M&J💫

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//Jungkook//

Toda la familia y los amigos se habían ido, toda la tarde la pasaron comiendo y divirtiéndose juntos. Hasta Jimin quien no parecía molesto conmigo estuvo de lo más feliz, pasar tiempo con ellos me recordó a cuando éramos muy unidos

—¿En que tanto piensas?—preguntó Michell apoyándose en el marco de la puerta. Yo me encontraba en la cama de nuestra nueva habitación.

—En que...— me acerqué lentamente a ella tomándola de la cintura —Ahora viviremos solos y podremos hacer lo que queramos—susurré en su odio haciendo que ella riera.

—¿A que te refieres?— preguntó inocentemente como si no supiera a que me refería.

—A esto—dije cargandola ahorcajadas, ella entrelazo sus piernas en mi cintura dejando reposar sus brazos en mi cuello—No compré un apartamento por nada ¿eh?—sonreí dándole un guiño.

—Eres un pervertido—ella dio pequeños besos por toda mi cara—Pero te amo—susurró para luego unir sus labios con los míos.

La extrañaba, extrañaba tanto besarla y tenerla entre mis brazos, extrañaba verla todas las mañana para ir a clases, la extrañaba mucho. Ahí fue cuando me di cuenta que ella se había convertido en el motor de mi vida, ella es la razón por la cual soy feliz ahora, ella se convirtió en la única causante de mi sonrisa y quiero que permanezca a mi lado todo lo que nos resta de vida

No te dejaré ir nunca Kim Michell

—Te amo—dijo con su perfecta voz. Su cuerpo se encontraba sobre la cama y yo sobre ella, podía tener mejor visión de su rostro.

Era la mujer más hermoso para mi, tenía una sonrisa tan perfecta, sus ojos negros y profundos transmitían tantos sentimientos. Era lo mejor que me había pasado

—Te amo mucho más —susurré llevando mi mano a su mejilla para acariciarla suavemente—Mi pequeño riñón andante

—Tonto—exclamó tomando mi cara entre sus manos acercándome a su rostro —Te lo pasaré porque te amo pero la próxima te dejaré dormir solo —rio besando mi mejilla.

—No importa, te seguiré hasta el fin del mundo si es posible con tal de quedarme contigo

—¿Siempre has sido así de lindo?

—Solo con la persona que realmente amo

—Espero que no sean muchas

—No habrá otra ¿Sabes porque?— la vi sonriendo. Ella solo negó con su cabeza—Porque no pienso alejarme nunca de ti, al menos que muera

—Tampoco te alejarás de mi tan fácilmente Jeon —ella sonrio malvadamente moviendo  su pierna rozando mi entrepierna. Todos mis sentidos se debilitaron al sentir su roce y mi cuerpo ya no podría parar.

—Estas jugando con fuego, te puedes quemar —susurré lo ultimo mordiendo el lóbulo de su oreja.

—No me importaría quemarme en tus brazos —ella repitió el mismo acto de hace unos minutos y mi entrepierna dolió.

—Entonces arderemos juntos

Empecé a besarla con tanta pasión que sentía que me quedaba sin aire pero eso no era impedimento, quería devorar sus labios y saciar nuestros deseos, porque aunque ella no lo dijera sabía que al igual que yo deseaba esto

—Vamos arder entonces —dijo separandose de mi. Puso su mano en mi pecho empujandome para quedar de pie—Dejame ayudarte mi amor.

Su voz sonaba tan malditamente sexy que mi entrepierna dolía cada vez más y lo único que quería era ser liberado de mi ajustado pantalón

Ella desprendió el botón de mi pantalón y lo bajó lentamente, sentía que me estaba torturando con esto pero era jodidamente sexy. Se acercó  tomando ahora el borde de mi camiseta para sacarla con mi ayuda ya que yo era más alto que ella, cuando mi abdomen estaba completamente desnudo ella se tomó el tiempo de observarme detenidamente, me estaba devorando con la mirada y eso no podía ocultarlo

—¿Te gusta lo que vez?—pregunté tomándola de la cintura con fuerza, ella solo sonrió.

—Claro que me gusta ¿A quien no le gustaría esto?— rio besándome. Aunque el beso no duró mucho ya que ella me lanzó sobre la cama haciendo que quedara sentado observándo detenidamente cada movimiento que hacía.

Ella tomó el tirante de su vestido bajandolo por sus brazos, mi erección crecía cada vez más y a ella parecía agradarle verme así

Cuando intenté ponerme de pie ella tomó mis hombros haciendo que volviera a sentarme y se sentó sobre mi regazo

—Esta noche, seré yo quien arda en llamas sobre ti

Mi mirada se conectó con la suya ¿Donde había quedado la tierna Michell? Ahora en su lugar estaba una chica sin miedo y decidida a todo, y eso me encantaba

—Encantando de arder contigo—dije llevando mis manos a su espalda para quitar su sostén, eso estorbaba en mi camino hacia sus pechos.

Mis manos recorrían cada parte de su espalda mientras mis boca dejaba marcas en su cuello y pechos, ella solo podía jadear dejándose llevar

Su cuerpo se movía sobre mi erección haciendo que mi miembro doliera, era demasiada tortura para mi. Llevé mis manos a su trasero apretandolo con fuerza haciendo que ella jadeara en mi odio volviendo todo aún más excitante

Lo siguiente que sentí fue como ella introducía su mano en mi bóxer, solté un gemido tan fuerte al sentir como masajeaba mi miembro de arriba a abajo, ser masturbado por ella era uno de los más grandes placeres de mi vida. Sentía que en cualquier momento me correría por todo el éxtasis que sentía

—Aguanta un poco más —susurró en mi odio sin dejar de masturbarme. ¿Como quería que soportara más si me estaba volviendo loco?.

Tomó mi mano llevándola a mi miembro, es retiró la de ella indicandome que yo siguiera y así lo hice, de nivel de éxtasis era demasiado y no quería parar

Mi mano subía y bajaba sobre mi miembro mientras veía como ella bajaba lentamente su braga

—Ahhh— gemi sintiendo como mi miembro crecía aún más. Ella sonrió y volvió acercarse a mi. Alejó mi mano de mi miembro y se autoembistio, gimiendo mientras lanzaba su cabeza hacia atrás.

Tomé su cintura ayudando a que las embestidas fueran mucho mejor, su cuerpo haciendo rose con el mío mientras la embestía era como arder en el infierno

Los gemidos y las embestidas aumentaban cada vez más, poder gemir sin temor a ser escuchados era uno de los privilegios de vivir solos, aunque seguramente esto lo están escuchando nuestros vecinos pero que más da

Pasamos varios minutos así cuando sentí como mi líquido caliente salía de mi, ella dio el último gemido liberándose de todo.

Sonrio abrazándose a mi cuello aun sin salir de ella nos quedamos unos segundos así tratando de recuperar el aliento

Después ambos quedamos tendidos en la cama aún con nuestros cuerpos temblorosos y cansados. Pero el placer que había sentido valía la pena

—Me encantó arder contigo —dijo sonriendo.

—Cuando quieras podemos arder juntos— sonreí abranzandola. Tomé la sábana cubriendo nuestros cuerpos y me a pegué a ella como si no quisiera soltarla nunca.

—Descansa mi amor— susurro dando un beso en mi mejilla. Su voz empezaba a escucharme baja por causa del sueño.

—Descansa, te amo—besé su frente sin esperar respuesta alguna ya que se había quedado dormida. Mi cuerpo no tardo mucho en quedar en el mismo estado que ella.









❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora