Capítulo 5

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Salgo hacia la fría noche y me entran los nervios al estar frente a la casa de mi madre. Todas y cada una de las luces están encendidas y a través de las cortinas veo que la televisión esta encendida pero no veo a mi madre por ningún lado. Quizás este en la cocina preparando la cena o en su habitación terminando de arreglarse.

Sacudo la cabeza y camino por el nuevo caminillo de graba que rodea el verde césped con pequeñas flores de colores hasta el porche. Respiro hondo y toco la puerta lo suficientemente fuerte para que me escuche donde sea que este metida. Peter a todos lados y justo en ese momento escucho los tacones de mi madre acercarse a la puerta y me pongo aún más nerviosa.

Al abrirse la puerta, me encuentro con una mujer alta, increíblemente esbelta embutida en un vestido azul muy ajustado y elegante que le llega hasta los muslos y tacones negros. Abro los ojos como platos al descubrir que se ha cortado su rubio pelo hasta los hombros. La miro de pies a cabeza asombrada. Físicamente, mi madre se ve increíblemente guapa. Se transformó completamente.

—Vaya. —Exclamo arqueando las cejas y mi madre sonríe picaronamente dando una media vuelta para que la pueda ver mejor.

—¿Eso es lo único que piensas decir? —Suelta un aligera risa, se acerca a mí con un gran paso y me da un fuerte abrazo de oso que no puedo evitar devolverle con todas mis fuerzas.

—Te ves increíble mama. —Le digo con sinceridad en cuanto nos separamos y le hecho una última ojeada. —De verdad creo que el divorcio te está sentando bien. —Le suelto en tono de broma y ella suelta una carcajada.

—Bueno hija, he decidido no derramar una sola lagrima más por tu padre. —Se encoge de hombros. —No lo vale después de lo que me hizo.

—Vaya. —Repito en estado de shock. De camino aquí creía que me encontraría a mi madre triste y apagada con su espantoso pijama de franela. No esta mujer elegante, hermosa y llena de energía que tengo frente a mí.

—¿Pero qué hacemos aquí parados? —Me toma del codo y me jala hacia el interior de la casa seguidas por Peter. —Allí afuera hace mucho frio. —Me suelta el codo y cierra la puerta tras nosotros.

Aquí dentro mis ojos vagan por toda la casa y veo que ha hecho ligeros cambios. En la sala principal hay una enorme alfombra color avellana que combinan perfectamente con las nuevas cortinas de encaje que adornan las ventanas principales. Miro hacia la mesa principal de la sala y noto que las fotografías de mis padres juntos se han ido y han sido reemplazas por fotografías mías junto a mi madre. Ambas parecemos muy felices y me hace sonreír.

Mi madre realmente ha pasado página respecto a mi padre y pare ser sincera, me alegra mucho que sea así. Con todo lo que mi padre me conto de su aventura con Penélope, me he dado cuenta de que el matrimonio de mis padres ya estaba destruido desde hace mucho tiempo y una pareja que ya no es feliz, simplemente deben separarse y buscar su felicidad en otra parte para el bien de ambos.

—¿Te gustan la nueva alfombra y cortinas que he colocado? —Mi madre se posa a mi lado y mira a la misma dirección en la que estoy viendo.

—Si. —Admito. —Están muy bonitas. —Miro una última vez la sala y siento que me ha tomado un mechón de mi pelo.

—Estoy empezando a remodelar la casa poco a poco. —Suspira y la miro. —Aun no he decidido qué hacer con tui habitación y la de huéspedes. —Se muerde el labio inferior y me suelta el mechón de pelo.

Mi antigua habitación...

—Puedes hacer con ella lo que te parezca mejor, mama. —Le lanzo una cálida sonrisa. —Este es tu casa.

—Sí, pero. —Se remueve algo incomoda. —Esa es tu habitación y me gustaría, si tú quieres claro, conservarla. En esta casa siempre tendrás tu lugar.

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