¡Mi novio es un príncipe!

Parte 18 ETHAN

Después de haber pasado la noche con Rachel, tenía el pendiente de que mis padres se dieran cuenta de que no pase la noche en palacio, pero con el evento ya a días de que empiece, no tienen cabeza para nada más, además de que mi padre tuvo su reunión anual con políticos y otros reyes así que todo en palacio ha estado muy ajetreado. Me dirige a mi habitación, tengo una reunión a las doce y no me queda mucho tiempo para descansar, pero pues descansado estoy muy bien, todo gracias a Rachel.

-Príncipe Ethan-mi asistente hace una reverencia-la reunión se ha cancelado.

Lo mire sorprendido-Vicent ¿Por qué se ha cancelado?

Vicent vacilaba si decirme o no, miraba de un lado a otro. Me estaba impacientando. Carraspee.

-Verá príncipe, hoy a primera hora de la mañana, han publicado una noticia sobre usted...

Lo mire confuso-¿y? Siempre publican noticias sobre mi ¿Qué tiene de especial esta? La reunión es muy importante, avisa a todos que no se ha cancelado.

Vicent comenzó a mover sus manos, parecía estar muy inquieto.

-Esta noticia, habla sobre usted cenando muy románticamente con la señorita Rachel, le han dedicado seis páginas a la noticia, hasta hay fotos.

Me quede atónito. No puede ser. Es que, si yo mismo verifique que nadie me seguía, ¿Cómo pudo pasar? Seguro los periodistas están acosando a Rachel en estos momentos. Maldita sea. Todo esto será un caos.

-¡Tráeme el periódico, ahora!-grite molesto.

Vicent salió como alma que lleva el diablo del pasillo. Molesto fui a mi habitación, debía llamar a Rachel y saber cómo lo está llevando. Esto empeorara las cosas.

-Príncipe Ethan-me llama un trabajador mientras hace una reverencia-la reina y el rey desean verle, han dicho que vaya inmediatamente.

Asentí. Ya lo saben. ¿y Vicent donde esta con mi periódico? Y como si lo hubiera invocado, llega corriendo, con el periódico en manos. Se lo quité y comencé a buscar la página, cuando la encontré, comencé a leer. Mierda, si me han seguido desde que me subí al coche. Conforme iba leyendo la noticia, recordé cuando Rachel dijo que había escuchado algo, seguro era el periodista ¿pero ¿cómo pudo escucharnos? Algunas de nuestras conversaciones están plasmadas en la noticia, todo a medias, pero aun así ahí está. Nada comprometedor por suerte, pero las fotos sí que lo son. Suspiré frustrado, aventé el periódico y salí rumbo a donde estaban mis padres.

Entre y ahí estaban, serios, tomando su té de las doce.

Mamá me miro seria dejo su taza en la mesa de enfrente y suspiro-supongo que ya sabes porque te hemos llamado.

Asentí.

-Bien así nos ahorramos tiempo. Explícate. Ahora.

Llevaba tiempo sin usar ese tono tan autoritario conmigo, a fin de cuentas, siempre hacía lo que ella me pedía así que escuchar ese tono que solo usa con los empleados y demás gente me puso algo nervioso.

-Antes de que te expliques, hemos llamado también a la señorita Rachel, ella también debe estar aquí. Esperemos a que llegue.

Pasamos veinte minutos esperando a Rachel, veinte minutos que parecieron una eternidad, cuando llego, saludo a mis padres y me dirigió una mirada nerviosa, se sentó a mi lado y espere a que mis padres hablaran.

-Entonces ya que estamos reunidos, nos gustaría que nos explicaran su ya muy famosa cita romántica.

Rachel me miro. Sabía que se sentía muy nerviosa y hasta mal. Seguro se culpa de esto. Suspire y mire a Rachel para hacerle saber que yo me encargaría de todo.