-¿Qué debería usar? Le pregunte a Geovanna mientras miraba en mi armario, no tengo nada propio para una tarde de té con las chicas, o sea, mi competencia. Suspire. De verdad quiero impresionarlas, que sepan que puedo estar a su altura, aunque no sea de su misma clase, ni siquiera de este país.
-Tendrás que ir a comprar algo, lo de tu armario se ve muy ordinario.
Fruncí el ceño, siempre he tenido buen gusto para la moda, mis amigas siempre me elogiaban cuando me vestía, no había un día que no, ni siquiera cuando me iba al gym, siempre me vestía bien, pero seguramente mi ropa no era lo suficiente para ser una duquesa, una princesa, una reina, de la realeza....
-Tendré que ir de compras entonces...
Cuando escogí el conjunto perfecto, estaba lista para irme al salón donde se organizó la reunión con las chicas. Llegué y ya todas estaban ahí, sentadas, tomando té y comiendo unos aperitivos que se veían deliciosos.
-Buenas tardes-anuncie sonriente.
-Buenas tardes señorita Rachel, llegaste justo a tiempo, toma asiento-dijo Celeste, la organizadora del evento. Ella es muy alta, creo que me mide un metro setenta, me gana por diez centímetros, y es de tez blanca como la nieve, sus ojos café oscuros, y una nariz algo grande pero que a ella le va muy bien, sus labios delgados. Soy totalmente diferente a ella.
-Gracias-dije cuando me trajeron el té.
A lado de mi estaba Aranza y me sentí mucho más cómoda de esa forma, en el baile me la pase hablando con ella, es muy agradable, mientras que las demás chicas me ha sido difícil hablar con ellas, se cierran y no dejan que hable más allá de las formalidades. Enfrente de mi estaba la pelirroja, con una cara pedante como siempre, es la única cara que le he visto hacer, me sonrió y yo le sonreí de nuevo, su falsa sonrisa solo me provoca incomodidad, pero disfrutare de este momento, nunca había tomado el té antes. Si salía con mis amigas era para beber una copa de vino...
-Señorita Rachel, ¿podría contarnos un poco de usted? Nosotras ya nos conocemos, hemos coincidido en varios eventos, pero como usted es de fuera, sería lo más apropiado hablarnos sobre usted...
Sonreí. Aunque me incomoda tener que hablar de mí, supongo que era lo mejor hacerlo.
-Por supuesto, vengo de PortVillage al sur de europea, aunque no soy de aquí, siempre he estado familiarizada por Napoletti la familia Fionela que me representa, me ha inculcado el amor por este país, así que cuando me aceptaron para estar aquí, no lo dude ni un segundo, me sentía bastante orgullosa de que me lo propusieran.
Todas sonrieron satisfechas, menos la pelirroja.
-¿PortVillage? Suena tan pueblerino...
-Para nada Anastasia, es el lugar favorito de las celebridades para vacacionar. Donde hacen alfombras rojas y para grabar películas.
-Parece que es un lugar glamuroso, una lástima que no lo he visitado-dijo Aranza.
La pelirroja me mostro una sonrisa tan forzada, que mejor decidí ignorarla y seguir conversando con las otras chicas. Que, aunque pensaba que serían algo pedantes, la verdad es que ya las voy conociendo mejor, lo que me gusta es que cada una tiene diferentes personalidades, eso hace que seamos un grupo muy divertido, porque sí, admito que me divierto conversando con ellas, hasta la pelirroja suele decir uno que otro comentario interesante, pero a veces regresa a su actitud de petulante y decido ignorarla o evitar su comentario con otro. Larissa, la más chica de todas, con solo veintitrés años, es de mi misma estatura así que somos las más bajas de las demás chicas, las otras en cambio son muy altas, sus pómulos bien marcados y esa nariz respingada con sus lindos y pequeños ojos junto con sus labios muy delgados, la hacen diferente a todas nosotras, cada chica es diferente, cada una tiene su lado atractivo, y todas ellas son muy refinadas y sofisticadas, aunque sé cómo comportarme, a veces me entra el nervio de no saber qué hacer. La tarde la pase de lo más amena con las chicas, ya había hecho buena relación con todas excepto la pelirroja Anastasia, pero eso no me preocupa, me enfocare en lo que he logrado hoy y en lo bien que la pase, cuando ya me iba a casa de Thomas, recibí un mensaje de Aranza diciéndome que le encanto pasar tiempo conmigo y que espera que se repita, ella es tan amable, que me siento muy a gusto a su lado, aproveche para mandarle mensaje a Ethan, aunque estuviera ocupada con lo de la fiesta de té, lo extrañaba y creía que había una pequeña posibilidad de verlo aunque sea un momento.
Llegando a la casa, todos me preguntaron cómo me había ido y les conté como habían sido las cosas, después de escuchar uno que otro consejo me fui a mi habitación para descansar un poco, Ethan no me contestaba así que supuse que no lo vería hoy. Suspire. Ni siquiera está Thomas aquí como para hablar con él.
Geovanna iría al centro comercial, decidí ir con ella y comprar algo para Ethan y para mí, ya se acerca nuestro aniversario y quiero darle algo, en tres semanas cumpliremos un año y dos meses.
-¿Qué piensas regalarle?
-No lo sé... algo que tenga un significado para ambos. Algo especial.
-No te preocupes si no encuentras algo, ya tendrás tiempo después.
-Ojalá, porque ya en una semana es el evento inicial y seguro no tendré tiempo ni para mí misma.
Geovanna rio.
-Ten por seguro que será así, mis padres no te dejaran respirar ni tantito...
La mire haciendo pucheros.
Recorrimos varias tiendas y no había algo que me gustara para regalarle a Ethan, pero si me compre ropa, zapatos y dos bolsos que podría necesitar para los próximos eventos. Cuando íbamos en camino a una cafetería, vi que había muchas personas ahí, hasta paparazzis.
-¿Qué estará pasando? Pregunte curiosa mientras intentaba ver bien detrás de ese grupo de gente.
-No lo sé, si nos acercamos más podremos ver mejor.
Y así lo hicimos, nos acercamos mejor y al hacerlo, nos encontramos con Anastasia y Ethan caminando por las calles de la gran plaza, iban muy entretenidos hablando sobre algo, Ethan parecía disfrutar de su compañía, de repente, sentí un enojo infernal y unos celos incontrolables. Le envié un mensaje diciéndole que, si nos podíamos ver y nunca lo contesto, y ahora lo encuentro aquí con Anastasia de lo más lindo dirigiéndose a un restaurante a cenar. Geovanna noto mi semblante y puso su mano en mi brazo para tranquilizarme, cosa que no paso. Seguí igual o más enojada posible, así que como alma que lleva el diablo me dirige a la misma dirección del restaurante, para así chocar con ellos accidentalmente, según...
-¡Oh lo siento!-exclame fingidamente mientras levanta la mirada hacia ellos.
-¡Señorita Rachel! Tenga cuidado por dónde camina-dijo Anastasia con un tono hostil.
Ethan me miraba, y yo no pude ni siquiera mirarlo a los ojos, sabía que, si lo miraba a los ojos, no me importaría que él sea príncipe, le armaría una escena de celos. Geovanna llego a nuestra dirección, saludo al príncipe con una reverencia y luego le sonrió a Anastasia.
-¿Les gustaría acompañarnos a cenar señoritas? Pregunto Ethan sin dejar de mirarme.
-Claro príncipe Ethan, estaremos encantadas-respondió Geovana.
Yo seguí sin mirarlo, cuando el mesero nos dejó en la mesa, le hizo una reverencia a Ethan y luego se fue de ahí. No me decidía en que cenar, moría de hambre. Por una parte, estaba feliz de que Ethan no cenará solo con Anastasia, pero seguía muy molesta con él. Me irritaba ver a Anastasia sentada a lado de él, mientras que yo estaba enfrente de él, y Geovanna a mi lado. Unos paparazzis nos tomaron fotos desde afuera del restaurante, pero nadie le tomo importancia.
-Al parecer estuvieron de compras-menciono Anastasia.
Como Geovanna supo que no respondería nada, ella le sonrió.
-Sí, estuvimos haciendo algunas compras repentinas.
Lo único bueno es que las formalidades las habían dejado de lado.
-Señorita Rachel, Anastasia me conto de la fiesta de té que tuvieron esta tarde ¿Cómo le pareció?
Sabía que me había preguntado eso para que lo mirara a los ojos, conocía tan bien a Ethan que a él siempre le mataba que no lo miraba a los ojos cuando estaba enojada con él. Pero eso provoco que me enojara aún más, ¿ahora si le interesa saber cómo me fue? Vaya idiota. Respire hondo y levante la mirada, sonreí a todos y me levante de la mesa mientras tomaba las bolsas.
-Lamento que me vaya de esta forma, pero realmente no me siento bien, espero que disfruten de la cena, su majestad. -hice una reverencia y volví a sonreír. -Geovanna no es necesario que me acompañes, quédate y disfruta de la velada, pasen bonita noche.
Y así fue como me fui de ahí, con unas ganas tremendas de llorar, con unas ganas de no volver a hablar con Ethan.
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¡Mi novio es un príncipe!
Romantizm¿Que harías si tu novio de repente te dice que es un príncipe? Eso le paso a Rachel... ¡y ahora todo es un lió! tendrá que competir por el amor de su ya novio ¿Que pasara con Ethan y Rachel? ¿Podrá Rachel adaptarse al mundo de la realeza?