5

1.1K 94 11
                                    

MEG

Salí de mi habitación, hace horas me desperté y me asee, salía de mi cuarto para desayunar, Joy siempre hacía el desayuno, ella se ofrecía diciendo que no era molestia y como se imaginaran no me dejaba hacer nada a mi con la excusa de que necesito reposo. Quiere que pase todo el día acostada pero como verán no le hago del todo caso...

Vi a Joy cocinando en la parte que actúa como cocina del departamento, me senté en el diván y aburrida tome uno de los periódicos que estaba en la mesa de centro. Nunca fui fanática de las noticias del mundo pero por alguna razón me llamo la atención la imagen de un hospital psiquiátrico. Mi sorpresa fue grande cuando noté que ese hospital era en el que antes trabajaba...y donde ocurrió esos innumerables asesinatos ocasionados por los mismos pacientes. Empecé a leer todo el relato; hablaba de las personas asesinadas, los pacientes transferidos -uno que otro que no conocía igual asesinado-, de Bonbon... 

''La doctora Bonbon trabajaba en el Hospital psiquiátrico antes mencionado, era una mujer de veintiséis años de edad y fue víctima de la tragedia ocasionada en este Hospital. Los personales y pacientes del Hospital afirman que Bonbon varias veces fue amenazada por uno de los pacientes más peligrosos de ahí, cuando ocurrió la tragedia su cuerpo se encontró entre la sangre y el desastre del lugar, se dice que el paciente que la amenazaba, fue quién la asesino''. 

Rodé los ojos. En efecto, él la había asesinado. Aunque me enojo leer algo sobre mí, en esa misma página. Era algo que no valía la pena relatar, pero era algo como: 'Tengo síndrome de Estocolmo, fui secuestrada -cosa que es cierta pero no de la manera que aquí está escrito-, blah, blah, blah'. 

Apreté el periódico entre mis manos. Ya entendía el porqué una parte estaba descrita en modo pasado...era para después relatar lo mío...¡Que basura! pensé que lo mío no sería sacado a la luz, pero...ahg...estaba enojada, muy enojada. Habían dicho justamente lo que quería mantener en secreto -Ya varios lo saben, pero son de fiar, la sociedad no lo es- y no conforme, habían dicho que padecía Síndrome de Estocolmo!...era tan...

−¿Meg? que bueno que despertaste...−hablo Joy pero se callo al ver el periódico entre mis manos−, oh...

−Si, oh...−repetí con furia mientras lanzaba el periódico lejos−. ¡Malditas noticias! ¡son tan jodidas inventado pura mierda!...¿cómo supieron todo?−cubrí mi cara, ¿qué carajos decía?, era más que obvio que sabrían todo...

−Bueno, las noticias tienen una rara forma de descubrir todo−se acercó a mi−. De verdad lo lamento, no quería que eso pasará pero obviamente no me harían caso al decirles que lo mantuvieran oculto, perdón...

−No es tú culpa−musité desviando la mirada. Joy suspiró.

−Pronto nos iremos y todo quedará en el pasado...

Yo no quiero que quede en el pasado...

Asentí inconforme.

Que masoquista soy. 

−Supongo que si. 

−Será difícil pero eres Meg, eres fuerte y valiente−acarició mi hombro en un intento de aliviar mi dolor y enfado−. Esto no es nada.

¿No lo es?. Porqué yo siento que si. Le sonreí forzosamente dándole fingida razón a sus palabras. 

−Si, absolutamente nada.

−Anda, ya está el desayuno. ¿Quieres ir a dar un paseo o algo por el estilo?−si, pero sola.

Tenía mis motivos para ir sola; despejar mi mente, encontrar paz en mi misma, etcétera.
¿Estaba exagerando con la situación? no sé, aveces me sentía dramática con todo esto, quiero decir, fue difícil pero en fin de cuentas resulto ser mentira. Todo con ese pelirrojo resulto ser una mentira cruel, disfrazada de algo real y fascinante.

Al principio estaba molesta con él por haber echo algo tan...inapropiado como secuestrarme para mantenerme cerca, lo suyo era una obsesión. Pero hubo una parte de mí que rechazo esa idea y creyó que era amor...solo era un juego. Yo caí en ese juego, me cegué creyendo en él, aceptando la falsa fachada que me regalo. Y me odio, porqué una parte de mi cree en todo lo contrario. Él me hizo daño.
Quiero odiarlo, pero no puedo.
Algo me lo impide. Siento que debo esperar. ¿Esperar qué?, era lo que no sabía. 
Giré el rostro mientras le respondía a Joy:

−No, preferiría estar aquí.

−Está bien...sé que quieres salir sola, te conozco muy bien−me sonrió. Yo traté de hacer lo mismo, pero fue una mueca. Mentiría si dijera que no sentía rencor. Un jodido rencor hacía todo, incluso hacía lo que no se lo merece. Necesitaba relajarme.

Lo necesitaba urgentemente.
Dejar todo atrás, superar y seguir adelante.
No necesitaba más basura en mi vida.

−Si quieres salir, solo por favor, procura llegar temprano, realmente me preocupaste ayer llegando tan tarde, te veías muy...extraña.

Quería decir: 'era la culpa por haber asesinado a alguien'. ¡Pero ni siquiera sentía culpa!, ¿se lo merecía, no? ese tipo quería violarme y quién sabe si llego a violar a otras personas. 
La simple idea me causaba una sensación de repugnancia y odio.

−Enserio Joy, no te preocupes. Todo está bien, yo estoy bien.−le dediqué una sonrisa sincera. ¿Desde cuando mentía con facilidad?

−Bien, confío en ti−acarició mi hombro−, ¡vamos, el desayuno se enfría!

Ella camino rápidamente a la cocina, me pare con lentitud del sofá y la seguí a paso lento. Un recuerdo cruzó mi cabeza; mi madre y mi hermano. Suspiré. Pensaba que mi situación dolorosa me haría olvidar todo eso, pero el querer venganza seguía ahí, latente.
Haría pagar a la persona que los asesino
Aunque la vida era impredecible, mi destino lo era, y tenía deparado cosas totalmente distintas.







Obsesión »FxM«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora