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—Hija, te conseguí el mejor traje de... —el padre de Neferet miró como su esposa curaba el ojo de su hija—. ¿Otra pelea?

—Harper peleó contra los asesinos de Raúl —comentó la mayor y suspiró—. No entiendo por qué aún siguen libres.

—Dinero, señora Jones —dijo Sebastián y miró al padre de su amiga—. ¿También trajo uno para mi?

—Si, gris, tal y como lo pediste —dijo el mayor—. Espero ese ojo se recupere para mañana.

Mentira DeseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora