Hospital X
_Es difícil para mí decirte eso con total propiedad, en la industria de la moda tengo a una larga lista de personas que no me aparecían lo suficiente, algo que cultivé a lo largo de mi carrera; pero no creo que eso sea lo suficientemente fuerte para dañarme de esta forma.
_Entiendo que en el ambiente laboral en la que estás eso es normal, pero no lo descartes totalmente, estoy completamente seguro que ese accidente que tuvieron no fue algo que ocurrió casualmente. Te parece coincidencia que tu marido haya desaparecido junto a tu hija y que a tí te hayan dejado? Y luego evitaron que lo encontraras? Y no solo eso, sino que cuando lo encontraste finalmente el médico quiso desconectarlo, Victoria te parece coincidencia todo esto?... Si me entiendes lo que trato de decirte?—expresó claramente ante la atenta mirada de ella.
_¡Por supuesto que si!—expresó levantando un poco la voz.—Entiendo perfectamente lo que me estás diciendo, y buscaré al culpable hasta por debajo de las piedras, no importa quién sea, lo destruiré.
_Está bien, cualquier sospecha que tengas no dudes en hacérmelo saber, y ten por seguro que estoy haciendo todo lo humanamente posible por encontrar a tu hija, y te prometo que te la traeré de vuelta. Bueno, ya no te quito tu tiempo.—mencionó poniéndose de pié.
_Te agradezco mucho todo esto que estás haciendo por mí familia, Luciano. Y no dudes tú también de hacerme llegar cualquier sospecha que tengas.—se levantó de su sillón y le extendió la mano.—Gracias por todo.
_Nada que agradecer, solo cumplo con mi deber—agregó estrechando su mano con la de Victoria, para luego retirarse.Victoria desechó su café y, nuevamente se dirigió al piso de cuidados intensivos. Al llegar al largo pasillo que la dirigía a la habitación de Heriberto, logró vislumbrar a lo lejos a un cierto y pequeño alboroto; lo que claramente alborotó sus alarmas de forma instantánea.
_Señora, le estoy diciendo que se equivoco de sala, aquí está totalmente restringida la entrada. Por favor abandone el piso.—decía por cuarta vez uno de los guardias a esa persona extraña que quiso entrar a la sala de Heriberto, pero que uno de ellos lo notó de inmediato antes de que fuera posible su ingreso.
_Mire usted.—lo observó de forma despreciante.—Yo soy familiar de ese hombre que se encuentra adentro, y le aseguro que tendrá serios problemas si no me deja pasar.—advirtió con la mirada fija en él.
_No la dejaremos pasar mientras que la señora, no nos autorice su entrada, no insista!.—sentencióLa mujer iba a replicar algo, cuando observó por arriba de los hombros del guardia de seguridad que Victoria se estaba acercando a unos pocos metros de allí, con pasos acelerados.
_Recuerde que le advertí... Dios no castigue sus obras.—murmuró con los labios fruncidos.
Sin esperar respuesta, dió media vuelta y salió a de allí con pasos demasiados apresurados, giró al primer pasillo que encontró para tratar de perderse en la vista del guardia.
_¿Me pueden explicar que es lo que está pasando aquí?!—mencionó Victoria elevando su voz totalmente enfurecida.
_Disculpe señora.—expresó el hombre avergonzado.—Una mujer que decía ser familiar del señor quería ingresar a la habitación, pero no le permitimos el paso.
_Que estas diciendo?! Mi marido no tiene ningún familiar. No quiero que esto se vuelva a repetir y por ningún motivo dejen pasar a nadie!—mencionó tajante.
_No se volverá a repetir. No se preocupe.
_Más les vale, no toleraré nuevamente esto! Ahora expliquenme como pasó y como es esa mujer que dicen?.
_Es una mujer no tan mayor, esbelta, traía un Chal sobre la cabeza que me impide explicarle exactamente con detalles los rasgos de la mujer.—explicó el otro hombre.
_¿Era la mujer que acaba de desaparecer por el pasillo?—lo interrogó llevando la mirada al pasillo que dirigía al piso de abajo.
_Si señora, es la misma!
_¡Y qué demonios esperan para ir tras ella! Esa mujer puede ser la asesina que nos causó ese accidente y quiso matar a mi esposo.—expresó alterada.
_Si... Ya voy señora—mencionó uno de los hombres, corriendo por el pasillo por donde se fue la mujer.
_Y tú no te muevas de esta puerta ni si el mundo fuera a acabarse.—ordenó con seriedad para luego ingresar a la habitación.

ESTÁS LEYENDO
Milagro De Amor
RomantizmLa vida es un laberinto y tan solo el más fuerte logra encontrar una salida y obtener un "Milagro de Amor"