Cap 12

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_¿¡Qué demonios está haciendo!?—fociferó alterada.

El médico giro observando a la mujer con el ceño fruncido.

_Señora, solo estoy acomodando los aparatos que el señor utiliza y revisando su estado—respondió con temor ante la mirada tan penetrante y llena de rabia de esa mujer.
_¡Salga de aquí, ahora! Mi esposo ya tiene médicos que lo están controlando, ¡Váyase!
_Señora, no entiendo que le pasa. El médico me pidió que viniera a asegurarme que el señor se encontraba bien—mencionó confuso
_A mí no me interesa quién le pidió que viniera,—se acercó a pasos largos hacía el médico sin sacarle la mirada de encima.—le ordeno que se vaya ahora mismo.
_Está bien, como usted diga, no se preocupe—mencionó nervioso y de inmediato se marchó

Victoria no le apartó la mirada hasta que cerró la puerta. Suavizó su expresión y luego se acercó a Heriberto, le acarició la frente con infinita dulzura para luego depositarle un suave beso en los labios.

_No dejaré que nadie vuelva a hacerte daño mi amor, y si para eso tengo que enfrentarme a todo este hospital, lo haré...

Se concentró en observar cada facción de su esposo, se preguntaba internamente cuanto más tenia que sufrir ese calvario, de ver al hombre que mas ama postrado en una cama, y según los médicos sin siquiera tener la esperanza de que volviese a despertar, y ella sintiéndose totalmente impotente ante una situación que la estaba carcomiendo, sintiendo que con cada día su vida se estaba apagando junto a la de Heriberto, sin él y su hija ella ya no quería vivir, sus fuerzas se estaban debilitando y por mas que quisiera evitarlo su fé y esperanza también.
Se mantuvo pensativa por varios minutos en total silencio, acariciando el rostro de Heriberto con infinita dulzura, como si de una pieza de porcelana se tratara.
tomó una de las manos de el y lo besó.

_Mi vida, por favor tienes que despertar, te lo suplico dame una señal de que me estas escuchando—musitó acariciando la mano de Heriberto, en un momento sonrió y volvió a hablar—¿recuerdas, cuando me pediste que fuera tu novia?... Puedes estar seguro que en ese momento me sentí la mujer mas dichosa, desde que te conocí supe que eras tú el hombre de mi vida, el que amo y amaré por el resto de mi vida.

Flashback

Tres meses habían transcurrido desde el primer encuentro que tuvieron el atractivo residente, y la hermosa futura diseñadora. Heriberto había quedado completamente embrujado con la deslumbrante belleza de Victoria, sus sueños era el lugar donde habitaba ella y él sólo deseaba quedarse allí por toda la eternidad. Y cómo había averiguado dónde estudiaba, no perdía la oportunidad de enviarle flores o algún detalle con una nota invitándola a un café, ciertamente Victoria jamás aceptó, cosa que no lo debilitó. Hasta que un peculiar día las cosas se invirtieron, por alguna extraña razón fue ella misma quién lo invitó a salir, y desde entonces los sentimientos comenzaron a surgir y el amor fue enredando a ambos en sus dulces garras.
Fue tanto así, que en una de esas salidas Heriberto, pensó en convertirlo en algo especial e inolvidable, y finalmente proponerle a Victoria que sea su novia.
En esa ocasión no le habia invitado a tomar un café como acostumbraban sino que la invitó a cenar, él estaba sumamente nervioso esperando por ella en aquel restaurante uno de los más lujosos de Paris, con una vista espectacular; la torre eiffel junto a la Luna. En una mesa preparado exclusivamente para dos personas.

Victoria llegó al restaurante y cuando dió su nombre a la recepción de inmediato la condujeron a su mesa, a medida que avanzaba estaba más y más alejado del resto, la decoración era impecable, extremadamente fino y elegante. Cuando estuvo a unos metros pudo visualizar a Heriberto que la observaba con una sonrisa en los labios, ella hizo lo mismo y caminó hasta él.

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