M&J💫

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//Jungkook//

Estaba terminando de desayunar cuando mi padre apareció en la cocina. Rápidamente me vio con seriedad pero no me importa lo que él piense

—Michell ¿Cómo amaneciste? ¿Todo bien?—preguntó sonríendole. Ella le hizo un reverencia y habló.

—Si, todo muy bien —respondió sonriente. Yo bajé mi cabeza para ocultar la sonrisa que tenía al recordar la noche de ayer.

—¿Y tú Jungkook? ¿Porque tan feliz?—preguntó mientras se servía jugó.

—Por nada padre —remarque la ultima palabra y llevé los trastes sucios al fregadero.

—Buenos días—la mamá de Michell apareció. Ella abrazó a Michell —Perdón por no levantarme a tiempo para prepararles el desayuno.

—No te preocupes mamá, Jungkook lo hizo —habló Michell viéndome tratando de evitar sonreír.

—Oh, no sabía que eras bueno en la cocina —la señora Kim fue a donde estaba mi padre.

—La nana me enseñó así que no es tan difícil —respondí —Si me disculpan iré a darme una ducha.

Salí de la cocina para subir a mi habitación, al llegar me quedé observando mi cama y recordé a Michell. Era increíble como ella podía sacar lo mejor de mi, el Jungkook que yo conozco anoche no se hubiera detenido y hubiera seguido hasta lograr lo que quería pero con ella era distinto, hasta podría jurar que me sentía mal por hacer que se sintiera precionada

No quiero que ella piense que sólo la quiero para un acostón. Ella es más que eso, la quiero junto a mi y para mi, y me encargaré de que lo entienda

Saqué mi camiseta para luego meterme a bañar pero el ruido de la puerta me detuvo, abrí un poco encontrandome a Michell de pie con su cara completamente roja al ver mi abdomen descubierto

Es tan tierna

—Sigues sonrojandote aunque ya me has visto así antes —dije tomandola de la mano para arrastrarla hasta adentro de mi habitación.

—Yo-yo —balbuceo tratando de que sus palabras salieran. Yo sólo reí y la abracé.

Sentí sus suaves y frías manos en mi pecho haciendo que una corriente recorriera todo mi cuerpo, está chica podía volverme loco con solo tocarme

—Mamá quiere que vayamos de paseo —habló por fin.

—Solo me daré un baño y bajo

—Está bien —dijo intentando alejarse de mi pero yo no se lo permití —Jungkook, debo irme

—Pero no quiero —la apreté más a mi cuerpo y besé su cabeza.

—Yo tampoco —al fin sus manos bajaron hasta mi espalda donde se aferró como si no quisiera soltarme.

—Hoy en la noche regresamos a casa. Espero ahí por lo menos tener un poco más de tiempo contigo.

—No lo creo—dijo con tono de voz  triste. Me alejé de ella un poco y tomé sus mejillas entre mis manos.

—¿Porque lo dices? ¿Piensas irte con el imbécil de Hoseok?

—Claro que no—rio acomodando el cabello que caía en mi frente —Solo que tú tienes muchas cosas que hacer, además que Jeon Jungkook jamás está en casa —rio viéndome directo a los ojos.

—Pues Jeon Jungkook ahora tiene un motivo para jamás salir de casa —sonreí llevando mis labios a los de ella. No hice ningún movimiento solo me quedé así sintiendo la suavidad de estos.

—Me encantaría saber cuál es ese motivo —habló alejándose de mi—Pero tendrás que decirme en otro momento, por ahora ve a darte un baño—sonrió dando un beso en mi mejilla y se marchó tan rápido sin que pudiera detenerla.

Me quedé en el mismo lugar perdido en mis pensamientos, realmente está chica me estaba haciendo cambiar tant.

¿Realmente tenía un motivo por el cual no irme de casa? Si, si lo había y desde hace mucho, solo que no lo había querido aceptar

Por ella regresaba antes a casa, por ella no salía a fiestas como antes y si salía no dejaba de pensar en ella. Si, realmente mi motivo era Kim Michell

(...)

Bajé a la sala ya listo para ir "De paseo" con mi... lo que sea que seamos ahora mismo

—¿Listo?— preguntó la señora Kim. Enserio esa señora siempre me recordaba a Michell, se parecen tanto.

—¿A dónde iremos?— pregunté mientras ponía mi chaqueta.

—Cerca de aquí hay una hacienda para visitantes, iremos y en la noche regresamos a casa

—Está bien—dije saliendo antes que todos.

Afuera estaba el auto de papá, en cuanto llegó quitó el seguro de las puertas y entré para esperar que Michell entrará.

En segundos Michell estaba dentro del auto tratando de ocultar la gran sonrisa que tenía, yo de vez en cuando la veía de reojo y le daba un guiño viendo como se avergonzaba

—Por cierto... —la señora Kim habló un poco nerviosa—Tenemos algo que decirles

Michell y yo nos vimos y luego vimos hacia adelante donde nuestros padres iban tomados de la mano.

—¿Qué es mamá?— preguntó Michell.

—Cuando estemos allá les diremos ¿si?— la señora Kim se giró para vernos y sonreirnos.

Miles de cosas pasaban por mi mente en esos momentos solo esperaba que la idea que más me aterraba no fuera real

—Llegamos —anunció mi padre sacándome de mis pensamientos.

Todos bajamos del auto, a como la señora Kim lo habia dicho, era una hacienda enorme. Entramos detrás de nuestros padres, ya adentro fuimos a un pequeño rancho donde había una mesa con sillas listas para nosotros, también habían otras familias ahí al parecer el lugar era famoso y muy visitado

—¿Y bien...?— dije alzando una ceja esperando a que dijeran algo.

—La noticia se la daremos después por ahora vamos a divertirnos —la señora Kim tomó la mano de mi padre y nos indicaron que los siguieramos.

Michell y yo los seguíamos sin saber que era lo que tenían planeado, ellos estaban actuando demasiado misteriosos y eso me preocupaba

Llegamos a donde estaban dos hombres con cuatro caballos ya ensillados y listos para montar

—Mamá —llamó Michell sin despegar su vista de los animales. Y por ende deduje que estaba asustada, ella le temía a todo.

—Tranquila Michell, los señores dicen que los caballos están bien entrenados y no pasará nada—respondió mi padre tratando de calmarla.

—Si hija, solo tienes que montar y disfrutarlo

—Si Michell —dije empujandola con mi hombro. Ella me vio amenazante —Yo estaré junto a ti —susurré mientras pasaba frente a ella.

Nuestros padres subieron a sus caballos, solo faltaba Michell y yo.

—Vamos, te ayudaré —dije sintiendo la mirada de mi padre sobre mi pero no me importó.

—¿No me mataré?—preguntó haciendo que riera.

—Claro que no —respondí tomandola de la cintura para que subiera.

Cuando estaba arriba del caballo empezó a respirar con rapidez tratándo de controlarse. Me daba tanta gracia verla así, me hacia verla como una pequeña niña que solo quería que la protegiera

❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora