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Han pasado 84 años...

Me desaparecí porqué...estoy escribiendo otra historia, y milagrosamente, en menos de dos meses ya tengo 30 capítulos de esa historia completados!!. No la pienso publicar hasta que ya la haya terminado. Por lo tanto esta como borrador, no es Fnafhs ni Fnaf. Es otra cosa, algo que me llamo demasiado la atención y pronto la conocerán.

Por lo mientras, -tampoco continúe porque mi mente estaba tan metida en la otra historia, que la inspiración se le fue aquí :(- he vuelto a escribir aquí. Uf, como lo extrañe.

Bueno, comencemos. 

Pov Narradora.

El silencio inundaba el lugar. 

Había un leve llanto que se oía. La rubia abrazaba a su amiga llorando con desconsuelo, mientras que la Albina, no se podía creer todo lo que se presentaba frente ella. 

Tres pacientes desaparecidos, veinte muertos. Las paredes del hospital psiquiátrico estaban llenas de sangre y frases tenebrosas, autenticas de unos psicópatas. Había seis cuerpos apuñalados, los demás simplemente fueron torturados de la peor forma. 

Golden no se creía nada de eso. ¡Los tres peores pacientes, habían escapado, sin razón o explicación alguna! entre ellos, estaba la F. ¿Le atinaron?

La F, la S y la B. Foxy, Springtrap y Bonnie. Aunque el último no era tan peligroso, podía perder el control y dañarse así mismo, sin ayuda o alguien que lo haga entrar en razón. Los tres estaban en peligro, tanto la sociedad, como ellos.

Los médicos y oficiales veían todo incrédulos. Meg se separó de su amiga, Joy la miró confundida, con los ojos rojos de tanto llorar, la nariz y mejillas de un color rojo intenso, sus ojos azules estaban cristalizados a más no poder, sus labios temblaban sin parar, tenía miedo. 

-A do-do-dónde vas?-tartamudeo, temblando.

-Tengo que ir a hablar con alguien-dijo seriamente, apartando la vista de aquellos cuerpos sin vida, todo era un desastre.

-¡No te dejarán pasar! vu-vuelve acá-pidió la rubia, desconsolada.

-No necesito su autorización, calma Joy, todo estará bien-dijo ella abrazando a su amiga. Ella se aferró, pero de inmediato Meg se separo.

Ignorando los pedidos de su mejor amiga, se encamino y se adentro a donde ella quería sin dificultad alguna, todos estaban atendiendo los cuerpos y viendo el lugar, sin notar la presencia de dicha chica. Meg corrió a una habitación y entró de inmediato.

- ¡Toddy!-gritó la albina corriendo a la morena. Quien estaba con la mirada perdida, la típica mirada cuando alguien presencia algo terrible- ¿Podrías decirme que ocurrió?

La morena solo se relamió los labios, ignorante de la albina.

- Toddy, por favor contesta. Te estoy hablando, ¿qué ocurrió?

La morena seguía en las mismas. Y le dolió a la albina, porqué aquella pequeña niña asustadiza, estaba tan destrozada, se notaba en su mirada. Por fin pudo hablar.

- To-todos murieron-dijo entre lágrimas-...el me gritó.

- No, nadie murió-dijo, solo murieron médicos. Lamentablemente entre ellos, estaba Bonbon (no me odien, pero recuerden la amenaza de dicho cabello de menstruación)-...pero necesito que me digas que presenciaste. 

- ¡NI SIQUIERA PODÍA SALIR!-gritó la chica levantándose y dando vueltas mientras jalaba su largo cabello rojizo-. ¡SOLO ERAN GRITOS, GRITOS DESGARRADORES!

La albina se asustó un poco. Nunca la había visto así.

- Trato de entrar a mi puerta...dijo que era muy molesta-sollozo-...por suerte estaba cerrada. No sabía si un muerto podía morir dos veces, pero sentí tanto miedo.

- ¿Quién dijo eso?

- ¡No lo conozco! ¡Nunca lo había escuchado hablar! Su voz era tenebrosa, y distorsionada, no tenía ningún índice de cordura-lloró con mucha amargura-...golpeó mi puerta con furia. Quizá era la muerte, inconforme, pensando que no había muerto con el suficiente dolor.

El tan solo oírla, ponía a la albina nerviosa.

- ¿Qué más ocurrió?-preguntó con voz temblorosa.

- Se detuvo. Se fue, y al poco rato, escuche más gritos desgarradores, y unas alarmas horribles, mi habitación se tinto de rojo. Yo solo pude esconderme en un rincón, los gritos jamás se detuvieron hasta que amaneció. Escuchaba horribles risas y palabras inexplicables. Escuché cosas caer, y no era la única que estaba descontrolada, los pacientes a mi lado también lo escuchaban- murmuró sentándose en su cama, con la mirada vacía.

La albina se estaba poniendo nerviosa.

- Cuando todo se detuvo...pude respirar con normalidad, ni siquiera supe en que momento me había herido tan fuerte-dijo mostrando sus brazos, rasguñados y con sangre seca, sus piernas estaban igual, y su rostro también-...no lo toleraba.

Las lágrimas mojaban su rostro, bajando de manera rápido. La albina sintió un temor y pena enorme. Nunca sintió tanto miedo.

Aquí, después de su ida. Había ocurrido una masacre.


Obsesión »FxM«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora