te hayas caído, y quise ''ayudarte'' un poco, Bon, agradéceme.

-No pues gracias-ruedo los ojos-, la mesa catorce es aquella-señala.

-No pues ya no quiero llevar el pedido.

El gruñe y yo le guiño un ojo.

-Tú trabajas aquí, yo no.

Me voltee directo donde estaba chica, repartiendo algunas pizzas. Siento que este trabajo es más movido que estar allá en el hospital psiquiátrico, pues decirle manicomio comienza a sonar de locos, muy de locos y es raro.

-Gracias-dije tomando una pizza cuando vi que Chica venía para acá.

-¡Eh!-se queja, me ve y sonríe-, ¿qué haces aquí?

-Vine-mordí la pizza y ella rodó los ojos-. ¿Qué se hace en una pizzeria?-dije mordiendo más obvio la pizza que tengo entre mis manos.

-La casa invita-dice riendo levemente.

-No pensaba pagarlo de todos modos.

-Tacaña-repitió moviendo su coleta rubia hacia su hombro.

-¿Es un insulto...o un cumplido?

-Como quieras tomarlo, Meg. Ahorita vuelvo, debo seguir repartiendo esto.

Me senté en el escenario que había ahí, y en eso mi celular suena, contesto y escucho la voz de Golden al otro lado.

-Meg, que bueno que contestas-

-Alooo-alargué la o-. ¿Qué ocurre?

-Quisiera saber-se aclara la garganta-, Ejem, ¿querrás encargarte de un paciente?-

Uh, ¿qué si quiero?, saldré probablemente muerta, pero si quiero.

-¿Por qué la pregunta?

-Curiosidad, además, te dije que en un momento tendrías a un paciente, y creo que lo he conseguido, el problema es que si lo quieres...-

-¿Quién es?

-Foxy-suelta sin más y me quedo callada-. Es él-

Foxy, Foxy. ¿Es él?. ¿Debo aceptar?, ¿después de tantas advertencias?

Después de que me dijeran que era un monstruo, un asesino, un loco. Porqué literal, todos en aquel hospital parecen odiarlo, tanto que hablan mal de el a muerte.

-Está bien, acepto ser su doctora...

-¿Qué?, oh, ¿enserio?-parece sorprendido-. Bueno, empezarás el Lunes que vienes, descansa, y gracias por darle una oportunidad, eh-

Y colgó. ¿Estuvo bien el haber aceptado?.

Bon se acerca a mí, viéndome preocupado.

-¿Malas noticias?-me pregunta, mientras se sienta a mi lado.

-No sé si sean malas-lo miré-. ¿Es malo el aceptar ser la doctora del paciente más peligroso del hospital?

El asiente, abriendo sus ojos de par en par.

-¿¡Qué carajos hiciste Meg!?-gritó llamando la atención de varios clientes, el sonríe nervioso.

-Creo que es demasiado obvio, Bon-suspiré-. He aceptado ser la doctora de uno de los pacientes más peligrosos de ahí...y no sé si estoy jodida.

Obsesión »FxM«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora