Parte 22 PETER

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-Cariño, debes descansar, yo me encargare de todo ¿sí?

Penélope asintió y se acostó. Ella siempre ha sido frágil, aunque a veces también es muy aventurera creo que eso es lo que más me gusta de ella. Además de que es una princesa legitima.

-Mis padres me comentaron acerca de tu ida a Gulderbeg.

-Ah sí, ya sabes que debo mantener las relaciones.

-Lo sé, también sé que ira la señorita Rachel.

La miré y asentí.

-Pues si amor, el mismo Gustav la invito-dije mientras sacaba más ropa del armario.

-Estoy bastante impresionada ¿sabes? ella ha demostrado que tiene la habilidad de ser parte de esto, de la realeza, si fuera una princesa legitima ella sería estupenda ¿no lo crees?

Asentí, además si fuera una princesa legitima, estaría casado con Rachel.

-Totalmente amor, ha demostrado que es igual o hasta mucho mejor que el resto de las señoritas.

-Cuidado ahí eh.

Reí y la jale hacía mi—obviamente mi favorita eres tú.

Penélope me beso, suavemente—te ayudare a empacar.

Rachel no tardaría en llegar, nos iríamos en mi avión privado. Con esto, la prensa hablo bastante bien de ella, algunos hasta la eligieron como su favorita. Cosa que me conviene, si ella es elegida, entonces, tendré a Napoletti de mi lado, Ethan no es capaz de decirle que no a Rachel, sé que después de la coronación, mi reino, se hará más fuerte, más poderoso. Y todo gracias a mí.

Ahí estaba llegando como toda una diva, su caminata de modelo, su pelo revuelto por el aire, sus jeans ajustados y su blusa corta blanca con esa gabardina negra y sus zapatillas blancas la hacían lucir increíblemente bella. Trague saliva, la deseo. Y será mía, esta noche.

Se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y luego un abrazo—lista, perdona la demora.

-A ti te perdono todo, ahora andando, desayunaremos en el avión.

Ella asintió. Entramos al avión, me senté enfrente de ella. Le pedí a la azafata que nos sirviera el desayuno.

- ¿Cómo dormiste?

-Bien, aunque la familia de Thomas me tenía bastante nerviosa, dicen que, si hago lazos con Gulderbeg, seré bien vista por la casa real y su consejo. Siento gran peso encima.

Reí—no te preocupes, aquí estaré yo para ayudarte en todo.

Llego el desayuno.

-Al fin, estaba muriendo de hambre.

Le tomé a mi mimosa y sonreí.

-¿Qué piensas de esto Rachel? De la realeza, encajas tan bien que me tienes impresionado.

Sonrió, podría acostumbrarme a esa sonrisa—pues verás me siento bastante bien, esto de ser tratada de una forma especial, si te soy sincera podría acostumbrarme—dice riendo.

-Lo entiendo, y yo ayudare a que sea así, a que ganes.

Rachel asintió sería—sé que a ti y a tu padre les sería de mucha ayuda si gano esto, necesitas que gane ¿no? Quieres más alianzas.

-Así es—me sorprendió lo bien que percibe las cosas—espero que puedas complacerme. Me lamí los labios.

-Estoy segura de que te complaceré más de lo que esperar, quiero ganar—me guiño un ojo. Era mi imaginación o ¿se había convertido en un juego de palabras?

¡Mi novio es un príncipe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora