28

1.4K 111 44
                                    

Pov Meg.

Aún impactada, decidí salir de ahí. Con cada paso que daba para subir la escalera, algo dentro de mi se prendía. Como una pequeña y destructiva idea.

Foxy. Si él es asesino. Puede...¿ayudarme?

Estaba algo asustada, para qué negarlo. Si no me equivoco y es asesino, -lo más probable. Aparte el candado es un gran factor-, no duraría en matarme si hago algo que no le gusta, pero, si no lo ha hecho porqué hoy lo saque de sus casillas y no hizo nada, podría ayudarme. A escapar de esto, a recordar y a vengarme. Si, la última quizá era algo absurda, pero pase tantos años fingiendo que nada paso, cuando el recuerdo de ese día seguía ahí, latente, afectando aunque yo misma me engañaba diciendo que no afectaba.

Entonces, se me ocurrió otra cosa. 

Cerré la puerta de aquel lugar, traté de borrar las imágenes de toda esa sangre. Tampoco eran muchos cuerpos, aunque, hubiese tenido el pudor de limpiar un poco. Además, no siempre puede esconderse, digo, no le deseo mala suerte, pero debe tener a la policía atrás. Tantas muertes no pasan desapercibidas y más si prácticamente secuestra a sus víctimas.

Cuando llegué a la cocina, agarre el teléfono y volví a marcar ese número. Un pitido, dos pitidos, tres pitidos y contestas.

−Hola?−su dulce voz inundo mis oídos y una parte de mi se sintió...bien, bien de volver a escuchar a su mejor amiga. A la persona que me ayudo.

−¡¡Joy!!−exclamo. Al otro lado no oí nada−, perdón por haber contestado así la primera vez que llame. Te juro que no recordaba nada...no te recordaba−el labio inferior me tembló ligeramente y cerré los ojos−. Perdí la memoria, no sé como, pero la perdí. No recuerdo nada, apenas te pude recordar por un desmayo que tuve.

Del otro lado, un sollozo se escucho.

−¿Joy?, ¿estás bien?

Suelta una leve risa−Meg, ni siquiera te preocupes por mí. Dios, ¿cómo estás y dónde estás?, dímelo, me has matado a Bon a y mi sin saber nada de ti−sigue llorando.

−¿Bon?, lo siento, pero a él no lo recuerdo.

−Él es tú mejor amigo. Pero irás recordando, ahora, dime donde estás, por favor.

−Me gustaría, pero ni yo lo sé. Solo...es una casa muy linda y grande. He estado aquí desde que perdí la memoria, pero...no se porqué siento, siento que estoy demasiado lejos, está casa no tiene un ambiente cálido. No me siento a gusto pero tampoco es tan malo−expliqué.

−Bi-bien. ¿Sabes con quién estás?

¿Debería decirle?. Aunque, sé que es mi mejor amiga. No debe pasar nada malo, además Foxy dijo ser mi amigo, ¿verdad?

−Estoy con un chico pelirrojo, ¿lo reconoces?−pregunté, algo preocupada.

−¿Ah? pelirrojo?−su voz detono confusión−. Dime más su descripción.

−De ojos amarillos...−tragué saliva−. Se llama Foxy.

Y entonces, su respiración se acortó. No dijo nada, ni yo. El silencio duro varios segundos.

−No puede ser−susurro.

¿No puede ser qué?

−¡Meg, por nada del mundo confíes en él!−demasiado tarde−. Él no es alguien normal, ni de fiar. Es peligroso, Meg−dijo de forma rápida−. Un día tu desapareciste como si nada, el mismo día donde paso una tragedia en el hospital donde trabajábamos. O días después, no recuerdo muy bien, hemos estado buscándote sin cansancio, pero no te hemos encontrado−sollozo−, cuando estamos cerca o pensamos estar cerca de ti, simplemente seguimos lejos...

Obsesión »FxM«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora