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Neferet corrió hacia la puerta ya que alguien tocaba con desesperación.

Se había levantado tarde y su mejor amigo aún seguía dormido.

—¡Ya voy, joder! —gritó molesta y abrió la puerta de golpe quedándose en un estado de shock—.

Alexa y Erick le regalaron una sonrisa; una alegre y otra tímida, pero ambas causaron el mismo efecto de nerviosismo en ella.

—Hola, ¿está Enzo? —preguntó Alexa—. ¿Eres su hermana? Se parecen mucho.

La albina miró el reloj dándose cuenta de que era medio día. Miró a ambos y los hizo pasar.

—¿Enzo no está en casa? —preguntó esta vez Erick—. Lo escuché gritar de que ya venía.

Neferet no respondió y sólo los miró tratando de pensar en algo que le pudiera ayudar.

—¿Eres muda? —frunció el ceño Alexa algo preocupada—. Quiero decir, entiendo el lenguaje de señas.

Harper solo negó con la cabeza y miró el suelo dando un profundo suspiro.

—En realidad... yo soy Enzo Mirt —miró a ambos quienes fruncieron el ceño—.

—Espera, espera, espera... —Erick procesaba aquellas palabras—. ¿El top #1 de chicos lindos es una chica? —abrió los ojos asombrando—. Eso es... wow.

—¿Es por eso que no quieres estar en un equipo? —pregunto Alexa y la albina asintió—. Oh por dios, ¡Erick! —tomó de los hombros al mencionado—. ¡Debemos ayudar a que no la descubran!

—¿Ayudarme? —Neferet miró a ambos confundida—.

—Si —respondió la rubia mientras asentía—. Eres nuestra amiga, nos has tratado bien y debemos ayudarte —miró a Erick quien estaba de acuerdo con todo lo que decía—. Tu secreto está a salvo con nosotros.

—Gracias —sonrió la chica mientras abrazaba a sus dos amigos—. Creí que esto sería un caos.

—Neferet ya casi es hora de... —miró a los tres—. ¡Enzo no tarda en bajar, ya le hablo y... —se detuvo cuando vio que su amiga negaba con una sonrisa—. ¿Ya lo saben? —asintió—. Oh...

Mentira DeseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora