❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞

M&J💫

//Michell//

Desperté por los gritos que se escuchaban por toda la casa. Me sorprendió más al escuchar los gritos de Jungkook

Sabía que algo no andaba bien, ya que también el señor Jeon gritaba.

Sin importarme nada salí de mi habitación pero fui detenida por mi madre.

—¿Qué está pasando?—pregunté preocupada. Los grito no paraban y hasta se escuchaban cosas rompiéndose.

—Nada, tú regresa a tu habitación

—No mamá, no me iré

—Ellos están discutiendo —habló caminando de un lado a otro. Se veía preocupada al igual que yo.

—Pero, ¿porque? ¿Qué pasó?

—Su padre vino muy enojado porque le llegó un reporte de la policía diciendo que Jungkook estaba involucrado en la venta de drogas a menores y que también la consumía

—¿Qué? ¿Eso no puede ser?

—Si, dijeron que lo habían encontrando en un parque consumiendo drogas con un menor de edad

—Eso es mentira mamá—hablé alterada.

—¿Tú cómo sabes?

—Porque el día que lo detuvieron yo fui ayudarlo y jamás dijeron que lo habían encontrado consumiendo.

—Pero a su padre le dijeron otra cosa

—Mintieron mamá. ¿Tú me crees?

—Claro que te creo, pero... ¿A dónde vas Michell?
—gritó viendo cuando subía las escaleras a toda velocidad.

No podía dejar que él señor Jeon atacara a Jungkook cuando en realidad las cosas no pasaron así

Cuando llegué a la habitación de Jungkook los gritos se escuchaban más fuerte, tenía miedo pero no iba a dejar que Jungkook fuera acusado así.

—¡Vete!—gritó Jungkook al verme entrar. El señor Jeon se giró hacia mi.

—Michell por favor, déjame solucionar esto con mi hijo

—Perdón señor Jeon pero las cosas no fueron como a usted le dijeron

—No le expliques nada, jamás creerá —Jungkook hablaba con fuerza y se veía furioso. Y su cuarto lo confirmaba, habían muchas cosas rotas en el suelo

—Michell, la policía no miente

—Pues esta vez si lo están haciendo

—¿Tú cómo sabes?

—Yo ayudé a Jungkook cuando lo detuvieron, jamás mencionaron nada de que él consumió

—De igual manera esta vendiendo esas porquerías a menores. Tú no tienes necesidad de hacer eso —gritó lo último dirigiéndose a Jungkook.

—Me vale una mierda lo que pienses —gritó recibiendo una bofetada por parte de su padre.

—Señor Jeon por favor —dije poniéndome frente a Jungkook.

—Michell no te metas —Era la primera vez que veía así de enojado al señor Jeon y sinceramente si daba miedo pero no iba a dejar a Jungkook sólo en esto.

—Hazle caso, no quiero que mi querido padre también te golpeé—habló Jungkook riendo sarcástico.

—Jungkook cállate —grité empujandolo detrás de mi.

—Hija—dijo mamá entrando a la habitación.

—Mamá tu sabes que yo jamás te digo mentiras, ayúdame —rogué viéndola fijo. Ella asintió y se acercó al señor Jeon.

—Vamos, tienes que calmarte. Después hablan con calma —dijo tomandolo del brazo.

—No tengo nada que hablar con este señor, ya dije lo que tenía que decir

—Cállate, eres un mal agradecido —gritó con furia su padre— Así me pagas todos los años que he cuidado de ti.

—¿Cuidado de mi?—Jungkook rió irónico —Jamás has estado conmigo cuando te necesito, es más puedo asegurarte que hubieras deseado que muriera yo en vez de mi madre

—A ella no la metas en esto—gritó alzando su mano decidido a darle otro golpe a Jungkook pero yo me metí entre ellos.

—Por favor—suplique viéndolo. Él bajo su mano y salió hecho una furia de la habitación.

Mi mamá salió detrás del señor Jeon y yo me quedé viendo como Jungkook desataba su furia destruyendo todo lo que encontraba a su paso. No hice intento de detenerlo, sabía que se sentía frustrado y si quería sacar todo lo que tenía dentro yo no se lo impediría.

Cuando se cansó dejó caer su cuerpo en el suelo, recogiendo sus piernas para pagarlas en su pecho mientras lloraba.

Desde que lo conozco jamás lo había visto así de mal, él siempre mostraba a ese chico rudo que no le temia a nadie y verlo así me hacía sentir mal

Me senté junto a él y tomé su cabeza dejándola en mi hombro, después sólo sentí como él me rodeaba con sus brazos y lloraba en mi pecho

—Yo estoy contigo—susurré mientras acariciaba su espalda tratando de confortarlo.

Él no respondió nada sólo siguió llorando mientras me abrazaba fuertemente.

(...)

Pasamos varios minutos así hasta que él se alejó de mi secando sus lágrimas, ni si quiera se atrevía a verme

—¿Qué fue lo que pasó?—pregunté rompiendo el silencio que se había formado.

—¿Porque te involucraste?

—No estás respondiendo a mi pregunta

—Nada, no pasó nada. Ahora responde tú

—Como puedes decir que no pasó nada cuando tu papá te golpeó y tú destruiste tu habitación

—No estás respondiendo a mi pregunta —dijo al fin viéndome a los ojos.

—Porque yo confío en ti, dijiste que no habías consumido drogas y te creo

—¿Porque confías en mi? No lo hagas

—Acaso... ¿Ellos tienen razón?

—No—dijo volviendo apartar su vista.

—Entonces, ¿que pasó? ¿Porque ellos dicen eso?

—Porque alguien no soporta ser abandonada —dijo empuñando sus manos. Yo no estaba entendiendo nada pero él se veía enojado de nuevo.

—¿De qué hablas?

—Nada— limpió su cara sin dejar rastro de alguna lágrima y se puso de pie. Yo hice lo mismo quedando junto a él.

—¿A dónde vas?

—Gracias por confiar en mi pero no quiero que vuelvas a meterte en mis problemas— caminó hacia la salida con intención de irse pero lo detuve.

—¿A dónde vas?—volvi a preguntar viéndolo con preocupación. Él tomó mi mano y la bajó soltandose de mi agarre.

—Estaré bien, gracias por preocuparte —se acercó a mi dejando un pequeño beso en mi frente para después irse a toda prisa sin dejar que al menos reaccionara.

No sabía que era lo que había pasado con él pero quería que estuviera bien y que nada malo le pasará.

Sabía que sus amigos no eran ángeles del cielo pero que vendieran y consumieran drogas ya era una cosa demasiado extrema.