P.O.V Logan
Anna acaba de insultarme con los pocos insultos que sabía y yo seguía riéndome. Nunca dejaba de aburrirme burlarme de ella. Igualmente en el fondo, haberla oído hablar de su cita con ese otro hombre, me molesto. Sabía perfectamente que no tenía ningún derecho a enojarme con ella, pero aun asi me molestaba y mucho, ¿En qué demonios estaba pensando?, ella tenía todo el derecho del mundo a hacer su vida.
Por más que habiamos terminado hace trece años, y yo nunca había podido quitarmela de la cabeza, ella parecía haber seguido adelante. Nadie podía discutir que era una mujer muy hermosa e inteligente, era de esperarse que algún hombre se interesara en ella tarde o temprano.
Pero aun así, yo nunca había perdido la esperanza de que algún día el mundo nos volviera a cruzar y se volviera a dar la oportunidad de intentarlo otra vez. Aun así, ahora tenía algo que me ataba aún más a ella, y eso era Chloe. Por más que el ADN no estaba hecho aún, yo estaba seguro que esa niña llevaba mi sangre. Tiene los ojos de mi padre, los mismo que los míos, eso ya la convertia automaticamente en una Wolfvocken.
Chole, ¿Qué estaría haciendo ahora mismo?. La curiosidad me ganó y decidí ir a visitar la primaria. Pasee por los pasillos en busca de encontrarla en algún aula, pero sin ningún éxito.
De repente oí un grupo de niñas en el pasillo de junto hablando y riendo, me asomé a mirar y fingí que solo pasaba mirar los carteles, y las niñas continuaron hablando, y en ese grupo de niñas estaba Chole.
-Ayer mi papi me llevo llevo a la juguetería más grande la ciudad a comprar la nueva muñeca que le había pedido-contó una de ellas.
-Si, el mio tambien prometio comprarla si tenía buenas notas este mes-aseguró otra.
-Wow, sus papas suenan como unos muy buenos-dijo Chloe.
-¿Y qué hay del tuyo Chlo?-pregunto una con un tono inocente-Nunca hablas de él, ¿'Como es?
-Callate Katy, sabes que ella no tiene-la regaño la otra chica.
-No, no tengo uno, no lo conozco-respondió ella en un hilo de voz, como si fuera a ponerse a llorar.
Algo en mí se quebró al oír su voz así. Queria saltar ahi y abrazarla, consolarla, no queria que llorara, queria verla feliz, no sabia cual era aquel sentimiento, pero era nuevo y solo esa niña lo despertaba, un instinto protector que solo su Lauren había despertado alguna vez.
La campana sonó, indicando el comienzo de las clases, las dos niñas se fueron pero Chloe camino lentamente por el pasillo, de manera triste, arrastrando sus pies y puede hasta oír un pequeño sollozo. Se me partía el corazón verla así, pero sobre todo saber que yo podía hacer algo pero a la vez no, Anna me mataría si yo hacía algo.
La ví limpiarse las lágrimas con las mangas del suéter azul del uniforme y entrar a su aula. Creo que nunca me sentí más impotente que en ese momento. Me juré a mí mismo en ese instante que apenas saliera ese maldito ADN, me juré que esa niña no lloraría nunca más, no bajo mi guardia.
Fue en ese momento que descubrí que clase de padre quería ser, uno que la hiciera reír todo el tiempo, que la tratara como a princesa que era, que la llenaría de regalos todos los días, que la llevaría a recorrer el mundo, que le espantaría todos los pretendiente porque ninguno sería suficiente jamás, que la abrazaría a todo momento, que la cuidaria de cualquier cosa.
Busque en mi bolsillo y encontré la muestra del ADN. Busque en mi celular el lugar que mi padrino me había sugerido y me encaminé hacia allí. Ese día marcó un antes y un después en mi vida y jamas lo olvidare.
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Eight Years Between Us (Ocho Años Entre Nosotros)
Teen FictionAnna lleva una vida normal criando a su hija Chloe, pero sin un padre. Ocho años después de la separación, "El" reaparece en su vida y viene para quedarse. Anna vivirá una montaña rusa de emociones mientras equilibra su vida emocional de adolescente...