As the sun rises outside my door

|Capítulo 3|

La vida es como un barco en una botella,
intentas navegar, no puedes sin aire.
Día a día solo se hace más difícil.
Tratas de gritar pero a nadie le importa.

A través del cristal ves las mismas caras,
escuchas sus voces desvanecerse como un tambor.
Cuando tu vida es como un barco en una botella
estás rodeado, a la deriva solo.

|3|

Súper héroe.

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Levi

Hay algo extraño, Levi cree. Hay algo extraño en Eren Jaeger. Y no solo se trata de su presencia silenciosa y asocial, no, hay algo mucho más profundo y extraño habitando en él.

Por lo general él no se molestaría en notar ese tipo de cosas, de ver más allá de lo esencial en una persona, pero tener al crío todos los días demasiado cerca, coexistiendo y respirando un mismo aire, le han llevado a notar algunas pequeñas cosas aquí y allá, y no solo se trata del esmalte de uñas de colores pasteles que suele llevar. Se trata en realidad de los movimientos sutiles, de las miradas ansiosas, de la forma brusca en que rasca su cuello, en el movimiento de sus pies nerviosos, en la forma en que se muerde las uñas a cada minuto, en lo enormemente incómodo que luce consigo mismo algunos días.

Levi podría, si quisiera, tomar cartas en el asunto, preguntar y actuar. No obstante Levi no es una clase de súper héroe, no está ni cerca de serlo, si se lo preguntarán es más, él diría con total seguridad estar del lado del villano en todas las tramas hollywoodenses y teatrales, porque al final de cuentas la mayoría de los ideales de esos sujetos no están errados del todo. Así que él podría, pero no lo hará. No está en sus planes involucrarse hasta ese punto con Eren Jaeger. No le interesa, no tiene la necesidad. Ser un espectador la mayoría de las veces no viene mal, sin embargo tampoco significa que no pueda prestar una mano amiga de vez en cuando, nada significativo; solo una pequeña muestra de esa lado blando y amable que sabe que tiene y que no le permite ser del todo un espectador cuando se trata de burlas, al menos ese tipo de burlas que están fuera de la camaradería que él tiene con sus cercanos.

Porque (aquí un secreto) le recuerdan a esa etapa mediocre y triste de su vida, cuando era un crío llorón y patético que agachaba la cabeza y al que siempre trataron como un perdedor.

Y eso es algo que no le gusta recordar del todo.

(Lo que es un punto malo para Eren Jaeger, porque Eren Jaeger se lo recuerda todo el tiempo).

—En realidad yo sé que eres un tipo más amable de lo que quieres creer — Hanji le dijo justo después de que él ayudase al chico del algún modo en sus primeros días.

Levi siseó y no le respondió.

Hanji es, la mayoría de las veces, un fastidio, con toda esa charla ecologista y con su extraña habilidad perfeccionada con el tiempo de entender cada mínima expresión de Levi. O a cualquier otra persona a su alrededor, como, por ejemplo, Eren Jaeger.

—No es que tenga comportamientos raros, o sea un anormal. Es sólo alguien diferente — Hanji le dice un día, bueno no a él, sino al grupo de amigos que se reúne a su alrededor en la mesa del jardín en la escuela mientras toman sus alimentos, aunque no dice el por qué ya que nadie pregunta. Pero Levi también la conoce lo suficiente como para saber que ella tiene sus razones para decir lo que dice. Pero no preguntará.

—Yo sigo creyendo que es extraño — Auruo, el novio de Petra (y el cretino que copió cada uno de sus gestos y mañas durante dos años), le dice, envolviendo posesivamente un brazo alrededor de los hombros de su novia.