Todo había comenzado un poco antes, esa mañana, a eso de las once, cuando el tío Fileto apareció en la casa zarandeando un sobrecito blanco a la altura de su oreja. Sonaba como si fuera la cola de una serpiente cascabel, lo que despertó mi atención e hizo que levantara la mirada, que hasta entonces estaba fija en mi taza de mate cocido con galletitas dulces, en el plato. Estaba yo, por aquellos días, en vacaciones de verano.
Lo que vi en cuanto levanté la mirada fue a mi tío, como ya he dicho, con su avanzada calvicie, su barba inexistente, producto de un prolijo aseo personal y sus anteojos de gruesos vidrios y marcos que, solía decir él, estaban hechos de Coca Cola reciclada y vaya a saber que otra resina trasparente.
―¿Dónde está tu mamá? ―dijo, mirando con sigilo hacia el pasillo.
Mi mamá era su hermana. Vivíamos en la misma casa. No había tenido hijos, así que yo era como uno para él. Al percatarse de que mamá estaba pasando la aspiradora en la habitación del fondo, se acercó a mí procurando darle la espalda al pasillo.
―Mirá lo que tengo ―se jactó sacudiendo el sobrecito.
―¿Qué es eso, tío? ¿Drogas?
―¡Shhh! ¡No! ¡Cómo van a ser drogas! ―volvió a mirar hacia el pasillo―. Esperé mucho a que llegara... es el compuesto secreto del que te hablé el otro día. En el auto tengo la harina, la maicena y la levadura.
―Tío, ¿estás seguro de que es seguro?
―Sí, sí... viene de la Unión Soviética, ¡es inofensivo! Vos confía en mí.
Y eso hice... porque por en aquel entonces desconocía que en la Unión Soviética mantenían vivas cabezas de animales sin sus cuerpos, mandaban perros al espacio, experimentaban con venenos... en humanos, y hacían bombas atómicas ridículamente grandes a fin de demostrar quien era más patán...
―¿Y por qué brilla? ―le pregunté.
―No sé ―me dijo, y observó el sobrecito con detenimiento―, no me había dado cuenta...
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Fileto y la pelota descomunal
HumorUna gigantesca pelota de masa se cierne sobre un pequeño pueblo. El intendente Torello ha creado una comitiva para intentar solucionar el problema, mas sus frustrados intentos dejaron a todo el pueblo a un pelín de pasar a otra vida. Checho y su tío...