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Las clases aún no comenzaban, Enzo y su grupo de amigos habían llegado antes que todos.

—Oye, Enzo —Ricardo llamó la atención del albino—.

—¿Si? —se acercó a su lugar—. ¿Qué pasa?

—Subieron un video de la pelea de anoche, los comentarios te están alabando —lo miró—. Y algunos otros dicen que eres muy lindo, sexy, violable, etc, etc.

—¿Quién lo subió? —preguntó Sebastián mientras se acercaba—.

—Es el canal del equipo de porristas —respondió Alexa incómoda por la mirada de sus amigos—. Lo comentaron en nuestro grupo de chat.

—Era algo inevitable —comentó Zoe—. Estaba Enzo, todos siguen a Enzo.

—¿Está bien que el video esté en la web? —preguntó Erick mirando al albino—. Alexa puede convencerlas de que lo eliminen.

—No, déjalo, es mejor que vean lo que George recibió por golpear a una chica —suspiró—. ¿Saben algo de él?

—Nada —respondió Ricardo encogiéndose de hombros mientras guardaba su teléfono—.

—¡Enzo! —el albino dirigió su mirada hacia la entrada del aula y justo en ese momento alguien le abrazó de golpe—. Oh dios, eres muy suave y valiente.

—¿Q-quién eres? —preguntó Enzo mientras fruncía el ceño y sentía como aquel chico escondida su cara en su pecho—.

—Amigo, no hagas eso —comentó Erick recordando el problema con las vendas—.

—Me llamo Ángel —miró al albino—. Tu Ángel —sonrió—.

—Wow... oye no sé qué ocurre o qué piensas pero yo no... —fue interrumpido—.

—Tú eres mío y yo soy tuyo —el chico rió—. Fuiste muy valiente al enfrentarte a George.

—Si pero... yo no soy de nadie —logró apartar al chico—. Escucha, no nos conocemos muy bien.

—Si, Ángel, no molestes a Enzo porque varias personas podrían atacarte —comentó Ricardo para ayudar al albino—.

Mentira DeseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora