🐺013🐺

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«¡Conoce a tus nuevos compañeros de prisión, KiYeon!»

Ulteriormente, la omega podía describir su primer día como atemorizante

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Ulteriormente, la omega podía describir su primer día como atemorizante. Estaba al tanto de la condición de su compañero, y por más que fuese amigable, lo cierto era que KiYeon no podía formar conversación sin querer llorar. HoSeok trató de integrarla, pero al cabo del almuerzo, él se fue con su grupo de compañeros.

La omega entendía eso a la perfección, y en efecto, se quedaba en una esquina. Escudriñando peleas constante entre los betas y los omegas, grupos grandes que mezclaban los dos clases, muestras de afectos entre omegas y betas.

Una guardia se acercó y le dijo que debía anotarse para trabajar como voluntaria en cocina «si no quería ser inútil», declarado en un semblante neutral.

Como no tenía más opción, aceptó. Sin embargo, no se le ocurrió que debía ser en el momento y lo comprendió cuando la guardia indicó la cocina en un movimiento de cabeza.

—¿Debo ir ahora?

—Sí, sólo lava los platos.

Definitivamente lo hizo y terminó muy agotada. De una naturaleza tímida, no pudo entablar charlas con alguien de la cocina porque siempre se ponía nerviosa y los demás no cooperaban en tranquilizarla en vista de que depositaban lo sucio toscamente en el lavabo.

Cuando llegó a su celda, se acostó con afán en su cama y cerró los ojos esperando descansar.

Pero no pudo.

[•••]

Choi KiYeon esperaba muchas cosas desde que ambos hombres la habían alertado de ese recluso, sea cual sea su nombre.

A causa de no dormir bien su mente se activaba vagando entre memorias, provocando que sollozase en silencio. Extrañaba a su alfa, no obstante, sabía que no volvería a verlo.

Condenada a dormir forzosamente, recordó el olor a limón que pertenecía al alma de su alfa, creando un disgusto en su lobito. El animal era bastante reticente a abrir su olfato a otros olores (aunque fueran conocidos) que no fueran el de canela con pizcas frutales.

Ya dicho anteriormente, Choi KiYeon esperaba muchas cosas pero nunca como esto. Esperaba conocer a un chico duro, peligroso y aterrador que fácilmente la repelería cada vez que se dignaría a respirar a unos metros de distancia. No un chico vigoroso, ni mucho menos de una ruidosa clase omega.

—Cielos, Tae, ¿no crees que es demasiado que me cambies de compañero cada vez que te pones celoso?

KiYeon claramente estaba despierta y podía oír con facilidad, pero aún así fingió que dormía. Intentaba no advertir a nadie con su aroma, y sus párpados temblaban debido a la presión que ella misma ejercía para no arruinar su fachada dormida.

Estado de Inocencia『JJK』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora