Agreste...

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Adrien estaba llegando a su casa mientras sudaba nervioso por su acompañante.

La maestra, le dio un trabajo que hacer con Marinette y ahora tendrían que estar a solas en su habitación.

Abrió la puerta y abrió pasó para que ella pasé primero.

-G-gracias. Permiso.

Dijo la azabache, ingresando a la mansión Agreste con nervios.

No podía creer que la maestra la puso en un equipo con Adrien ahora que ella tenía novio.

Las maestras sí que son maldad pura.

Adrien se acercó a ella y le dio una sonrisa.

-No tengas miedo, mi padre no te dirá nada sí te ve. - ánimo el chico pero ella se sintió peor.

¡¿Por qué rayos Adrien estaba temblando tanto?!

Gabriel Agreste salió de su encierro por unos segundos sólo por tener que ir al baño y se acercó a su hijo, poniendo en alerta a los dos jóvenes.

Marinette se puso rígida por un momento pero se calmó y sonrió nerviosa.

-B-buenas tardes. Me disculpó por las molestias, tengo tarea que hacer con Adrien.

Explicó de manera cortés y el hombre sonrió levemente mientras se detenía delante de ella.

-No se preocupe, es un placer tener a la gran Marinette Dupain-Cheng en mi casa y no verla por ésas fotos que Adrien be...

Antes de que pueda terminar de hablar, Adrien se acercó a su padre y lo alejó, con sus mejillas sonrojadas, igual que las de la peliazul.

¡¿Por qué su padre dijo éso?!

¡No era verdad!... se le cayó salsa en una foto de Marinette y para no arruinarla, supciono la salsa con sus labios y como babeo un poco, estuvo soplando para que se seque.

No es como sí se sintiese atraído por la gran bruja de París, nada de éso.

El ojiverde miró a su padre con enojó luego de alejarlo un poco.

-¡No le des confianza!

Gritó y el hombre lo miró confundido.

-¿Por qué no? Parece una chica amable.

Siempre y cuando le dejé diseñar el vestido de novia cuando ella se case con su hijo, no tenía problemas  (7 años para la guerra de diseñadores)

-¡Es una bruja!

Explicó el rubio y Gabriel retrocedió, asustado.

-¡¿Qué?!

Así que por éso él la vio como alguien muy talentosa, es por que ella lo hipnotizo.

-Así es, yo la vi con mis ojitos.

Aclaró Adrien mientras señalaba sus ojos y su padre parecía creerle indudablemente mientras Marinette intentaba no perder la calma por estar siendo insultada.

En su debido momento se vengaria de ambos Agreste.

La azabache suspiro profundo para calmarse y se acercó a los dos Agreste, haciendo que el mayor usé a su hijo como escudo.

-¡No me haga daño, por favor! ¡Te entregó a mi hijo!

Gritó antes de irse corriendo al baño, dejando a Adrien dolido por ser traicionado y a Marinette contando internamente para calmarse.

Cuando sea mayor, destronaria a Gabriel Agreste como el mejor diseñador como venganza.

Y así, se comprobó que de tal palo, sale tan astilla.

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¡Hola!

¡Volví! Pero sigo en modo pereza.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Marinette, ¿una bruja?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora