Estaba tan nerviosa, no veía a Thomas por ningún lado, ya habían pasado veinte minutos y no lo veía, Ethan me había dicho que ya había llegado, pero él que ni sus luces daba era Thomas ¿se le habrá olvidado? No creo, él no es así...
-¡Bienvenida Rachel!
Levante mi vista al frente y ahí estaba Thomas esperando por mí con los brazos abiertos. Le sonreí y lo abracé.
-Pensé que te habías olvidado de mi...
-Lo siento-dijo poniendo sus manos juntas haciendo un puchero. -pero ya estás aquí y te llevare a casa, mi familia está ansiosa por conocerte.
No dejaba de ver a mi alrededor, todo era como un cuento, a cada lado que volteaba no me decidía por cual lado me gustaba más, aunque el lugar era moderno tenía su toque antiguo, y eso me encantaba, la combinación de esos dos tiempos, a modo que avanzábamos, más nos íbamos alejando del centro de la ciudad, y poco después veía campos grandes, árboles y flores por todas partes, se me antojaba bajarme, y caminar por los campos. No dejaba de mirar por la ventana del auto, las casas eran rusticas, algunas más grandes que otras, se veían muy finas, además de que había edificios, nada comparados como los de la ciudad, pero eran edificios, a fin de cuentas, mi vista se topó con una mansión enorme, con colores neutros por doquier y unos toques de color negro, la mansión era hermosa, el auto paro en una caseta de seguridad, después seguimos avanzando, y al entrar, vi grandes jardines con una fuente de dos mujeres de la época griega con una copa que desde ahí salía el agua.
-Listo, bienvenida a tu nuevo hogar.
La voz de Thomas me saco de mis pensamientos, sonreí y me ayudo a bajar del auto.
-Es una casa hermosa Thomas y el jardín esta de lo más bonito, demasiadas flores.
-Mi mamá es fan de la jardinería, aunque no lo practique, le gusta tener lindos sus jardines. Ven ya nos están esperando.
El chofer de Thomas tomo mis maletas, me traje literal todas mis cosas, no sabía cuándo regresaría o si regresaría alguna vez, así que mis ocho maletas estaban por todo el pasillo. Nos dirigimos a la sala y ahí estaba toda la familia de Thomas.
-Familia, hemos llegado, les presento a Rachel Kursov.
Me acerque a ellos y los salude con un cordial saludo de manos.
-Mucho gusto, es un placer estar aquí, gracias por haber aceptado ser mis presentantes.
¿Qué si estaba nerviosa? Sí, lo estaba, y no poquito, sino tirando a bastante. Se veían serios, y quiero agradarles para así llevar todo esto de una forma más animada. Después de que se presentaron conmigo, su hermana Giovanna era la más agradable. No debe faltar mi comentario acerca de la decoración, ¡por la que estoy muriendo! Es que la mamá de Thomas tiene buen gusto, la mayor parte de la casa es de mármol, y la mesa de cristal de la sala esta preciosa, con unos toques de plata en las patas me fascino, y las cortinas rojas le dan un contraste explosivo pero elegante, el piso ni se diga, de un color blanco aperlado, no dejaba de inspeccionar el lugar, me llena de ideas para crear algo similar.
-Nuestro hijo Thomas nos ha hablado mucho de ti, pero nos gustaría saber más para así tener una relación más placentera-menciono la madre de Thomas, que es la duquesa Bianca de Fionela.
Deje de comer la ensalada para limpiarme la boca y luego sonreírle.
-Nos mencionó Thomas que eres la novia del príncipe Ethan-menciono Louis el padre de Thomas, así que eso lo hace el Duque de Fionela.
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¡Mi novio es un príncipe!
Romance¿Que harías si tu novio de repente te dice que es un príncipe? Eso le paso a Rachel... ¡y ahora todo es un lió! tendrá que competir por el amor de su ya novio ¿Que pasara con Ethan y Rachel? ¿Podrá Rachel adaptarse al mundo de la realeza?