Cap 19

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_Ese no fue un sueño, cariño... Lo que tú viviste con Heriberto fue real, él despertó mi vida, tu esposo despertó el mismo día que fuiste secuestrada.

Esas últimas palabras resonaron en la cabeza de Victoria, una y otra vez, lo que estaba escuchando era algo que por años ansío, pero que tanto fue así que la esperanza se fue desgastando y que fuera realidad se habia esfumado como pólvora, era una realidad que ni los mismos médicos ni la ciencia creían posible que Heriberto, volviera a despertar. Cuando ya pensaba que nada bueno podia suceder en su vida, esas palabras estaban aviviando una parte suya que ya habia creído muerto.
Se quedó observando a su madre por largos segundos, intentando procesar la información y fue que minutos después logró hablar.

_Que?... que dices mamá?-la interrogó observandola fijamente, sus ojos se estaban cristalizando con lágrimas que amenazaban con salir-no me mientas con algo que sabes que es muy delicado para mi.
_No te estoy mintiendo mi amor. -la tomó de las manos y le sonrió cálidamente con los ojos humedecidos por las lágrimas.-Heriberto despertó y estuvo aquí, fue el primero en entrar a verte mi vida.
_Entonces.... yo no soñé mamá, Heriberto despertó?-volvió a preguntar y dejó escapar un llanto con una sonrisa-pero... el está bien? Que fue lo que pasó, quiero verlo otra vez, Llévame junto a el mamá por favor, necesito verlo ahora mismo-suplicó haciendo el esfuerzo por levantarse de la cama.
_Victoria espera, no hagas esfuerzos en vano, estás muy frágil y así no podrás ir a ningún lugar. -suspiró acariciandole la frente. -Hablaré con el médico, recuerda que él también se está recuperando y lo que menos quiero es que les suceda algo por inconsecuencia mía...
_Yo lo sé mamá, es por eso que prefiero ir yo junto a él, ya me siento muy bien. Entiende, necesito verlo despierta y que me repita todo lo que me dijo hace minutos...
_No irás a ningún lugar si el médico no lo autoriza, Victoria. -dijo con seriedad. -Acabas de despertar, y sé que quieres ver a tu esposo, te entiendo pero no me pidas que te ayude con algo que podría ponerte en peligro. Déjame hablar con el médico de Heriberto, pero tú prometeme que de esta cama no saldrás.
_Está bien...-dijo resignada-tu ganas, prometo quedarme aquí...-observó a su madre no tan convencida-no me movere de aqui, puedes estar segura.
_Solo quiero que me comprendas, cariño, pensé que nunca más volvería a verte... -expresó con la voz quebrada. -Tú eres mi vida, Victoria, sin ti no podría seguir viviendo y eso lo comprobé todos estos días de absoluto calvario de no saber de ti.
_Ay mamá! perdoname, tú tienes razón-se disculpó acompañando el llanto de su madre-yo también tenia miedo de no volver a verte, pero eso ya pasó estoy aquí mamita...-sollozo abrazandola tan fuerte como podía.-gracias por estar aquí conmigo.
_Siempre estaré a tu lado, corazón. -la abrazó suavemente y le secó las lágrimas. -Ahora trata de descansar que yo estaré contigo aquí un poco más.
_Si... pero prometeme que luego me dejarás ver a Heriberto
_Lo prometo, cariño. -le besó suavemente la frente sellando aquella promesa del cuál dependía la tranquilidad de Victoria.

Dia siguente
<<Delegación>>

Las investigaciones sobre el secuestro de Victoria, seguían en marcha de la mano de Luciano, quien pudo comunicarse con el hombre quien encontró a Victoria y avisó a las autoridades sobre lo mismo. Tras pedir la ayuda de las autoridades, para la declaración del hombre, se encontraban en la delegación esperando que le dieran la información necesaria para dar con los autores de dicho secuestro.

_Bien, señor puede decirnos como fue que encontró a la Señora Victoria?-interrogó el jefe de policía, quien se encontraba sentado frente a Luciano y aquel hombre.
_Claro, pero desde ya les digo que no tengo nada que ver con lo que le sucedió. -expresó observándo seriamente a Luciano. -Yo estaba volviendo del pueblo, tenía que comprar algunas cosas de la ciudad, en el camino a unos cien metros más o menos observo que una camioneta negra aparcó en la calle con brusquedad, en el momento ví que bajaban un bulto grande envuelto en una sábana blanca, eran dos hombres, lo tiraron allí y luego volvieron a subirse en la camioneta para largarse de allí a toda velocidad. Cautelosamente me dirigí hasta el lugar en donde abandonaron el bulto, con cierta curiosidad me bajé y cuando levanté la sábana me encontré con la sorpresa de mi vida; era una mujer, una mujer inconsciente y torturada que a simple vista parecía estar muerta... de inmediato llamé a la policía y a unos paramédicos y me quedé con ella hasta que llegaron al lugar.
_Usted puede decirnos como eran esos hombres? Hacía donde se dirigieron después de dejar tirada a Victoria, y como era la camioneta? Cualquier información o detalle que pueda brindarnos es importante-indagó Luciano ante la atenta mirada del comisario quien anotaba todo lo que el hombre iba diciendo.
_Mucha información no les puedo dar ya que apenas y pude verlos, pero por lo que alcance a ver volvieron hacía la ciudad. -expresó con sinceridad.
_La información no es suficiente para dar con los secuestradores Licenciado Cisneros, tendremos que esperar a que la señora mejore para brindar su declaración, de todos modos Señor....-espero a que le repitiera su nombre-Sergio, le agradecemos la información.-finalizo el comisario amablemente.
_Cuando guste. -se levantó dando por finalizada su declaración. -¿Cómo se encuentra ella? -preguntó observando a Luciano.
_Se encuentra estable, por el momento aun no pude verla, pero los médicos dicen que aún sigue muy débil.
_Me alegra escuchar eso. -mencionó con un sonrisa. -Espero que se recupere pronto.
_Muchas gracias, me refiero a que la haya encontrado y llamado a las autoridades, llevábamos más de diez días buscándola.
_El destino así lo quiso, y la encontré yo... mantengame informado por favor, quiero asegurarme de que este bien.
_Puede estar seguro de que así será-dijo pasándole la mano para despedirse-le mantendré al tanto Señor Sergio

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