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Las cuatro parejas bailaban en un solo grupo en la pista, las canciones eran las favoritas de los ocho; suerte que el encargado de sonido era familiar del albino.

—Debo ir a dar el anuncio del rey y la reina —dijo Camille mientras se retiraba con dirección al escenario—.

La música se detuvo y Camille se dirigió al micrófono con un sobre en su mano.

—Es hora de anunciar a los ganadores —dijo Camille con una sonrisa y abrió el sobre, rió un poco al ver los dos nombres—. Esto no me sorprende, ya lo veía venir —miró al albino y su novia—. Enzo y Zoe, vengan por sus coronas, ustedes ganaron.

Enzo estaba en un estado de shock, las luces se centraron en ellos y la chica tomó de la mano a su novio mientras lo llevaba hacia el escenario.

—Enzo, eres muy popular, no te sorprendas —dijo Camille mientras reía—.

Ambos recibieron sus coronas, se tomaron de la mano y Zoe fue la primera en agradecer.

—Gracias por sus votos —sonrió—. No era necesario este gesto de su parte —le entregó el micrófono a su novio—.

—Creí que votarían por Camille y Sebastián —rió un poco—. Creo que en realidad todos merecen una corona, son grandes amigos y sobretodo buenos compañeros —hizo una pausa—. Gracias, chicos.

—¡Te amamos, Enzo! —gritó la mayoría de estudiantes—.

—Quiero dedicar esta corona a un amigo muy querido para mi —evitó sollozar—. Su nombre era Raúl Smith, hoy hubiera sido su cumpleaños pero... —tragó saliva—. Ahora lo festeja desde lejos, incluso tal vez su alma está por aquí, le invité cuando lo visité en el cementerio —tomó una bebida para él y una para Zoe—. Quiero brindar por él.

Todos apoyaron al albino, tomaron su bebida y la alzaron.

—Por Raúl Smith.

—¡Por Raúl Smith! —exclamaron todos y tomaron de su bebida—.

—¡Y por la gran mentira de Enzo Mirt! —el mencionado logró diferenciar a Damián en la entrada, todos lo miraron confundidos—. ¿No lo saben? —frunció el ceño—.

—Su nombre verdadero no es Enzo Mirt —dijo Mario mientras reian—.

—Es Neferet Harper y es una chica —dijo Nick mientras le apuntaba con un arma—. Te dijimos que hariamos que te fueras a la mierda.

—¿Enzo? —Zoe miró al albino confundida—.

—Perdón —suspiró profundamente—. Es cierto —se escucharon algunas exclamaciones de asombro—. ¿Ahora van a matarme al igual que Raúl por ser diferente? ¡Si mataste a un homosexual, ahora mata a una bisexual, idiota!

—¡Ahora, papá! —gritó Erick y varios oficiales que iban de incognito corrieron hacia los tres, en especial hacia Nick—.

Arrestaron a los tres pero un disparo se escuchó antes; Nick habia jalado del gatillo disparándole a Neferet en el hombro. La chica cayó de rodillas al suelo mientras sostenia su herida.

—¡Neferet! —alguien gritó, pero todo se volvió oscuridad para la mencionada—.

Mentira DeseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora