Madeline
La campana sonó dando fin a la última clase del día por suerte la compartía con Arthur y por primera vez Historia no se me hizo aburrido, bueno si lo veías desde la perspectiva de Arthur por supuesto. Al final estos días después de la tragedia de la fiesta me habían ayudado para conocer un poco más al chico de ojos amarillos. Era un año menor, de segundo pero era excelente en algunas materias que tomaba estás con alumnos de último año un ejemplo, Historia. A nosotros nos daba un profesor veinteañero que a veces sus clases se tornaban interesantes y algunas —como la de hoy— aburridas pero con Arthur se sentía la hora más ligera y corta.
Su nombre es Arthur McCarty, no fue hasta hace dos años que su lado licántropo empezó hacer presencia en su vida y como dijo en la fiesta es un chico inestable, cuando siente verdadero temor y angustia se sale de control sin darse cuenta, práctica con su hermana y familia. Poco se de su familia pero a quien es más apegado es a su hermana. Le gustan los videojuegos de todo tipo, si por el fuera pasaría toda la tarde en su habitación jugando pero debe lidiar con su lado licántropo para que no haga un desastre en noches de luna llena. Se sintió ofendido cuando admití que nunca me habían llamado la atención los videojuegos y tenía una consola abandonada al fondo de mi maleta. Dice ser buen cocinero. Es simpático y risueño.
Hasta el momento nos hemos llevado más que bien y hacemos las preguntas necesarias.
—¿Piensas decirle a Patrick sobre lo que pasó en la fiesta? — Pregunto curioso mientras caminaba por los pasillos.
—Fue el primero que comprendió mi situación en casa y sin conocerme me ayudó, pero si no lo veo necesario prefiero quedarme esa información.
—Pero es tu amigo, ¿No? Él debe saber a qué se enfrenta si es tu amigo, saber lo que eres.
—Lo es pero no entiendes, no es como nosotros tengo miedo de perderlo si lo sabe.
—Podrás superarlo, recién lo conoces y puedo amenazarlo para que no hable — dijo haciendo aparecer sus garras disimuladamente.
—Baja esas garras, idiota — la confianza era a veces contagiosa. Le di mis libros para ocultarlas y negué —, esto no es un juego Arthur, viví viajando por el mundo porque nunca podía controlarme y puse en peligro a mi padre y a mi, muchas veces, llegue a Brooklyn y después lo perdí todo incluyéndolo, Irlanda es mi última oportunidad, Patrick es un buen chico, no necesito involucrarlo sino protegerlo.
Pasamos por la oficina del director por lo que no pude evitar mirar y me percate de que Hamish platicaba con el director Evans de forma confidencial, desvíe mi mirada y mire a Arthur.
—Sabes podríamos hacer una búsqueda y hacer un lazo con todos los que son como nosotros...
—No — dije secamente antes de que terminara —. Esa noche solo fue suerte encontrarte y por lo que vi aún no manejas bien tu transformación, te aterraste y dejaste que eso influya en tu cambio y te arriesgaste a ser descubierto, ¿Ahora planeas que formemos un grupo? Esto no es un juego y prefiero estar sola.
—¡¿Sola?! Si nos unimos seríamos más fuertes y no correríamos el mismo peligro estando solos, seríamos como el dúo dinámico — sentí su intensa mirada, sabía que la idea de forma lazos con otros le emocionaba —, y no me juzgues a mi pude ver como tomaste tu tiempo para derrumbar la puerta, ¿Y sabes que vi en tu mirada? Muchos sentimientos acumulados así que dime, ¿Quien está peor?
Me quedé en silencio mirando y suspiré sin saber que haría mi padre en estas circunstancias.
—Quiero una vida tranquila, ya no quiero huir y él — mire a Patrick quien estaba recargado en su coche y lo señale con la mirada —, será parte de mi cambio, es el amigo que necesito, no hace preguntas sobre mi anterior vida y hace más fáciles las cosas.
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La Banshee | EN EDICIÓN
FantasíaGritos, dolor, desesperación, desasosiego, tristeza. Y sobre todo muerte, es de lo que se trata mi vida. Ya no puedo escapar porque el problema siempre ha estado en mi. Si te dijera que soy peligrosa, ¿Te asustarías? Crecí oyendo comentarios sobre...