Una omega termina en la cárcel debido a circunstancias desafortunadas, que sin embargo, peligraron su supervivencia. Gracias a los paradigmas del Alfa y del Omega, resulta ser maltratada por su entorno y los medios de comunicación. A la única person...
✪ N/A: Las letras cursivas pertenecen al pasado, porque aquí tomé un pequeño salto en el tiempo. Cualquier duda me preguntan :D. ✪
«Indicaciones»
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Cuando KiYeon se instaló en su prisión, miró a JungKook y con una hesitación más o menos sublime, preguntó que debía hacer si la trasladaban a la cárcel de Seondaemun.
—Lo primero que debes hacer, señorita Choi, es estar tranquila cuando te obliguen a subirte al bus azul.
Cuando se subió al bus, eligió un asiento de la zona del medio y se apegó a la ventana, escuchando como estampaban la puerta llena de cables metálicos y duros que impedían abrirla.
—Según mi amigo, no debes hablar con nadie en el bus.—prosiguió JungKook un poco pensativo. No sabría corroborar el dato que le entregó TaeHyung.
—Trataré de hacer eso.—dijo KiYeon aunque para ella era fácil, dado que le era natural aislarse, ni hablar con nadie, permitiéndose vivir en una soledad infinita.
No permitió a sí misma hablar a nadie durante el largo camino, ni siquiera para reclamar ante la guardia que había una alfa que soltaba chispas de ira y que apestaba el ambiente haciéndolo difícil de respirar. Escuchó a su lobo llorar, pero no sabía cómo consolarlo.
«Recuerda su aroma, por favor. Lo necesito».
Canela con pizcas frutales.
—No.—se susurró.
«Por favor».
Suspiró y con vergüenza, recordó a su olfato el aroma de su propio abogado. ¿Qué estaba haciendo?
Su lobo se lo agradeció con un ladrido juguetón.
—Todo por ti, lobito.—musitó triste, no parando de recordar a su abogado y su sublime expresión de concentración cuando explicaba cómo era el recorrido hacia la prisión.
—Cuando llegues a la prisión, sigue los órdenes de los guardias. Si te dicen que te bajes antes de una omega furiosa o una alfa triste, lo haces.—declaró el abogado con total confianza, y agradeció a su amigo por hablar todo el tiempo sobre sus experiencias en la prisión.
—Pero, ¿qué pasa si me da miedo o me hacen algo? —cuestionó KiYeon con pavor.
—Te tragas el miedo y sé valiente, así como lo hiciste en el interrogatorio.—sonrió mostrando unos genuinos dientes que enternecían a la omega.—No fue lo indicado, pero fue mi culpa porque no te pude ayudar antes. No te preocupes, confía en mí, lo solucionaré.—comentó un poco divertido.—. Recuerda, no te asustes por nada del mundo.
