Una omega termina en la cárcel debido a circunstancias desafortunadas, que sin embargo, peligraron su supervivencia. Gracias a los paradigmas del Alfa y del Omega, resulta ser maltratada por su entorno y los medios de comunicación. A la única person...
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En la mañana del día siguiente, JungKook avisó a SongHo que iría a ver a su cliente en la comisaría. Se preparó y se fue de su casa para comprar ramyeon y papas fritas como un desayuno –estaba lejos de ser uno sano, pero era muy temprano como para cuidarse–. En la televisión de la tienda, se mostró un infocomercial del proyecto de la Ley de Una Sola Marca, con HwaSeon robándose la presencia del corto vídeo.
—Ya verás, HwaSeon, ganaré este maldito caso.—susurró antes de irse de la tienda.
Cuando entró a la comisaría, estaba un poco menos atiborrado. En comparación de la mañana de ayer, el gentío había disminuido considerablemente, aunque se podía notar cierta turbulencia en los presos que se sentaban frente a los detectives, que debían estar calmándolos para conseguir información.
Supuso que Choi KiYeon debía estar en uno de los aposentos de encierro al fondo, porque las jaulas descubiertas no revelaban ese olor a chocolate amargo, y la mayoría encerraban a alfas hombres. Así que para poder hablar con ella (o por lo menos saber su estado) se acercó a uno de los oficiales de segundo grado, que se posaban en la entrada, para que le dieran permiso y le guiaran hacia la omega.
—Soy el abogado de Choi KiYeon, vengo a revisar su estado.
—Ah, por aquí.
Efectivamente ese oficial lo guió hacia donde estaba KiYeon, no obstante, ella dormitaba en la primera jaula que se presentaba a la vista, puesto que las demás estaban vacías. JungKook dio un resoplido y se sentó en uno de las bancas que se mantenían frente a las jaulas.
— ¿Quiere que la despierte? —consultó el oficial, moviendo las llaves que tintineaban entre sí.
—Oh, no. No es necesario, esperaré a que despierte. —JungKook dio una reverencia para que el oficial no se preocupara. El otro chico movió la cabeza, haciendo una mueca y se dio la vuelta para dejar solos al abogado con su cliente.
JungKook miró al frente y revisó el lugar donde se encerraba su cliente. No había nada especial aparte de la chica, quien estaba de lado y dormía tranquilamente con una manta.
"¿Por qué su alfa la dejó así?"
La pregunta de su loba lo dejó anonadado. Su loba estaba despierta, ¡y la podía escuchar con total claridad! Era una absoluta sorpresa para el abogado, dado que ahora estaba solo y quizás tenía la oportunidad de tomar conversación, y preguntar por qué había dormitado en todos esos años (excepto por aquella vez en que se presentó como alfa).
—No lo sé. Quizás lo descubriremos pronto.
"Su aroma me relaja."
JungKook tragó saliva. —Lo sé, pero...
"Sé que no te gusta." El abogado se sentía extraño, y puso su mirada en el suelo, jugando con sus manos. "Pero a mí tampoco me gusta ese olor del otro."
