20 | Sus Ojos color miel.

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— Está muy bueno — Comenté llevado el cubierto enrollado en pasta a mi boca.
— Gracias — Dijo Erick —¿Estas listo para volver a la escuela hoy? — Me quedé en silencio por unos segundos.
— ...Eso creo — Sentí su mano cálida rodear la mía y le miré. — Gracias — Le Sonreí.
Después de desayunar nos alistamos y cogimos el auto bus a la escuela. Al entrar a clases todo estaba igual desde que no vine. Richard y Zab me esperaban en el puesto de siempre. Miré a Erick.
— Hablamos luego — Le dije.
— Vale amor — Dijo en un susurro. Le guiñe el ojo antes de ir a sentarme con los chicos.
— Hola! — Saludé acomodandome en mi silla.
— Hola Jo! ¿Como has estado? — Preguntó Rich.
— Pues... Creo que bien — Sonreí a medias.
El día de clases pasó rápido, en una que otra clase mi mirada se encontraba con la de Erick y le guiñaba el ojo sacando una sonrisa ruborizada, eran tan tierno! Me encantaba hacerlo Sonrojar. En la salida Richard me esperaba afuera como siempre para llevarme a casa. Lo vi recostado a su camioneta que el llama "Tortuga" tanto por su tamaño y su velocidad. Me acerqué a el y le saludé.
— Hola — Le Sonreí.
— Vamos amigo, Subete — Hizo seña a su auto para que subiera — Tienes muchas cosas que  contarme.
— Si Rich, pero será luego, Me iré con Erick. — Su cara cambió drásticamente a una de asombro. — Vale, Vale. ¿Que está pasando entre ustedes dos? — Inquirió. Rodé la mirada algo nervioso y entrelace mía dedos para buscar seguridad.
— Nada — Le dije mientras mantenía mi mirada fija en cualquier punto menos sus ojos.
— Quisiera que me miraras y me repitieras eso. — Solté un bufido cruzandome de brazos para luego sostenerle la mirada.
— Nada — Lo miré por unos segundos y luego La volví a desviar — ¿Contento?
— Cuando quieras contarmelo acá estaré para escucharte — Se monto al auto cerrando la puerta de un portazo para luego prender el motor — Mejor amigo — Hizo énfasis en eso ultimo dicho y puso a andar el auto sin esperar una respuesta de mi parte. Solté un suspiro y me  dirigí hacia donde se encontraba Erick.
— Hola Cariño — Me saludó.
— Hola amor — Miré a mi alrededor fijándome que no estuviera nadie por ahí y agarré sus mejillas en mi mano estirando sus labios y deje un beso sobre ellos una y otra vez.
Nos montamos al auto ubicándonos en nuestros puestos. Erick introdujo la llave para Encender el motor.
— Tengo hambre bebé ¿Vamos a Un restaurante?  — Propuse.
— Ay Amor — Me miró y arrugo su rostro en desagrado — En la casa hacemos comida.
— Pero eso demora demasiado.
— Y ¿Tienes mucha?
— Si, mucha — Sobé mi panza y hice un puchero haciéndole sacar una risa a Erick donde salia a la vista su hoyuelo derecho. Las comisuras de mis labios evidenciaron una sonrisa tonta ante esa hermosura. Se inclinó hacia mi y Me tomó las mejillas con su mano haciendo de mis labios estirarse.
— Hambriento  — Me encogi en el puesto quedando mi cabeza a mitad del sillón haciendo ojitos de cachorro mientras lo miraba. — Eres una ternura! — Río. Se inclinó para dejar un beso en mis labios moviéndolos por unos segundos. — Vamos — Se volvió a acomodar en su puesto — ¿A que restaurante quieres ir? — Di un brinco acomodandome en mi puesto con una enorme sonrisa en mi rostro.
— Se me antoja Una Pechuga Rellena de jamón y Queso bañada en salsa bechamel con patacones Bien crocantes y un enorme jugo Frappé de tomate de árbol o fresa — Solté un suspiro ante imaginarme esa deliciosura y mi barriga gruñó.
— Ya se donde Quieres ir. — puso el auto en marcha andando hacia Restauran't el Colombiano.
Llegamos al restaurante y un mesero nos llevó hacia una mesa desocupada. Tomamos asiento y pedimos nuestros almuerzos. Erick pidió carne asada con Patacones y Un Jugo de Fresa. En 20 minutos la comida estaba en nuestra mesa.
— Buen provecho — Le dije y comencé a devorar la comida, tenia demasiada hambre.
— Amor calma — me tomó de el brazo para que parara.
— Lo siento pero en realidad tengo demasiada hambre.
— Como si no hubieras comido — Rodó los ojos.
— Vale me calmo.
— No quiero que te comportes así este sábado en la cena con mis padres — Bajó la cabeza ocultando su sonrisa. Quede perplejo y trague grueso.
— ¡¿Que este sábado que?!
— No sabia como decírtelo — Me miró — Le comente a mis padres que quería que conocieran a un amigo y me dijeron que fueras el sábado, pero claro... Todo es si quieres — Bajó la mirada.
— ¡Claro que si bebé! — Dije emocionado. Sin darme cuenta me había abalanzado hacia el plantándole un beso en los labios. Cuando me acordé en donde estábamos me senté inmediatamente apenado. Miré a nuestro al rededor y Gracias a Dios nadie se dio cuenta... Creo. Erick quedo anonadado por lo que había hecho y el rubor en sus mejillas era Muy Notorio.
— Lo siento...— Bajé la mirada.
— Eso... Me ha encantado — Levanté la mirada algo sorprendido y sonriente.
— ¿En serio? — Frunci el ceño.
— Si — Tomó mi mano y la apretó — Pero, debemos tener mas cuidado. — Me sonrió guiñando un ojo.
— Lo sé...
Luego de una hora, ya habíamos comido y emprendimos la ida a casa. Al llegar Erick aparcó su auto En frente de la casa, detrás de Una camioneta Ford Negra que estaba estacionada en frente de mi casa. Baje de el auto con el ceño fruncido mientras trataba de descifrar de quien podía ser la camioneta.
— ¿Sabes de quien es? — Preguntó Erick.
— No — Miré a la casa y me dirigí hacia ella. Mi corazón se aceleró mientras mas me acercaba a esta, subí el porche y solté un suspiro.
— ¿Sucede algo? — Preguntó Erick detrás de mi.
— Espero que no — Estire mi brazo para insertar la llave en la puerta y me di cuenta que esta estaba sin Seguro. — ¿No le pusiste seguro cuando salimos? — Pregunte a Erick.
— Claro que si amor — Posé mi mano temblorosa sobre la cerradura y solté otro suspiro para calmar mi respiración antes de Girarla. Al abrir la puerta entré a la casa con Erick detrás de mi. Pude ver a alguien de pie de espaldas hacia mi, Traía un traje gris, era alto, corpulento, Su cabello rizado Le llegaba a las orejas y su tez era trigueña.
— ¿Hola? — Dije. Se dio media vuelta y me encontré con sus ojos color miel. Toda mi piel se erizó y un escalofríos recorrió todo mi cuerpo. Abruptamente los recuerdos llegaban a mi mente haciendo que me mareara y dejara de sentir mis piernas.
— ¡Joel! — Fue lo ultimo que escuche antes de perder la conciencia y caer al suelo.

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Ahahahaha ¿Cuantos desmayos creen que sufrirá Joel? 😂😂 Estoy emocionado porque ahora es que se viene lo bueno!! 🔥🔥🔥 No me odien por lo que viene por favor ✌ Les dejo esta maratón de 3 Capitulos por los días que estuve desaparecido 💜 Los amo! Y nos vemos en un siguiente capitulo 👋

~Jey 🌹

Cuñados || JOERICK || •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora