Capítulo 3

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Un reguero de besos por todo mi rostro me obliga a despertar y cuando abro los ojos me encuentro con dos preciosos pozos verdes que me miran con adoración y sonrió soñolienta. Su mirada se dulcifica al instante y pega sus labios a los míos con dulzura. Vaya manera de despertar y de empezar el día. Estiro mi mano y entierro mis dedos en su suave pelo y lo atraigo más hacia mi hasta que nuestros cuerpos quedan pegados el ubn9o con el otro y ambos gemimos de puro deleite.

Siento su mano descender lentamente por mi muslo desnudo subiendo un poco mi camiseta por todo mi cuerpo hasta quedar encima de mi ombligo. Me acomodo un poco debajo de el e interrumpe nuestro beso para posar sus labios sobre mi cuello y cierro los ojos ladeando la cabeza a un lado para darle más acceso complacida con sus caricias por todo mi cuerpo bajo mi camiseta hasta posar ambas manos sobre mis pechos y me retuerce los pezones ocasionándome una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

-Steve.... -Gimo y arqueo la espalda acercando un poco más mis pechos a sus vaídas manos queriendo crear más fricción entre nosotros. Carajoooo.

-Hoy estaré todo el puto día sin ti, preciosa. -Me da un pico en los labios. -Déjame saborearte antes de que te vayas. -Me muerde el lóbulo de la oreja y pego un ligero brinco bajo su cuerpo.

El suelta una sonrisa malvada y se incorpora en la cama lentamente sin dejar de mirarme apoyándose con las rodillas quedando sobre mi cuerpo entre sus muslos. Abrió los ojos y su mirada ardiente sobre mi hace que otra corriente eléctrica me recorra por todo el cuerpo hasta la entrepierna.

El toma el dobladillo de mi camiseta, me incorporo ligeramente para ayudarlo con la tarea y me la quita rápidamente y la tira a un lado de la cama. Vuelvo acomodarme entre sus muslos y me mira con admiración mis pechos desnudos. Solo con su mirada hace que mis pezones se endurezcan más como grijaldos.

-Preciosos. -Toma mis pechos con ambas manos y se inclina sobre mí para posar sus labios sobre los míos. -Y deliciosos. -Desciende sus labios por todo mi cuello y clavícula lentamente con sus manos acariciando mis muslos desnudos y me lame los pezones con su lengua en circulares movimientos.

Me retuerzo un poco al sentir su fría lengua sobre mis duros pezones, pero luego me los chupa como su fueran caramelos dulces y mi espalda se arquea sobre la cama cuando introduce su mano entre mis pantis y me acaricia el clítoris con movimientos lentos, exquisitos y circulares que me hacen perder la razón.

-Steve... -Gimo desesperada retorciéndome sin control con su boca pegada a mis pechos.

-Dime, ¿Qué es lo que quieres cariño? -Despega sus labios de mis pechos ascendiendo en un reguero de besos hasta el lóbulo de mi oreja y lo mordisquea. -Yo te lo daré. -Me susurra con voz ronca restregando su firme erección contra mi vientre y gimo.

-Te quiero dentro de mí. -Alzo un poco la pelvis frotándola contra su firme y exquisita erección que ahora amenaza con romper sus boxers y el gruñe por lo bajo al sentir esta fricción que nos está volviendo locos.

-Si eso es lo que quieres, entonces te lo daré. -Me da un pico en los labios y saca sus manos entre mis pantis para quitármelos y alzo la pelvis para ayudarlo con la tarea. Los tira a un lado en el piso seguido por sus boxers que se los quita a toda prisa liberando por fin lo que más deseo en estos momentos.

Me muerdo e4l labio inferior.

-Carajo Beth. No me veas de ese modo. -Exclama apretando un poco los dientes.

-¿Así como? -Me muerdo otra vez el labio inferior sin apartar la mirada de su duro pene.

-Como si quisieras follarme salvajemente. -Se acuesta sobre mi cuerpo apoyándose sobre sus codos para no aplastarme del todo contra la cama y me abro de piernas lista para recibirlo.

Destino EscritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora