//Michell//
Cuando me cambié salí directo hacia el campo. Algunos estaban calentando, otros jugaban con un balón y otros simplemente estaba en la banca haciendo nada.
—Al fin llegas—habló la chica que me había hablado en los baños —El partido comienza en unos minutos así que prepárate.
—Espera ¿Partido de que?
—Voleibol—alzó una ceja —¿No me digas que nunca lo has jugado?
—Cómo no. Esta bien, llegó en unos minutos —dije sonriendole. La chica dio un golpecito en mi hombro y se fue corriendo.
Cuando era pequeña me gustaba jugar voleibol pero hace años no lo práctico así que no se que tan bien me vaya.
—¡Atrapala!—gritó Kim lanzando una pelota de básquet. Mis reflejos me fallaron así que no logré atraparla solo la esquive para no ser golpeada.
—Lo siento—me disculpé apenada.
—Michell—rió —Sólo es una pelota. Que no la hayas atrapado no quiere decir que tengas que disculparte —alboroto mi cabello y fue por la pelota.
—Esta bien
—¿Y cómo te va? —dijo volviendo junto a mi.
—Bien, ya tengo mi primer juego de voleibol —hablé animada. Aunque por dentro me muriera de los nervios.
—¡Oye! Eso es bueno, suerte —ánimo.
—Bueno, gracias nos vemos luego —me despedí y corrí hacia donde estaban las chicas que jugarían.
Todas estábamos reunidas recibiendo las instrucciones del entrenador. Todas prestaban atención excepto la chica que había hablado conmigo, ella estaba acomodando su maquillaje.
¿Quien se maquillaje para hacer deporte?
El entrenador hizo sonar el silbato y todas fuimos a nuestros lugares.
(...)
El juego marchaba bien, casi íbamos ganando. Me estaba yendo bien después de tener un buen tiempo sin jugar.
La pelota rebotaba en ambos equipos, cuando en eso la chica del otro lado lanzó la pelota con mucha fuerza directo a mi cara, ni siquiera me dio tiempo de esquivar el golpe cuando sentí estaba tendida en el suelo y la sangre salía por mi nariz.
Bien, que suerte la mía
El entrenador me envió a la enfermería ya que la sangre no dejaba de salir. Caminaba por los pasillos con la nariz hacia arriba para que la sangre no saliera tanto cuando en eso choqué contra alguien
—¡Auch!—chille bajando la cabeza. Me encontré con quien menos pensaba, Jeon Jungkook —Lo siento— hice una pequeña reverencia y pasé aún lado de él.
—¿Estas bien?—habló a mi espalda. De inmediato frene mis pasos y me giré para verlo pero él aún seguía de espalda.
—¿Que? Ah si—respondi nerviosa. No me esperaba esa pregunta por parte de él.
—La próxima fíjate por donde caminas. Manchaste mi camisa de sangre —dijo yéndose.
Me quedé en el mismo lugar viendo como se alejaba, el chico si que era bien extraño
Mi nariz.
Corrí a la enfermería tratando de no perderme y seguir bien las instrucciones que me habían dado
(...)
Después de dar con la enfermería la doctora me ayudó a detener el sangrado y me dijo que no era nada grave. Regresé a los baños para cambiarme e ir a la cafetería todo esto me había dado mucha hambre.
—Aquí estas—habló Kim con su respiración agitada parecía que había corrido un maratón.
—¿Qué pasa? ¿Porque vienes tan agitado?
—Te estaba buscando, me dijeron que habías tenido un accidente.
—Tranquilo—reí —Sólo fue un pequeño golpe y ya estoy bien.
—Ay, que bueno. Como el presidente de la clase debo encargarme de que mis compañeros estén bien y más si son nuevos.
—Me parece bien, por ahora presidente Kim, ¿Me puede decir donde está la cafetería?
—Claro—sonrió tomándome por los hombros —Yo la llevo.
El rubio me llevó hasta la cafetería donde ya había mucha gente a pesar de que aun no terminaban las clases
Ambos compramos algo para comer y buscamos una mesa vacía
—¿Y qué fue lo que te pasó?—preguntó dejando de comer.
—La pelota quiso darme un beso—reí haciendo que él se contagiara.
—Qué abusiva
—Si. Kim ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Claro dime
—¿Quién es Jeon Jungkook?—Él dejó su comida sobre la bandeja y la sonrisa que tenía desapareció.
—¿Porque te interesa Jungkook?
—Digamos que tenemos algo en común—sonreí tímida.
—¿Cómo que?
—Prométeme no decir nada ¿si?—lo vi amenazante. Él asintió con su cabeza —Tengo su riñón.
El rubio por poco y se ahoga con el refresco que estaba tomando. Le di pequeñas palmadas en la espalda ayudando a que se calmara
—¿Porque te sorprende tanto?—Pregunté acomodandome en mi asiento.
—¿Jeon Jungkook te regaló un riñón?—me vio sorprendido para luego empezar a reir—Él jamás a hecho nada por nadie
—¿Qué? ¿Tan malo es?
—Si, Jungkook es todo menos un buen samaritano —rió —Él es cruel, despiadado, manipulador, egoista, egocéntrico y un vago que no le interesa nada.
—Vaya, que buen currículum—reí.
—No entiendo como fue que te dio su riñón
—La verdad es que él me lo dio sin conocerme y realmente me salvó la vida.
—Pues alguna fuerza sobre humana lo insito a eso—rió.
—Talvez pero aún así me gustaría acercarme a él
—Ja, eso es aún más difícil, él no habla con nadie más que con su grupito. Se cree el más "popular" y bueno lo es —rodó sus ojos —Todas las chicas caminan tras él pero su novia se encarga de alejarlas.
—Ah si, su novia —chille llevando la comida a mi boca.
—Ella es igual a él o quizás peor. Creo que por eso son novios.
—Ya veo, sólo espero no tener problemas con ninguno de los dos.
—Si, lo mejor es mantente lejos de ellos.
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❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞
Fanfiction𝘚𝘶 𝘴𝘢𝘭𝘷𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘺 𝘴𝘶 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯. É𝘭 𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘮𝘣𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘢 ú𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥í𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘥𝘦 é𝘭.