Algo por lo que vale pelear

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P.O.V Logan

Luego del episodio del almuerzo, Anna se fue tan rápido con esa otra maestra que no me dio tiempo ni a decir "ah". Necesitan una explicación, dijimos que las decisiones sobre Chloe las tomaríamos en conjunto, y esa elección de la feria fue todo menos mutua. Estaba indignado,¿Cómo podía confiarle nuestra hija a ese extraño?, ¿y si era peligroso?,¿y si secuestraba?, debía deshacerme de el ese día, debía haber algo con lo que pudiera entretenerlo y sabía quien podía hacer eso posible.

Me fui casi trotando a la oficina de mi madre, la directora, para darle la mas brillante idea de todas. Era casi ideal, si lograba que ella aceptara y lo encajaba en algún puesto todo el día, yo quedaría solo con mi hija por primea vez, sería el primer paso para lograr entramar una relación con ella. 

Corriendo por los pasillos, completamente abstraído por mis pensamientos, me lleve puesto algo, mas bien dicho, alguien, y no cualquiera, era El, McBonito. Ambos caímos al suelo, veníamos muy deprisa y no nos vimos. Me levante lo mas rápido que pude y vi que se le había caído el celular, y pude avistar una conversación con una chica en su celular, lo tome antes de que se diera cuenta y lo guarde sin que me viera mientras el estaba distraído levantando sus papeles:

-Oh, no sabes cuanto lo siento-me disculpe falsamente, levantado unos papeles para no quedar como un grosero y entregándoselo cuando se incorporo. 

-Gracias-agradeció de mala gana los papeles que le entregaba- Descuida, ambos veníamos entretenidos- dijo y se marcho rápidamente por el pasillo.

Me subí al ascensor y apenas cerro la puerta, tome el celular y le cambie la contraseña para que no se me bloqueara, y lo guarde nuevamente en mis bolsillos, debía revisarlo rápido antes de que se diera cuenta que le faltaba. Pero primero debía llevar a cabo mi primer plan maligno.

-Toc toc-le dije a mi madre mientras golpeaba la puerta de su oficina- ¿Estas ocupada?

-Para ti nunca lo estoy, pequeño-me respondió usando su voz de mamá de un bebe, odiaba eso, detestaba que aun me tratara como un bebé- ¿Que puedo hacer por ti?

-Mas bien, vengo a decirte que conseguí un voluntario para el puesto de arco y flecha de la feria del jueves- le respondí sentándome en una silla frente a ella-Es el profesor de literatura del secundario, Derek, el no tiene un puesto asignado, y se me ocurrió que el podría hacerse cargo.  

-¡Eso es genial!-exclamo emocionada mi madre- Lo notificare enseguida, ¿ves que siempre eres de ayuda?-dijo y se me acerco para darme un beso en la mejilla, dejándome su labial marcado en la piel- Oye, límpiate antes que la chica rubia lo vea.

-¿Chica rubia?-pregunte extrañado.

-La profesora con la que saliste el Domingo, Lauren me puso al tanto ya que tu nunca lo haces, me agrada más que esa Isabel- me comento limpiándome la marca con su pañuelo- Es una buena chica, tiene hijos, debes ir con cuidado, no te los vaya a encargar.

Un pánico súbdito invadió mi cuerpo, maldita sea, si llegaba darse cuenta antes que Chloe de la verdad, me mataría ella, y luego me revivirían para que Anna me volviera a matar. Luego de una incomoda y eterna charla con mi madre de como tratar a una mujer con respeto, el cual ya era como un disco rayado para mí, logre escaparme de las garras de mi madre.  

Camine tres pasos y me encerré en mi oficina, con llave y toda la seguridad que meritaba la situación, yo mas que nadie sabia que lo que estaba por hacer era completamente ilegal. Busque Tinder o cualquier otra aplicación de ligue, pero no tenía ninguna. Luego entre a sus redes sociales, pero nada.  Y por ultimo, ya casi rendido, entre a su Whatsapp. Y bingo, allí estaba, una conversación que en mi situación valía oro. 

Leí con atención cada mensaje desde el principio de su conversación hacía un mes atrás. Cada mensaje lo incriminaba mas a medida que avanzaba. Resumiendo, el se estuvo viendo con una chica, una alumna de la escuela, de ultimo año. Y no solo fueron por unos tragos, sino que tuvieron sexo y todo. Ademas de mensajes habían fotos de la chica no muy apropiadas para intercambiar con el profesor y hasta vídeos que ni siquiera me atreví a ver. Esto era suficiente hasta como para despedirlo de la escuela, ¡ESO VALÍA ORO!, pero lo peor de esto no era eso, los últimos días la chica confesaba tener un retraso, oh oh, McBonito pasara a ser McPadrecito. 

Tome todas las fotos necesarias, volví a cambiar la contraseña, y me encamine hasta donde sabía que iba a estar el en ese momento. Debía pensar muy bien mis palabras y mi propósito del chantaje, así lograría que se alejara de Anna, ese tipo me daba asco. 

Cuando sonó la campana que indicaba el receso, entre al aula donde estaba, previo esperar que todos los alumnos se fueran. 

-¿Qué puedo hacer por ti?-me dijo sentándose como un hippie sobre el escritorio mientras yo lo miraba parado bloqueando la puerta cerrada, el único acceso y salida del salón.

-Cuando tropezamos, tu teléfono se mezclo entre mis cosas, venía a devolverlo- dije y le tendí el teléfono, pero antes de que lo tomara, lo aleje de el- Pero antes, yo que tu tendría mas cuidado de con quien me relaciono, las menores de edad están prohibidas, y aun mas las alumnas.-le aclare seriamente. Su cara empalideció, sus ojos reflejaban miedo, miedo a ser descubierto- ¿Anna no es un poco mayor para tu gusto?-le lance con aire victorioso.

-No puede probar nada-negó furioso, pero manteniendo la compostura, no quería que nadie por fuera del salón supiera de que hablábamos.

-Yo tengo todas las pruebas que necesito, no te delatare, no es mi estilo, pero aléjate de Anna- le dije muy serio- No te mereces ni un "Buen Día" de su parte.

-¿Y tu sí?-se paro, poniéndose a mi altura, de manera amenazante- Tu tampoco eres un santo.

-Pero tengo la conciencia limpia, a diferencia de ti- le culmine la discusión- O la dejas, o yo te delato con la policía, elije sabiamente- me miró con todo el odio del universo, pero no respondió- Eso imagine, a por cierto, futuro Papi, el jueves te encargaras del puesto de arco y flecha- le dije apoyando el teléfono en la mesa y luego me di la vuelta para marcharme.

-Eres el padre, ¿cierto?- dijo con tono burlón, buscando que yo reaccionara mal. Me quede de espaldas, atónito ante el descubrimiento que había logrado- Ella nunca te querrá, nunca la harás feliz.

-¿y tu sí?-le lance con enojo, pero sin voltearme- Eres la clase de basura que ella detesta, los mentirosos que usan a las mujeres y luego las tiran , como esta chica, debería darte vergüenza- finalmente me voltee hacia el- Pero también te equivocas, ella nunca te querrá a ti, porque a mi ya me ama- me retire del salón, dejándolo solo, pero con todos sus errores, esperando que Anna quedara libre de ese idiota, y si no era así, yo mismo me desharía de el. 

-¿Hablaban en serio?-pregunto una voz familiar. Era la voz de Anna, que había oído todo. Estaba atónita, al borde del llanto.

-Lo siento, en serio lo siento-le dije y la abrace- Ese tipo es una basura.

Ella se acurruco y la arrastre hasta otro salón vacío para que los alumnos no la vieran. 

-Soy una tonta-susurro- Una imbécil.

-No podías saberlo, no había manera-le consolé y apoye mi pera sobre su cabeza.

Continuamos así un rato, y por la ventana se veían las gotas caer por la ventana. Ella seguía maldiciéndolo, maldiciéndose a si misma, maldiciendo todo. 

-Gracias-soltó finalmente apartándose un poco- Por defenderme.

-Para eso estoy, como en la secundaria, para defenderte de los matones-le dije levantando su basrbilla haciendo que me mirara- Vale la pena pelearme con un idiota, si es por ti.






Eight Years Between Us (Ocho Años Entre Nosotros) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora