Madeline
Dos años, eso había pasado desde los acontecimientos y con la única que conté en ese tiempo fue Sabrina, mi madre biológica, termine mi segundo año en la preparatoria de Brooklyn, eso habíamos acordado y volvería para estudiar mi último año en Irlanda, había aceptado ir con ella sin preguntar más, ya no tenía a nadie, la familia de mi padre no volvió a visitarme después de su funeral y darme su pésame —eso no lo traería de vuelta—, mire las casas mientras Sabrina conducía, mostrándome un poco curiosa porque al ser un pueblo el color de sus casas eran muy alegres.
Un nuevo inicio, un nuevo hogar y una nueva familia, era lo que me esperaba de este lugar.
—Llegamos Madeline — asentí y cuando iba salir del coche mi madre tomo mi muñeca —, sé que cambiar toda tu rutina de la noche a la mañana será complicado pero estoy yo, te ayudaré si me lo pides y, me siento feliz que hallas accedido a mudarte conmigo, solo espero recuperar todos estos años perdidos.
—No será complicado... Solo que, es la primera vez que cambio de ciudad sin mi padre — hablé mientras abría la puerta del auto y antes de salir me detuve —. Y tranquila, en estos ochos años perdidos él siempre hablo maravillas de ti.
Una vez termine de hablar salí del auto y cerré la puerta para rodear el coche y abrir la cajuela, empecé a sacar mis maletas una por una. En cuanto puse mi mochila en mi hombro tomé dos de mis tantas valijas pero sentí una manos tibias sobre las mías y por inercia mire hacia arriba encontrándome con un chico con varios lunares en su rostro, sin duda era guapo y entrometido.
—Déjame te ayudo — no me dejó responderle cuando quitó mis manos y cargo mis dos maletas, ¿Y este que se cree? —. ¿Cómo les fue en el viaje señora Wilson?.
Pregunto mientras mi madre cargaba una caja y le dedicaba una sonrisa de agradecimiento.
—Se podría decir que bien Patrick, aunque quizás se le complique adaptarse a un lugar nuevo.
No sabe nada, la mayoría del tiempo me la pasaba cambiando de lugar uno tras otro por el simple hecho de que era inestable, podría acostumbrarme una vez más. Suspiré y tome mis últimas valijas para después caminar hacia el que sería mi nuevo hogar. Dentro de la casa se distinguía la diferencia de donde antes vivía, con papá siempre nos decidíamos por una casa pequeña para no llamar mucho la atención y tenía lo necesario para dos personas sobre lo demás, muebles, camas, closets, etc. nunca nos limitamos, si nos gustaba algo lo llevábamos, lo que por fuera no era llamativo lo era por dentro.
—Será nuestra última parada, te lo aseguro Made.
Fueron sus palabras, cinco años duramos en ese lugar, todo iba bien y era más tiempo del que estábamos acostumbrados, por razones que contaré más adelante nos la pasamos cambiando de países y ciudades constantemente, hasta que llegamos al que sería nuestro último y definitivo hogar —al menos eso había sentido, que cuando llegamos a Brooklyn, ese era el adecuado, que ingenua fuí—, empezaba a encajar hasta los últimos meses que todo se complicó y ellos me descubrieron, ¡maldición! si solo hubiera sido más discreta... Ahora he vuelto a mudarme pero en esta ocasión me tocará protegerme y adaptarme sola.
—Tú debes ser Madeline, James siempre nos mandó postales donde nos contaba maravillas de ti — mire al hombre que no se veía tan viejo cómo siempre imaginé, en mi defensa mi padre siempre decía que a Sabrina le gustaban los viejos canosos por eso nunca estuvo con hombres tan guapos como él, vaya que eso me reconfortaba siempre, si supiera que tengo al "viejo" de su ex esposa frente mío —. Has crecido mucho desde la última postal, ya eres una señorita, supongo que debes estar cansada, déjame te enseñó tu habitación.
Mire un momento a mi madre cruzándose mi mirada con la del chico que me ayudó, intenté que fuera conmigo y no me dejara con el "viejo" pero fue en vano, ella asintió diciéndome con la mirada que estaría bien.
—Ve Made, te gustará tu habitación, luego hablaremos con más tranquilidad sobre todo — miro a través de mi hombro al "viejo" y le sonrió, ¿a papá le sonreía de aquel modo cuando estaban juntos? Borre ese pensamiento de mi cabeza, no quería atormentarme más —. ¿Puedes llamar a Jax en cuanto termines de ayudarla? Quiero que se conozcan.
Otro hijo... ¿Que más sigue? ¿Los padres de mamá intentando hacerse parte de mi vida después de unos años ignorando mi existencia? Esto iba cada vez mejor, cuando acepté venir con ella creí que seríamos solo ella y yo, pero olvide que las mujeres pueden volver hacer sus vidas sin complicaciones.
—Claro amor — sentí una punzada, ¿porque no tuve está familiaridad con mis dos padres juntos? —, quizás después le enseñemos la ciudad juntos.
Lo menos que quiero es sentirme que estoy de sobra en su familia feliz, aparte mi mirada de mamá y me distraje con la nada.
—¿Esta de broma señor Hoffman? Su esposa debe estar agotada por el viaje y las tantas cosas que la mantenían ocupada — le mire frunciendo mi ceño y luego me di cuenta que captó que aún no me sentía cómoda estando con toda la familia sacada de revista —. Yo puedo enseñarle la ciudad sin algún problema, claro si ella acepta.
Los tres esperaban una respuesta de mi parte y yo aún seguía mirando al chico, ¿es que todos son amables en este pueblucho? Quizás sea más fácil encajar aquí de lo que pensé en el vuelo.
—Claro, descansa mamá — seguía sintiéndose raro llamarla de ese modo —, aún me queda un poco de energía para visitar algunos sitios de este lugar, además necesito un poco de aire fresco.
Por no decir que me estaba asfixiando con ella y el "viejo" de amables. Le sonreí para que accediera más fácil y observará que estaría bien, no duró mucho hasta que asintió aprobando que saliera.
—Genial, soy Patrick, tu nuevo vecino y futuro amigo — me guiño mientras depósito un beso en mi mejilla, ¿quién le permitió tanta confianza?
—Madeline, tú dime Bennett.
—Madeline — me reprendió mi madre.
—Tranquila señora Wilson, ya verá que pronto nos llevaremos bien — volvió a besar mi mejilla y yo fruncí mi ceño, ¿Que le pasaba? Juro que la siguiente persona que tome este tipo de confianzas recibirá un buen golpe —, vendré por ti a las seis y media así que opta por algo cómodo.
Asentí y se giró hacia la salida, observé cómo salió de mi nuevo hogar, Sabrina carraspeo y la mire tan pronto lo hice obtuve una mirada de advertencia, ¿y ahora que hice? Señaló a la puerta y fruncí el ceño unos minutos cortos y fue cuando reaccione, había sido mal educada y él muy amable, esto me hubiera costado algunas monedas en el viejo tarro de papá. Salí de casa antes de que Patrick pudiera irse a quien sabe dónde y lo tome del hombro.
—Gracias, me has salvado de convivir con la familia feliz.
—No hay de que, era obvio en tu mirada que aún no estabas lista para una reunión familiar — tomo mi mano para alejarla de su hombro y se giró sonriéndome —, pero dales una oportunidad, te acostumbrarás tarde o temprano. No son malas personas.|••|
¡Hola personas! Otro capítulo, un tanto largo pero no como estoy acostumbrada... Solo serán unos cortos capítulos para que Madeline se acostumbre a su nuevo hogar, mientras tanto...
¿Actores hombres que parezcan adolescentes de unos 18/19 años?
¿Que opinan hasta ahora?
Esto es todo por ahora, no olviden regalarme una humilde estrellita o un comentario para estar al tanto si les está gustando la historia hasta el momento. ✨✨
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La Banshee | EN EDICIÓN
FantasyGritos, dolor, desesperación, desasosiego, tristeza. Y sobre todo muerte, es de lo que se trata mi vida. Ya no puedo escapar porque el problema siempre ha estado en mi. Si te dijera que soy peligrosa, ¿Te asustarías? Crecí oyendo comentarios sobre...