-No hace falta que estés tan tensa, relájate, no te haré nada- dijo el padre de Marc mientras conducía.
Yo solo asentí con la cabeza sin saber muy bien que responder o decir. No era capaz de entablar una conversación con esta persona.
-Quería también hablar contigo a solas- dijo de nuevo el hombre al volante -Darte... gracias... por... bueno... estar con Marc... aunque no me gustas mucho- dijo demasiado sincero -No se me da bien esto de agradecer- susurró molesto para él mismo.
-No hay de que- le contesto haciendo un intento de sonrisa.
-Mi hijo es muy rebelde, solo hace caso mi esposa- seguía hablando el hombre sin yo prestarle mucha atención, pues quería llegar cuanto antes a mi casa -Al parecer le caes bien a mi familia, así que te voy a acepta- le escuché decir haciendo que girara la cabeza hacia él -Aunque seas una bruja y no me gustes mucho.
-Yo... gracias- dije sin saber cómo reaccionar ante eso, me había sorprendido lo que dijo, es decir, me aceptaba, aceptaba que fuera la novia de Marc y eso me dejó sin palabras.
-Cuídalo- dijo cuando ya habíamos llegado.
Ahora tenía ganas de preguntarle cosas, aunque me diera miedo quería saber su opinión, lo que pensaba de todo esto. Maldición, yo siempre tan contradictoria.
-Gracias por traerme, nos vemos- dije bajando del coche y despidiéndome.
Cuando llegué a la puerta, me giré para verle irse. Había sido muy raro todo lo que había dicho, pero me alegraba pues había avanzado otro paso más. Contenta, entré en la casa, saludé a mis amigos y a mi madre y me fui a mi cuarto para procesar todo. Dios, tenía ganas de gritar de felicidad.
-¿Cómo os va todo preparando lo de la fiesta?- preguntó Amy a Kyle.
-Bien, todo va según lo planeado- le contestó él.
-Dentro de poco será tu cumpleaños- me recordó Tyler haciendo que los demás nos miraran.
-Es verdad- dije dándome cuenta de que faltaba apenas unas semanas.
Estábamos todos en el comedor hablando y relajándonos, hoy era viernes, por fin. La semana se me pasó más o menos rápida por las clases y el entrenamiento. Mi madre me lo ponía cada vez más difícil conforme se acercaba la fecha, me hacía estudiar los hechizos del nivel más alto, además de pequeñas pruebas para ver si las superaba sin problema. Marc, mientras tanto, estaba ocupado con la fiesta del instituto, así que nos veíamos poco.
-"¿Que podría regalarle a Lana por su cumpleaños?"- escuché decir a Marc.
-Me da igual- contesté haciendo que me mirara extrañado.
-¿Qué?- dice confuso.
-Que me da igual lo que me regales- le expliqué.
-Lana, ¿a qué viene eso?- me pregunta Amy frunciendo el ceño confusa.
-¿No ha preguntado por el regalo de cumpleaños?- digo obvia con todos mirándome.
-Él no ha dicho nada- contesta Nina.
-¿Qué? Pero si lo he oído- les digo mirando a todos.
-Nosotros no hemos escuchado nada, ¿estás bien?- me pregunta Tyler preocupado.
-Sí, creo que sí- digo confundida.
-"Ahora que lo pienso el cumpleaños de Lana será el mismo día que la fiesta del instituto"- dice Tyler de pronto.
Me giré a él quien estaba con la mirada perdida en algún punto y pensativo. Nadie decía nada, todos seguían haciendo lo suyo sin ni siquiera comentar lo que había dicho Tyler, ¿pero qué pasa aquí?
-"Dentro de dos semanas será la fiesta. ¡Qué ganas tengo de que llegue!"- escuché decir a Nina mientras sonreía sin abrir la boca.
Cada vez estaba más confusa, por lo que giré mi cabeza para mirar a todos los del comedor.
-"Hoy tengo el examen, tenía que haber estudiado"- escuché decir a un chico quien miraba unos papeles sobre su mesa.
-"Esto está asqueroso"- dijo una chica con cara de asco mirando su comida.
-"¿Se callará alguna vez o me contará todo lo que le ocurra día a día?- decía otra chica escuchando a su amiga hablar.
Eso y más cosas escuchaba por todo el comedor, lo raro era que, de los que escuchaba, ninguno había abierto la boca y eso me pareció raro. Sin darme cuenta, solo escuchaba palabras y más palabras, me empezaba a doler la cabeza, como si mucha gente me hablara a la vez. Me tape los oído para intentar dejar de escuchar tanto ruido, pero no sirvió, seguía escuchando todas esas voces.
-Lana- escuché decir a alguien entre todo el ruido de mi alrededor.
Me había puesto de pie y estaba a punto de desmayarme. Me sentía confundida y a cada minuto que pasaba escuchaba más cosas. En ese momento colapsé, cayendo en la oscuridad, pero pude sentir que alguien me agarró antes de ver todo negro y caer al suelo.
-¿Estará bien?- decía alguien preocupado.
-Sí, se pondrá bien- decía una voz femenina.
Poco a poco abrí los ojos, todo estaba blanco ahora. Cuando conseguí ver donde estaba miré a mi alrededor. En la enfermería estaba mi madre y Marc.
-¿Qué ha pasado?- digo agarrando mi cabeza al levantarme un poco de la camilla.
-Te has desmayado- dice mi madre acercándose -Cuéntame, ¿qué ha pasado?
-No lo sé, empecé a escuchar muchas voces y me desesperé porque nadie parecía darse cuenta, excepto yo- digo mirando a mi madre por si ella sabía algo al respecto -Necesito una pastilla para la cabeza, me duele.
-Toma- dijo rápido Marc con un vaso y la pastilla.
-Gracias- dije para luego esperar alguna respuesta de mi madre.
-"Esto se esta complicando"- escuché decir a mi madre quien seguía pensando sin decir nada.
Y otra vez volvía a escuchar voces donde no las había. Genial, me decía a mi misma.
ESTÁS LEYENDO
La última bruja
LobisomemLana Mitch, una chica que desconoce sus orígenes. Caótica, siempre metida en problemas junto a su amiga Amy, salvadas siempre por Tyler, sarcástica, nunca sabe cuando callarse... pero, a pesar de todo, confusa. ¿Quién es en realidad? ¿Por qué tiene...