Capítulo 27

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Tras unos veinte minutos de carretera, finalmente llegamos ante una imponente y altísima torre de cristales que esta rodeada por otros edificios mas pequeños que estos y una canal hacia el rio. Los tres edifcios son hermosos por fuera. En sus cristales se puede ver el reflejo de la ciudad incluso a estas horas de la noche. Peter aparca la camioneta cerca de un pequeño jardín y nos abre las puertas.

Al salir, el fro de la noche me golpea en la cara y todo mi cuerpo se estremese por el increíble frio que hace. Maldita sea. Debi ponerme un abrigo. Aquí el frio es horrible. Steve sale del coche y se coloca a mi lado tomándome de la mano a la vez que Peter saca todo nuestro esquipaje del maletero como si no pesaran nada y se dirige a Steve.

—Señor, me ure adelantando hacia el apartamento para dejar las maletas. Si no le molesta.  —Hace un gesto algo apenado por la petición.

Steve asiente con la cabeza sacándose su juego de llaves del bolsillo de su pantalón y se las entrega.

—Dejas las maletas en la habitación.

—Si, señor.  —Timidamente comienza a caminar hacia el edificio y lo veo desaparecer a través de la puerta de cristal.

Me giro hacia Steve.

—Este edificio es...

—¿Obstentoso?  —Me pregunta divertido arqueando las cejas y me jala hacia el rdendome los hombros su brazo.

—Si.  —Le hecho una rápida miradita al edificio y regreso a el. —¿En que piso esta tu apartamento?  —Este edificio a simple vista tiene unos veinte o treinta pisos.y conociendo a Steve, de seguro su apartamento en uno de los últimos pisos ya que estos siempre son los mas lujosos en cualquier condominio.

El sonríe de medio lado.

—Mi apartamento esta en el piso 26.  —Hace una mueca de disgusto.  —Queria el piso mas alto pero, ya estaba ocuado por un hjo de puta.

Me rio.

Ya me imagino la cara que habrá puesto Steve cuando el dueño de este condomio le dijo que el piso que quería ya estaba ocupado. De seguro armo un alboroto. Cuando el quiere algo, se comporta como un niño muy malcriado hasta que logra su objetivo. Lo he visto hacerlo y pobre del hombre que se meta en su camino.

—¿Acaso el piso 26 no te parecio lo suficintemente alto?  —Miro hacia el edificio. Creo que a mi me daría algo de vértigo vivir en un apartamento que esta demasiado lejos.  En Nueva York ya estoy algo acostumbrada pero aquí el dificio es mucho mas alto.

Steve me abraza mas fuerte.

—No.  —Me besa el pelo con ternura. —Entremos ya o nos congelaremos aquí afuera.  —Me jala un poco y los dos caminamos hasta el edificio.

Al entrar, la fuerte luz blanca que ilumina todo el lugar me deja ciega por unos segundos. Carajo. Entrecierro los ojos unos segundos hasta adaptarme a la luz y cuando lo hago, noto lo precioso que es el lugar. Todo aquí es extremadamente elegante, limpio y... lujoso. Muy lujoso. Solo ver el lugar, ya me imagino la clase de pesronas que viven aquí. Creo que ni ahorrnbdo toda mi vida podría pagarme un apartamento aquí. Creía que el apartamento que tenia en Nueva York y en Paris eran lujosos pero este...

—Buenas noches.  —Un hombre regorde de piel muy clara y pelo oscuro vestido con uniforme de botones se nos acerca a nosotros con una enorme sonrisa pero en cuanto ve mejor a Steve, su sonrisa se convierte en una mueca nerviosa. Muy nerviosa y se retuerce los dedos.

—Buenas noches, Ed.  —Steve lo saluda con eduacion.  —Te quiero presentar mi novia Bethany.  —Me da un apretón de mamos. —Estaremos aquí en los proxims días asi que, si la vez a ella por aquí, no te extrañe.

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