Madeline
Aquella mañana había decidido ir a clases aunque Sabrina había insistido en que no lo hiciera por lo sucedido anoche pero al final pude convencerla que podría ir a clases sin ningún problema, vamos aquí nadie me conoce aún así que no notarán a una más que fue parte del incendio.
Ay Madeline, cuanto te equivocaste debiste quedarte en casa. Esa era yo hablando en tercera persona sobre mi, y era verdad en cuanto empecé a caminar por los pasillos junto a Patrick sentí múltiples de miradas sobre nosotros, no sabía que pasaba, ¿Acaso en el periódico habían puesto nombre y apellido de los que estuvieron involucrados? Imposible, no supe ni porque lo hice pero me aferre al brazo de Patrick.
—¿Soy yo o nos están mirando todos?
—Eres tú — suspiré aliviada pero no me separé —, porque solo te están mirando a ti.
—¿Que? Pase de no ser notada, ¿A ser el centro de atención? — mire de reojo a todos los estudiantes y negué confundida —, ¿Y yo que hice? Nada, así que no entiendo.
—Saben que tú y yo fuimos los únicos que no perdimos la cabeza y encontramos una salida, en pocas palabras somos los salvadores del pueblo — dijo Arthur uniéndose a nosotros dejándome en medio de ambos, solté el brazo de Patrick y seguí caminando aunque un poco incómoda por las miradas.
—¿Cómo lo saben? Yo no abrí la boca, no quiero ser el centro de atención — y eso era cierto. Estar en la mira de todos y ser notada traía problemas y yo no los quería.
—Mucho menos yo, te juro que después de eso fui interrogado por mi familia, los preocupe mucho que me vigilaron durante el resto de la noche.
—Vamos Madeline no puede ser tan malo, no conoces del todo a este pueblo pero podrías ser quien les devuelva la esperanza.
—¿A qué te refieres?
—Uh, la historia de Kinsale — noté como Arthur frotó sus manos sonriendo y fruncí mi ceño —, vamos a la cafetería, será mejor.
—Me niego, habrá más personas, ¿Podemos ir a la biblioteca?
—Un lugar silencioso y poco visitado, un ambiente misterioso para esta historia, me gusta cómo piensas Maddi.
¿Maddi? De nuevo la confianza de estás personas, fruncí más mi ceño pero no le tome tanta importancia al final.
—Seguro no lo decía por eso pero por mí bien, solo que será rápida, en un rato tengo historia y esa maestra es muy regañona para ser sexy.
Arthur y yo rodamos los ojos al notar la aparición de la hormonas adolescentes en Patrick.
(…)
—Bien, empieza a relatar la historia, Patrick, estaré atento a las reacciones de Madeline.
—De acuerdo. Kinsale con anterioridad era un pueblo calmado donde todos se conocían y la confianza reinaba en el lugar, las noticias llegaban a oídos de todos con gran rapidez y no fue hasta el año 1975 que se corrió la noticia de que un grupo de familia había llegado a aquel pueblo tan tranquilo, a todos les pareció normal siempre eran bienvenidos nuevos habitantes pero lo que ellos no sabían era que la llegada de aquella familia tan solo era el inicio de las desgracias de Kinsale. La familia era la noticia más famosa en aquel pueblo pero no se hizo tan conocida hasta unos meses después donde aquel grupo hizo uso de sus riquezas y empezó a comprar casas hasta que toda su familia se instalo, se decía que sus casas eran como cualquier otra desde afuera, con la pintura desgastada y el techo horriblemente lleno de caca de pájaro pero cuando entrabas toda esa máscara se acaba, por dentro se veía la elegancia de esta familia con nacionalidad Italiana, aquello de afuera era la perfecta fachada para que nadie se atreviera a meterse con esa familia.
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La Banshee | EN EDICIÓN
FantasiGritos, dolor, desesperación, desasosiego, tristeza. Y sobre todo muerte, es de lo que se trata mi vida. Ya no puedo escapar porque el problema siempre ha estado en mi. Si te dijera que soy peligrosa, ¿Te asustarías? Crecí oyendo comentarios sobre...