🐺022🐺

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«Malos, malos»

En el departamento ajeno, ambos esperaban pacientemente a su 'amigo' en común en el sillón

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En el departamento ajeno, ambos esperaban pacientemente a su 'amigo' en común en el sillón. JeongWoo era horrible en mantener conversaciones superficiales y JiMin era horrible en manejar silencios incómodos.

Era por ello, que el omega pelirrubio suspiró de alivio cuando JeongWoo empezó la conversación. Sin embargo, tener el olor a pino y madera descolocándolo lentamente era, hasta cierto punto, tortuoso...y quizás adictivo.

—Te digo, los nuevos lanzamientos de la E3 de San Francisco apestan.—comentó JeongWoo bastante irritado, puesto que como no podía ir, tuvo que aguantar varios tráilers de los videojuegos hasta que se rindió en encontrar alguno que le gustara.

—¿No te gustó ninguno? —JiMin apoyó su codo en el respaldo del sillón, mirando a JeongWoo fijamente.

—Ninguno, JiMin. Lo único que me gustaron fueron los controles de Nintendo y eso que son regulares, ¡no son extraordinarios!

—Pero tienes una oferta de ellos, ¿no es irónico?

—¿Irónico? ¡Yo diría hasta que no tiene absolutamente ningún sentido! —exclamó un poco exagerado, pero nada que pudiera molestar a JiMin.— Pero como me consideraron para un puesto, puedo premiarles una semilla de duda.

Inconscientemente, JiMin se acercaba de a poco a la cara de JeongWoo pero nunca pertubándolo. Con un poco de pavor en su voz, escondiendo la ansiedad que le carcomía por dentro, se aventuró en preguntar si consideraba aceptar la oferta.

—No lo sé, JiMin.—No era la respuesta que el mencionado esperaba.—Si no tengo motivos para empezar de nuevo aquí, supongo que tendré que ir a Tokio.

"No lo hagas, te voy a extrañar si lo haces." murmuró el lobo de JiMin, a través de aullidos suaves y tristes.

Pero JiMin pensaba distinto: gracias a su inseguridad, creía que si se confesaba, quizás JeongWoo lo rechazaría por ser parte de su misma clase. O quizás porque erróneamente pensaría que lo trataría de frenar, lo que estaba alejado de la realidad de los sentimientos de JiMin.

Claro que no quería detener a JeongWoo de perseguir otra vez sus sueños. Maldición, incluso se apuntaría a clases de japonés para acompañarlo a vivir a Tokio. Pero su timidez y su temor al rechazo no se lo permitían.

Sin embargo, como era inconsciente de sus actos, no se dio cuenta que, movido por la adicción a oler más y más su aroma a pino y a madera, estaba peligrosamente cerca de la mejilla de JeongWoo. Incluso éste último sentía la respiración de JiMin cosquillear en su piel, pero no hizo más que voltear la cara a un lado: precisamente hacia donde se encontraba JiMin.

JeongWoo quería decir algo, preguntar porqué estaba tan cerca que lo ponía demasiado nervioso –no podía hallar alguna explicación de estar tímido cerca de un omega como JiMin–, inclusive quería regañar a su lobo de estar doblemente excitado –en muchas formas– cuando estaba con JiMin. ¡Y estaban los dos solos en el departamento de JungKook! ¡¿Cuán desastroso iba a resultar?!

Estado de Inocencia『JJK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora