Obsesión »FxM«

30 (Final)

Antes de empezar. Sé que es raro que Foxy actúe tipo: Solo sé matar y no sé nada de sentimientos y que Meg actúe igual tipo: Solo me enfoco en mí. No necesito incluir sentimientos. Lo sé. Pero tengamos en cuenta que Foxy es un asesino, es frío -en actitud- y nunca ha sentido algo por alguien, solo ha tenido la sensación de querer deshacerse de la gente. En cambio Meg, desde lo que le paso a su familia, prefirió enfocarse en cosas más ''maduras'' -para ella el amor o el gusto no es maduro, ni siquiera la atracción-, así que decidió apartar todo eso de los sentimientos, y enfocarse en lo que realmente le interesaba, hasta que entró al hospital psiquiátrico, se volvió enfermera -temporalmente- de Foxy y empezó a sentir otras cosas; con esto estoy dejando en claro que Meg no tiene Síndrome de Estocolmo. Ya verán porque en los próximos capítulos. Foxy desde que vio a Meg sintió aquella necesidad de mantenerla a su lado, no precisamente para asesinarla -y no era amor, se empezó a crear una obsesión, que como la mayoría, comenzó leve-, al principio decidió ignorar esas sensaciones hasta que ya no pudo y vio que la forma fácil, era secuestrarla, lo cual no era correcto pero hizo que Foxy empezará a sentir más que una obsesión, ¿se entiende?.  Meg al principio del secuestro actuo de manera negativa porqué el chico que le gustaba -en ese momento no lo tenía claro- la había secuestrado. Y cuando perdió la memoria aceptó esos sentimientos pero no los dejo entre-ver demasiado, hasta que la recuperó y decidió dejar ver lo que realmente sentía. Es un poco confuso pero así fue todo en el caso de los sentimientos, jsjsjsjs. Admito que al principio de la historia quería que el tema de obsesión fuera más fuerte, más violento -k kreisi- pero después pensé que podría ser más alivianado y tener el mismo tema. No se si estuvo bien?

¡Bueno! empecemos con el capítulo. El capítulo final. 

Narradora.

−No puede ser−susurro el pelirrojo separándose levemente de la albina. En cambio, la albina se mostraba confundida y rogaba muy dentro de su ser, que esas sirenas no fueran lo que ella pensaba que eran−, joder, vamos arriba, rápido.

Y ahí supo que su deseo no iba a ser cumplido.

−¿Es...acaso es?

El pelirrojo no respondió y la llevo de inmediato al segundo piso. La albina a pasos torpes y nerviosos lo siguió, el pelirrojo empezó a buscar entre los cajones de una habitación, hasta que topo con una pistola. Meg sintió el temor florecer en ella. 

−¿Qué harás con eso?

−Creo que es obvio.

Meg negó rápidamente.

−No, debes...debes irte!−dijo ella, Foxy frunció el ceño, un poco sorprendido, incluso Meg estaba sorprendida−, digo...no pueden atraparte.

−¿Quieres salvarme?−sonrió el pelirrojo, un poco cohibido, pero negó de inmediato mientras miraba fijamente la puerta de ese cuarto−, no podría.

−Solo es una patrulla−aseguró Meg−, si puedes...

Un estruendo se escucho en la planta baja y Foxy sonrió divertido.

−Nop, no puedo.

Meg aún no lograba entender, es decir, la policía estaba allá abajo, ¿¡y el estaba así de tranquilo!?

−¡MEG!−se escuchó desde abajo y la albina abrió los ojos sorprendida.

−Joy...−salió lentamente de sus labios−, no puede ser.

La albina quedo en un trance que no notó cuando el pelirrojo la agarro, como si estuviera abrazándola y en ese momento reacciono cuando vio a tres policías entrar a la habitación, junto con la rubia de ojos celestes, notó que uno de los policías le decía algo como: ''Señorita, usted debía esperar afuera'' pero está lo ignoró y gritó: