Este capitulo contiene escenas sexuales explicitas, se recomienda discreción. Gracias.
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-Gracias por la cena, la comida estuvo riquísima ¿Dónde aprendieron a cocinar esto?
-Lo vimos por internet, mientras te dabas una ducha-respondió Ethan.
-Esta delicioso, ¿Cómo dijiste que se llamaba?
-Se llama sikov.
-Un nombre exótico, me gusta.
Ethan está actuando algo raro, lo sé, los conozco, sin duda conozco a Ethan, habla apresuradamente, les lanza miradas a los chicos, esquivaron algunas preguntas sobre el platillo mientras lo comíamos, es solo un platillo ¿Por qué tanto misterio?
Los chicos tenían ganas de ir a un club, pero Ethan y yo no estábamos de humor para ir a uno, más que nada yo no estaba de humor, había estado muy estresada por la venta de una casa que no tengo antojo de salir.
-Se divierten, y se cuidan, cualquier cosa, nos avisan.
-¡Si mamá!-exclamaron los tres a unísono.
Reí.
-Nos vemos chicos.
Nos dirigimos a nuestra habitación y Ethan pone sus manos en mis caderas comenzando a besarme el cuello y dándome pequeñas mordidas que hacían que mi cuerpo se derritiera, sus caricias iban de mis pechos a mi trasero, lo apretaba y le daba pellizcos, a Ethan le volvió loco mi trasero, lo tengo enorme, totalmente natural, es algo que herede de mi madre, mis pechos también lo son, no tanto como mi trasero, pero lo suficiente para que Ethan se vuelva loco. Poco a poco fue quitándome el vestido, luego la ropa interior, me dirige a la cama mientras que él también se desnudaba, ansiaba poder sentirlo dentro de mí, desde que llegaron los chicos no hemos podido hacer nada de esto. Se acercó a mí, comenzó a besar mis piernas, luego paso a mis labios, y sentí unas cosquillas en mi estómago imparables, sus besos en mis pechos eran exquisitos, me volvía loca, era tan delicioso todo lo que me hacía y yo le respondía de la misma manera, mordió mis pechos de una forma salvaje, no pude evitar gritar, le encanta que grite, dirigió su boca a mi otro pecho y también hizo lo mismo, para luego meter dos dedos dentro de mí, era el paraíso, sabía mover muy bien sus dedos ahí adentro, estaba tan mojada, que se escuchaba como entraban y salían sus dedos, luego acerco sus dos dedos a mí y yo los chupe, Ethan sonrió y me beso para después darme un oral perfecto, sus movimientos en círculos dentro de mí, las mordidas gentiles en mi clítoris, como succionaba, lamia, besaba y mordía eran realmente únicas, se alejó, vi su erección y metí mi boca dentro de su parte, le encanta que lo mire mientras le chupo el pene, meto sus dos bolas en mi boca y las masajeo dentro, eso provoca que sus ojos se queden en blanco, no para de gemir, de pedirme más, y yo se lo doy, pero me detengo, con ojos de deseo, me siento arriba de él y comienzo a bailar arriba de él, a moverme como si estuviera montando, y efectivamente estoy montando a Ethan, me encanta como pone sus manos en mi trasero y lo aprieta, no dejo de gritar, su pene es grande, y esta posición hace que todo su pene este dentro de mí, cada que brinco es un punzada de dolor, pero eso hace que enloquezca más, cambiamos de posición y me pongo boca abajo con mi trasero levantado, Ethan comienza a meterlo y sacarlo como una bestia, ya ni él ni yo podemos controlarnos, los dos llegaremos al extasis en cualquier momento y estoy deseando por ello, me nalguea con muchas ganas una y otra vez.
-¡Sí, sí, sí, sí!-grito de placer.
Mi garganta duele de tanto gritar, pero no puedo evitarlo, Ethan sabe cómo complacerme.
-¿Mas amor? ¡Dilo!
-¡Más! ¡Dame más! ¡Ethan dame más!
-Sí cariño, si...
Ethan tenía la voz ronca, y se escuchaba muy sexy, me daba embestidas bestiales, dolía, dolía y yo no podía estar más excitada, me jalaba del pelo bruscamente, y me encantaba.
-¡Ya, ya para! Gritaba, ya estaba a punto de venirme.
-¡No!
Me cambio de posición, ahora estaba acostada boca arriba y el encima de mí, era delicioso verlo, sus gotas de sudor de la frente caían a mi cara, pero no me importaba, mordía mis pechos otra vez y gritaba frenética. Se detuvo, acerco la vela y la prendió.
-¿Qué harás?
-Esto...
Abrió mis piernas, y lanzo cera a mi clítoris, grite, y lanzo más, grite y volví a gritar, cada que echaba cera caliente a mi sexo, me daba una embestida tan gratificante, no podía estar más en el éxtasis, porque era imposible.
-¡Quiero más! ¡Quiero más! ¡Mas!
Y él obedeció.
-¡Sí! ¡Oh si cariño, si!
Por último, echo cera a mis pechos y sentí como mi cuerpo temblaba de placer.
-Más....
No podía más pero tampoco quería que se detuviera. Me tenía loca. Me vine a chorros, no podía parar, Ethan se vino al mismo tiempo que yo, sentí caliente dentro de mí. Ethan se dejó caer a lado de mí y me abrazo.
-Te amo-dijo y me dio un beso en la cabeza.
-Te amo mucho amor-dije sonriente.
Mi cuerpo no dejaba de temblar, estaba en el paraíso.
-Eres perfecta, eres perfecta para mí.
Sonreí.
-Y tú eres perfecto para mí.
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¡Mi novio es un príncipe!
Romance¿Que harías si tu novio de repente te dice que es un príncipe? Eso le paso a Rachel... ¡y ahora todo es un lió! tendrá que competir por el amor de su ya novio ¿Que pasara con Ethan y Rachel? ¿Podrá Rachel adaptarse al mundo de la realeza?