Entendido, Profesora 2: EL INTERCAMBIO

CAPÍTULO 1. ANGELA MAREL

Consultoria y gestión de riesgos financieros.

Leyendo el nombre de aquel puesto cualquiera se podría imaginar un rostro serio detrás del escritorio. Después de todo, los números rojos y los escenarios a futuro requerían de mucha concentración, preparación, planeación, pero sobre todo de pronósticos.

¿Cómo podría no ser ocupado por una mujer formal y completamente enfocada? De otra manera sería una total catástrofe.

O eso era lo que se tenia previsto para el puesto, lo que Catalina, la jefa del área creyó cuando el excelente curriculum paso frente a sus ojos.

Angela Marel, estudiante de una reconocida facultad de matemáticas, ganadora de la medalla de oro nacional y medalla de plata a nivel internacional. Destacada y recomendada por todos, el más grande orgullo de su amiga Rebeca.

Obviamente la contrato. Era una promesa del mundo empresarial. Así que ella le dio la primera oportunidad de su vida al hacerla su asistente.

Es sólo que Angela no era para nada el tipo de persona que ella imagino.

....

NARRA ANGELA MAREL:

__ ¡Jefecitaaaaa! __ asomo la cabeza desde el lado izquierdo de la pared, inclinando el cuerpo y haciendo que mi cabello cayera hacia un lado. __ Hola, jefesita.

__ Angela, pasa por favor y toma asiento.

Obedezco y entro a la oficina, la recorro con la mirada, el cuadro del cerezo es nuevo.

__ Sigo trabajando en el plan de acción, tengo muchas ideas pero necesito centrarlas y le aseguro que conseguiré minimizar las pérdidas.

Digo nerviosa porque el que tu jefe te llame a su oficina no puede ser bueno, ¿cierto?

__ Tu trabajo es excelente. A decir verdad, la empresa está encantada con lo que haces. Pero no es de eso que quiero hablar.

Ah caray.

¿Y entonces?

__ ¿Hice algo mal? Yo sé que dije que dejaría de tomar tanto café, pero es que el café que dan aquí es buenísimo y se me antoja __ Me justifico.

Es que ya me regañaron una vez por dejar sin café a los otros administrativos. Aunque en mi opinión tengo todo el derecho del mundo a tomar tanto café como quiera, ¡Soy del área financiera! Ninguno se esos otros necesita tener el cerebro tan despierto como yo.

Incluso si solo soy la asistente y mi jefesita hace todo. Si no bebo café me duermo sobre el escritorio.

__ No, cierra la boca, Angela, déjame hablar.

__ Lo siento, jefecita.

__ ¿Cuándo dejarás de decirme "jefecita"?

__ Cuándo deje de ser mi jefecita.

Claro.

Lógico.

Catalina rueda los ojos y mueve la cabeza de un lugar a otro exasperada. Mi jefa me ha ducho que soy magnífica, genial en mi trabajo, en mi campo sin duda alguna la mejor.

¡Pero dice que soy tan desesperante!

__ El caso es que, necesito que dejes de escuchar música a todo volumen cuando no estoy en la oficina. El señor Aguayo entró una vez y parecía discoteca, para colmo estabas bailando de un lado a otro.

__ Es que me emocione, minimice los costos y resolví el problema de los mermas, estaba tan contenta que quise celebrarlo con una cumbia.

Catalina deja caer la cabeza contra el escritorio. No hay manera, ¿Cómo cambiar a una persona que parecía indomable? Yo era como era y ya.