18 | Un Amargo Adiós

2.1K 250 6
                                    

Durante el recorrido a casa ninguno dijo nada. Mi corazón estaba que se me salia de el pecho cuando el posó su mano sobre la mía que estaba en mi Muslo, y la apretó para luego mirarme y regalarme una media sonrisa, También le Sonreí.

— ¿Llamaste a Helena? — Preguntó Erick llevando su vista nuevamente al frente.

— Claro — Bajé la mirada entristecido — No me contestó. — Dirigí la mirada a través de la ventanilla mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla. — Gracias por estar conmigo — Le miré y posé mis manos sobre la suya. — No se como demonios vamos a resolver esto entre nosotros o que vamos a hacer y se que quieres hablar de ello pero... — Hice una pausa — No... No me encuentro preparado Er, Quie-

— Te entiendo — Me interrumpió con un tono suave — No es el mejor momento y Quiero que sepas que te voy a esperar, Todo el tiempo que sea necesario. — Le Sonreí y me incline hacia el para dejarle un beso corto en sus labios y separarme unos centímetros de su rostro y plantarle otro mas profundo y largo.

— Cariño, Estoy conduciendo — Dijo en medio de el beso. Me separe con una pequeña carcajada para acomodarme nuevamente en mi lugar aun sosteniendo su mano entrelazada con la mía.

Al llegar a casa aparcó el Audi enfrente de esta y apagó el motor.

— Te llamaré luego — Anunció Erick.
— Gracias... — Lo miré y Sonreí antes de salir de el auto y cerrar la puerta de copiloto.

— ¿Quieres que te acompañe? — Se inclinó asomando su cabeza por la ventana — No creo que Helena se encuentre en casa.

— Lo sé — Respondí — Solo... Quiero estar solo — Le di una media sonrisa.

— No es bueno que estés solo

— Si, Pero quiero estarlo. No te preocupes Er — Me incline hacia el metiendo mi rostro por la ventanilla para dejar un beso en sus labios  — Te prometo que si me siento mal te llamaré — Le susurré a unos centímetros de su rostro — Descansa amor — Deje otro beso. Su sonrisa se expandió por todo su rostro, era la primera vez que le decía "Amor" y no pude evitar sonrojarme.

— Esta es la mejor noche que he podido tener — Susurró. Mi sonrisa se apagó al recordar a mi madre y sin poder evitarlo mis ojos se cristalizaron.

— Quisiera poder decir lo mismo — Mi voz quebró y enseguida trague grueso.

— Oh Cariño — Tomó mi rostro en sus manos — Sigo pensando que no debes quedarte solo hoy. No creo que yo podré dormir, tan siquiera dejame quedarme contigo hasta que te duermas. Por favor — Suplicó.

— Er... Enserio quiero estar solo. Y como te dije Si te necesito te llamaré.

— Vale. Descansa, Te quiero demasiado.

— Yo también — Lo besé por última vez y me incorporé para luego caminar directo a casa. El celular vibró en mi bolsillo y lo saqué para contestar la llamada.

AlóContesté.
Hola Joel, Soy Helena — El corazón me dio un vuelco.
¡Helena! ¿Donde estás?
No llamé para hablar contigo, Solo quería informarte que Me llamaron de la Funeraria para decirme que hubo un inconveniente y el cuerpo de mamá nos lo entregaran mañana. — Bien...
Bien...
Hubo un silencio incomodo por unos segundos.
Helena...
Joel, No quiero que vuelvas a mencionar eso en tu vida. Si quieres pedirme disculpas las acepto y quisiera también disculparme por no ser la mejor hermana, por no aceptar lo que estaba pasando, Yo sabia que te gustaba Erick por Dios Joel te conozco de toda la vida eres mi alma Gemela y no quise darme cuenta , no quise hablar contigo solo pensé en mi y en lo que yo sentía, Fui egoísta y pido disculpas por eso pero también quería decirte que... Que me voy a Madrid-España
— ¡¿Que!? — Mis ojos se abrieron de par en par — ¿De que hablas?
Esto de mi madre me ha dejado tan destrozada... — Su voz se quebró — Y Quiero retomar nuevamente mi vida, Quiero un nuevo ambiente, conocer nuevas personas, experimentar cosas nuevas... Quiero vivir mi vida.
— ¿Lejos de mi? — Un nudo se formó en mi garganta.
Quiero empezar de nuevo Joel...
— ¿Me olvidarás?
Claro que no! Eres mi hermano, solo... — Se quedó en silencio por unos segundos — Joel... T-Te amo y te voy a extrañar demasiadoSoltó un sollozo.
Helena...
Me hubiera gustado despedirme de tiColgó la llamada antes de dejar que le respondiera.
— ¡Helena! ¡Helena responde maldita sea! — Se escuchó el "Pi" de la finalización de la llamada y sentí un hueco mas profundo formarse en mi pecho. Me giré quedando con la espalda pegada a la pared tragando bocanadas de el aire libre. Erick ya se había marchado, traté de sostener la compostura sosteniéndome de la puerta y empecé a sentir que todo me daba vueltas. No otra vez. Las lágrimas quemaban mis mejillas y el aire me faltaba a pesar de que me encontraba afuera, mis piernas se debilitaron y caí al suelo perdiendo la conciencia.
Cuando abrí los ojos me encontraba recostado en mi pequeña cama, Frote mis ojos con las manos para poder abrirlos bien. Miré a mi izquierda Encontrándome con un Tierno Erick dormido en el sillón. Me incorpore y le llamé.

— Erick — Sus ojos fueron abriéndose lentamente y al verme se abrieron de par en par.

— ¡Amor! ¿Te encuentras bien? — Se acercó apresurado a mi y me tomo por la mejillas para analizarme. Bajé la mirada al recordar lo de Helena.

— No mucho.

— Te encontré desmayado en la puerta de tu casa, Por alguna razón me sentía inconforme y  regresé.

— Gracias amor — Cerré los ojos mientras aún sostenía mi rostro.  Cuando los abrí para encontrarme con los de el, las lágrimas que tenia reprimida por los ojos cerrados salieron a montones. Erick las limpió con su pulgares y dejó un beso en mi frente.

— Yo no me iré. Aquí estoy  — Clavó su mirada en la mia — Y estaré siempre para ti.

— Gracias — alcancé a decir antes que saliera un sollozo.

Volví a recostarme en la cama a medio lado para darle espacio a Erick quien se acostó en mi misma posición en frente de mi. Me apagué mas a el y tapé mi rostro en su cuello, Pasé mi brazo por su cintura para poder sentir mas su calor corporal. Este Pasó su brazo sobre mis hombros y me apretó. Cerré los ojos y me perdí completamente en su aroma quedándome dormido.

Cuñados || JOERICK || •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora