La Vuelta a La Gran Manzana

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P.O.V Logan
Llevaba varios años ya erradicado en Londres. Era una ciudad hermosa pero no se comparaba con la emoción de Nueva York, extrañaba su país natal.
Logan se encontraba en su oficina empacando sus cosas, era momento de regresar a casa. Había cajas apiladas por todos lados, llenas de papeles, carpetas, cuadros, fotos de su familia y perro, un poco de todo.
-Señor Wolfvocken, lo llama su madre, pregunta cuando llegara a Nueva York-le anunció su secretaria.
-Pasame la llamada-contesto él- Hola madre, ya te dije mil veces que mañana por la mañana llegaré a la ciudad.
-Pero hoy era el día que asumiamos como familia, es una vergüenza que tu no estés aquí-lo regaño su madre.
-Madre tengo que dejar todo resuelto aquí antes de irme y abrir la nueva sede de la firma allí, ademas de trabajar contigo.
-Estas buscando excusas para no venir porque aún no superas a esa chica-lo acuso su madre.
-¡No son excusas, es verdad!-levantó la voz enfadado.
En parte eso era verdad, no podía dejar casos abiertos en Londres pero tampoco quería volver, le recordaba a ella, y el sabía que ella no estaría allí esperándolo con los brazos abiertos. Seguramente ya debía de haberse casado, tendría una familia y una casa con patio como siempre había soñado, y el no compartía ese sueño, no quería ser padre, por eso se había hecho la vasectomía.
-Madre-irrumpió todo su palabrería que había ignorado los últimos cinco minutos-debo colgar, debo terminar de empacar, adiós.
La secretaría tomo el teléfono y se marcho, dejando solo a Logan. Solo con sus pensamientos, Anna. ¿Qué será de ella?
Tomó su celular y la buscó en Facebook "Anna Burgois". Entro en su perfil y vio que en sus fotos aparecía una niña, rubia de ojos azules, muy parecida a ella, aún así no había rastro de fotos de su marido, solo de la niña.
-Que extraño- pensó el en voz alta.
Dejo el celular y volvió a enfocarse en la mudanza, era imposible que la encontrara nuevamente, y seguramente, ella no querría verlo ni en fotos, ya que nunca respondió a sus llamados luego de la pelea antes de irse a Londres.
Se acercaban las cuatro de la tarde y debía irse a su departamento a terminar de empacar para irse, debía volver, por su madre y su hermana, que la necesitaban mas que nunca para enfrentar ese nuevo desafío.

Eight Years Between Us (Ocho Años Entre Nosotros) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora