Victoria contaba los minutos para que llegara el siguiente día, necesitaba escuchar aquello por lo cual esperó tantos años y al fin tendría la oportunidad de hacerlo. Una crisis de ansiedad extrema se apoderó de ella durante la noche y casi cae a un precipicio de locura profunda. Tuvo que obligarse y tomar unas pastillas para dormir que siempre tenía consigo desde el día del accidente; jamás pudo dormir completamente después de eso, le era imposible, cerraba los ojos y a su mente venían los recuerdos y en sus oídos retumbaban el aparatoso ruido que se formó antes de que todo se volviera oscuro y su vida cambiara para siempre... Su despertador marcó las siete y ella ya tenía los ojos bien abiertos, durmió tres horas y sólo fue porque sus ojos le ardían y ya no podían permanecer abiertos, de un salto se levantó y se preparó rápidamente, ésta vez recargando un poco su maquillaje por las tremendas ojeras que traía consigo. Tomó un poco de café y salió casi corriendo a la empresa. Cuando llegó, no dirigió palabras a nadie y no sé preocupó en hacerlo, nadie le importaba y si fuera por ella todos desaparecerían de allí dejándola completamente sola a la espera del detective.
Finalmente su intercomunicador sonó, había estado esperando por ello desde que habia llegado era Luz, su secretaría avisándole que el detective estaba ahí, de inmediato Victoria, permitió su ingreso y un nudo de emociones se instaló en su pecho trató de calmarse y luego de escuchar tocar la puerta lo vió entrar, se puso de pié al instante recibiendolo ansiosa._Buenos días señora—dijo el detective acercándose.
_Detective, dígame ¿Los encontró?—preguntó demasiado ansiosa.
_Señora, lo que tengo que decirle.....—guardó silencio y bajo la cabeza
_¡Dígalo!—exclamó al borde de la desesperación.
_Lo lamento mucho pero lo mas probable es que su esposo e hija hayan fallecido, luego de cinco años de búsquedas jamas pudimos encontrar nada.
_¡No!—gritó exasperada.—¡Me niego a creer eso!
_No hay nada mas que yo pueda hacer por usted señora, lo siento!—dijo para luego marcharse y dejar destrozada a Victoria en un mar de lágrimas.Un "¡No!" ahogado nuevamente salió de su boca y se perdió en el aire sin que tuviera posibilidad de exclamar algo más. No podía. Estaba destruida y su mente se bloqueó rápidamente, nadie existía en ese lugar, sólo ella y ese dolor tan profundo que estaba experimentando, ningún rastro de fé o esperanza ya no habitaba en ella, ¿Y cómo podría? Le habían sacado sus únicas ganas de seguir viviendo. Aunque esto haya sucedido tiempo atrás, todavía guardaba una pequeña ilusión de que estuvieran vivos y de que un día nuevamente volverían a reencontrarse. Pero este hombre desalmado le arrebató el aire que necesitaba para seguir viviendo... Ahora ya no tenía nada, estaba vacía, no tenía corazón y su alma la había abandonado; las lágrimas ya caían con tanta libertad que su maquillaje se había escurrido y dejaba ver sus enormes ojeras, claramente esto no le importaba y como si fuera poco, comenzó a destruir todo lo que tenía en frente. Rompió cualquier tipo de decoración, jarrones o bocetos que tenía a su alcance, nada sanaba su dolor pero al menos agotaba esa rabia que sentía en contra de la vida.
Camila quien se encontraba en el taller de confección, dando algunas pautas para que todo se hiciera tal cual a Victoria le gustaba, sin ningún detalle ni el mas mínimo error sería aceptado por ella. Cuando ya se dirigía a su oficina desde el pasillo logró escuchar un llanto desesperado, grito y hasta que algunas cosas se estaban rompiendo y todo ese ruido provenía de la oficina presidencial.... Victoria? Se pregunto rápidamente para entrar corriendo a su oficina y verla tirando todo lo que encontraba a su paso por toda la oficina, se quedó observándola unos segundos estaba en shock, Victoria siempre ha sido muy temperamental pero el dia que le habia visto así fue cuando se enteró que su familia habia desaparecido, mil cosas se le vino a la mente y recordó que ese día tenia una cita con el investigador, fue entonces cuando se acercó a ella abrazándola, Victoria ya estaba tirada en el piso sin fuerzas de nada_¡Todo fue una mentira!—sollozando desesperada.
_De que hablas?, trata de calmarte y cuéntame qué pasó—decia mientras la ayudaba a levantarse y tomar asiento en uno de los sillones.
_Mi familia en verdad murió...—soltó antes de largarse a llorar nuevamente, nada ni nadie la podría calmar pues estaba viviendo un terrible infierno.—Yo ya no puedo vivir así Camila, nada tiene sentido sin ellos.
_Qué?!—se quedó muda ante esa noticia, que si bien las dos jamás supieron nada de Heriberto y la pequeña Estrellita, tampoco hubo pistas, ellas aún guardaban una esperanza de que un dia los hubieran encontrado pero en ese mismo instante todo se derrumbó, la esperanza y la ilusión ya había muerto para siempre. Camila tragó en seco y dejo escapar una lágrima solitaria, no dijo nada más y volvió a abrazar a su amiga, las dos lloraban desconsoladamente.
_¿Porqué? ¿Porqué me tiene que suceder esto a mí? ¿Por qué tengo que sufrir tanto?—lloraba sin cesar acompañada por Camila que ya no sabía qué decirle para calmarla.

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Milagro De Amor
RomanceLa vida es un laberinto y tan solo el más fuerte logra encontrar una salida y obtener un "Milagro de Amor"