Capítulo 26

298 18 0
                                    

—Ya debemos irnos cariño, nuestro vuelo espera.  —Steve se limpia la boca con una servilleta y llama a nuestro mesero con las manos

Yo me tomo el ultimo sorbo de mi vino y dejo la copa sobre la mesa y hago los cubiertos a un lado completamente satisfecha por el delicioso almuerzo que acabo de comer en este restaurante. Steve y yo hicimos muy bien en elegir el filete de pescado horneado con ensalada de papa nueva y este exquisito vino blanco. El mesero camino hacia nosotros todo deprisa y le entrega la cuenta a Steve con algo de timides.

El saca su billetera del bolsillo de su pantalon y le entrega su tarjeta de credito. Este hace la transaccion y le devuelve la tarjeta a Steve.

—Gracias por su visita chicos, epero que pasen buenas noches.  —Nos sonrie con mucha amabilidad y se marcha para atender a otra pareja que acaba de entrar.

—Ven, hora de irnos.  —Se levanta de la mesa extendiendo su mano hacia mi mirandome a los ojos.

Lo tomo de la mano y los dos salimos del restaurante bajo algunas miradas curiosas. Atravezamos la puerta de cristal y lo primero que veo es a Peter parado frente al coche esperandonos con las puertas abiertas. ¿Ha estado todo el rato esperandonos aqui? Pfff, que pregunta tan tonta. Por supuesto que el ha estado esperandonos aqui todo el tiempo.

Me meto en el coche colocando mi enorme bolso a un lado observando como Steve le da algunas instrucciones a Peter con algo de severidad y tras unos segundos, el se mete en el coche colocandose pegado a mi y me aprieta el muslo con sus manos. El me mira frunciendo el ceño.

—¿Te pasa algo?  —Su preocupacion es evidente.  —Estas muy callada?

Lo miro y niego con la cabeza.

—No me pasa malo.  —Sonrio y le acaricio la mejilla.  —Solo estaba pensando en el viaje.  —Susurro a la vez que Peter entra en el coche, toma su asiento y arranca.

Steve toma mi mano sobre su rostro y le da un beso.

—¿Estas nerviosa por el viaje?  —Jala de mi hacia el estrechandome contra su cuerpo y me rodea el hombro con sus brazos.  —No tienes por que estar nerviosa por el viaje, cariño. Todo esta bajo control. Eduardo, el otro copiloto y yo hemos hecho todas las verificaciones nevesarias y el clima esta a nuestro favor.  —Me besa el pelo para tratar de tranquilizarme

—Lo se. -Suspiro.  —Es que esta es la primera vez que viajo hacia Londres y no puedo evitar estar algo nerviosa.  —Reconosco entertando mi rostro entre pecho.

De hecho, estoy algo aterrada y nerviosa al mismo tiempo. Ni siquiera me senti de este modo cuando viajamos a Paris. Aunque claro, en ese entonces no tenia la menor idea de que me llevaria a Paris. Miro de reojo por la ventana y veo que estamos algo cerca del aeropuerto. Reconosco estas calles y se que en pocos minutos.

—Bueno, esta seria la primera vez que viajas al pais que siempre soñastes visitar.  —Me da otro beso en el pelo.  —Aunque dejame advertirte que Londres es muy frio, humedo y el estilo de vida alli es tan acelerado y loco como aqui en Nueva York, incluso mas. Y al principio te afectara un poco el cambio de horario ya que estas acostumbrada a este pais.

Todas estas cosas ya las habia escuchado y leido varias veces pero no me desaniman para nada. Mas bien todo lo contrario. Muero por conocer la ciudad la vida londinense .Y en unas cuantas horas, lo hare con Steve como guia turistica.

Alzo un poco la mirada y veo un ligero brillo en sus ojos. Me imagino que esto es algo logico. Londres es su ciudad natal. Donde nacio y crecio. Bueno, técnicamente crecio en este país. Y en parte de todo del mundo pero aun asi, sigue siendo su país de origen. El tiene ya un tiempo que no regresa a su viejo hogar y de seguro que muere por ver como esta la ciudad y cuanto ha cambiado desde que se marcho.

Destino EscritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora