Capítulo 33. ANGELA MAREL

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Angela Marel:

__ Mete la panza, mija.

¡¿Más?! No puedo hacerla desaparecer tampoco, Doña Rosa.

No debí comer tanto en navidad.

__ Mete la pan...

__ ¡La estoy metiendo, mamá! __ me quejo e intento de nuevo hacerme lo más flaca posible.

__ No respires __ me dice e intenta subir el cierre de nuevo.

Yo aguanto la respiración, pero comienzo a sentir la desesperación por aire.

Si no respiro me muero, si no respiro me muero.

No aguanto más y suelto todo el aire.

__ Ya __ me tiro sobre uno de los sillones __ si no me queda no me queda.

Me cruzo de brazos.

__ Amor, claro que te queda, solo hay que intentar.

__ Ya intentamos, mamá.

Era la prenda perfecta, el problema soy yo y mi amor por la comida.

__ Mija.

__ Ya encontraré algo que ponerme.

__ Habrá que mirar en otras tiendas, otros modelos quizás.

Mi madre sale del probador y yo me quedo hundiéndome en mi miseria.

Tenía un solo mes para planear la boda, ¡Y Tenía que ser diciembre! El único mes del año en que no existe medida para todo lo que entra en mi boca y acaba nadando en el ácido gástrico de mi estómago.

¿Y ahora? No es un vestido de boda, es simplemente blanco, liso y elegante, nada muy extravagante, era perfecto, era justo lo que yo quería.

__ ¿Qué paso, amor?__ Susana, quien había estado esperándonos afuera es quien entra.

Un puchero se forma en mi rostro y zapateo un poco, mi suegra me mira con tristeza y extiende sus brazos hacia mi, así que termino por tirarme a chillar entre sus brazos.

__ Tranquila, todo tiene solución.

__ Nada sale como quiero __ me quejo y chillo de nuevo.

__ Deja de ser tan dramática, mija.

Doña Rosa hace su aparición, ella no me entiende, no me chiquea ni me da amor como mi suegrita hermosa. Mamá solo hace muecas viéndome hacer mi drama.

Empatia, madre, empatia. Deberías practicarla.

__ Date la vuelta __ le hago caso a mi suegra.

Quedo de frente a mi madre que me mira con desaprobación y niega con la cabeza, me juzga con la mirada, la conozco.

__ Necesito apoyo moral no críticas.

__ Necesitas una reiniciada porque no te esta cargando muy bien el sistema. __ me dice dejándome con la boca abierta.

Doña Rosa siempre de tosca conmigo. ¡Ah pero no fuera Elena!

Porque ahí sí, Elenita esto, Elenita lo otro, lo hice sin tomate porque a Elenita no le gusta, cubran a Elenita del frío porque no vaya a terminar resfriada.

A Elenita si la consciente, estoy segura de que si Elena estuviera en mi lugar mi mamá ya se estaría llorando solo de verla triste.

Injusticias de la vida.

Susana me ayuda a quitarme el vestido, el hermoso vestido que lastimosamente no será mío.

Me da un poco de vergüenza con la chica que nos atendió, irme sin comprar nada. ¡Pero no entre en el vestido! Realmente no puedo hacer nada.

Entendido, Profesora 2: EL INTERCAMBIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora