Capítulo 11

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Salimos del edificio tomados de la mano bajo miradas furibundas de algunas mujeres que claramente babean por Steve. Decido ignorarlas porque de lo contario, armaría un espectáculo aquí afuera en la calle delante de todo el mundo mientras esperamos a que Peter traiga el coche. Steve m suelta de la mano y me rodea los hombros con sus brazos estrechándome contra él.

—¿Sabes? Estaba pensando en que podríamos dar una vuelta por el Central Park y luego ir a cenar pizza. —Me da un beso en la corinilla y suspiro a gusto.

Miro al cielo y veo que aún es temprano. El cielo esta de un azul muy claro y no indicio de que fuera a llover. ¿Dar una vuelta por el Central Park y luego cebar pizza? No se me ocurre mejor opción para acabar el día.

—Me parece perfecto. —Me inclino y le doy un pico en los labios. Me separo de el justo cuando Peter aparece frente a nosotros. Sale del coche y nos abre las puertas.

Yo me meto enseguida en el coche y veo como Steve cruza una palabras con Peter. Este escucha atentamente a su jefe con el ceño ligeramente fruncido. De seguro están hablando sobre el yonqui. No me cabe duda. Cuando estábamos en la oficina Peter salió diciendo que se pondría en contacto con sus hombres. Espero lo atrapen. Sé que esto suena muy mal de mi parte, pero en estos momentos tengo muchas cosas en la cabeza como ara tener que preocuparme por este tipo que lo único que quiere es obviamente dinero de Steve.

El deja de hablar con Peter y se mete en el coche a mi lado. Me toma de la mano y entrelaza nuestros dedos.

—Al parce los hombres de Peter están a punto de atrapar al jodido narcotraficante. —Se remueve en el asiento y continua. —Todo indica que lo vieron a unas cuadras de aquí.

Oh vaya. Menos mal que ya estén a punto...

—Pujes espero que lo capturen ya mismo. No puedo evitar mi tono amargo cuando Peter entra en el coche y se abrocha el cinturón de seguridad. —Ya tengo demasiados problemas que resolver como para también pensar en un ex narcotraficante que te vendía drogas. —Me cruzo de brazos sobre el pecho y miro por la ventana. —No creo que pueda soportar ningún otro drama más en mi vida.

—No lo tendrás. —Toma mi rostro entre sus manos y me obliga a mirarlo. —Te prometo que resolveré esta mierda. Así que ya no piensas en eso. —Me da un pico en los labios y me estrecha contra su pecho. —Por cierto, hiciste un gran trabajo en mi oficina. —Me da una sueva nalgada y Peter enciende el coche. Despego mi cara de su pecho y lo miro con una media sonrisa en los labios.

—La próxima vez pienso cobrarte una buena cantidad de dinero por mi tiempo. —Me da otro azote en el trasero y pego un brinco.

—No te hagas la graciosa conmigo, señorita. Hablo en serio cuando digo que lo hiciste muy bien para no tener experiencia.

—Bueno, la tarea tampoco era tan difícil. —Jugueteo con los botones de su camisa y creo que ha llegado el momento de hablar de un tema que he querido posponer. —Steve...

—Dime cariño. —Arquea las cejas y yo me muerdo el labio inferior algo nerviosa por la reacción que vaya a tomar con la noticia.

—Hoy en al almuerzo hable con Rose y...

—¿Y qué?  —Se incorpora un poco en el asiento y me mira directo a los ojos.

—Me confirma que Dylan también asistirá a la universidad de aquí en la ciudad y que...

—¡Que carajos! —Exclama molesto y pego un brinco ante su brusquedad.  —Solo eso me faltaba. —Se pasa una mano por el pelo. —Que ese imbécil venga hasta aquí, se inscriba en la misma universidad para acosarte.  —Aprieta los dientes con fuerza y creo que le dará un ataque.

Destino EscritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora