//Michell//
A la mañana siguiente desperté por mi estúpida alarma que sonaba apesar de ser fin de semana ella seguía sonando.
Ayer después de hablar con Jungkook me quedé toda la noche pensando en todo lo que había pasado y por esa razón ahora tenía unas ojeras enormes
Me levanté de la cama y me lavé la cara para salir a comer algo. En el camino a la cocina me encontré con mamá.
—Hija ¿Cómo te fue anoche?
—Bien—dije sin ánimos y entre a la cocina—Hola—Saludé a la nana. Ella muy amable respondió a mi saludo.
—¿Van a desayunar?—preguntó viendonos. Mamá y yo asentimos con la cabeza.
Aunque la nana se negó mamá logró convencerla de que le ayudaría a preparar el desayuno
Mientras lo hacían hablaban de cosas random y reían mucho, yo me estaba divirtiendo viendo como mamá jugaba con las cosas de la cocina. A veces me preguntaba si ella realmente tenía su edad.
Todas estábamos riendo hasta que la puerta de la cocina se abrió de golpe dejando ver a un Jungkook sonámbulo. Se quedó estático al vernos a todas.
—Mi niño—dijo la nana feliz de ver a Jungkook quien solo nos veía serio.
—Hola nana—saludó dandole un beso en la mejilla —Hola señora Kim —hizo una reverencia a mi madre y a mi solo me vio unos segundos y apartó su vista. Ni siquiera me saludó el mal agradecido.
—¿Quieres desayunar?—preguntó la nana. Él negó con su cabeza y fue hacia la nevera.
—Sólo tomaré esto —dijo sirviéndose un vaso con jugo de naranja.
Yo sólo lo seguía con la mirada, él se sirvió y se fue sin decir más nada
—¿Ustedes no se llevan bien?—preguntó la nana cuando él ya se había ido.
—A él nadie le cae bien —dije rodando mis ojos.
—Michell —regañó mi madre.
—¿Qué? Es la verdad
—Tienes razón —me apoyó la nana. Mi madre y yo la vimos sorprendida —Hace varios años dejó de tener amigos, pero amigos reales porque los que tiene ahora no son buenos para él.
—En eso también tiene razón —dije tomando del mismo jugo que Jungkook —Sus amigos son un poco complicados.
—Si, ya he hablado con él sobre eso pero no hace caso
—¿Y su padre no habla con él?—preguntó mi madre.
—El señor Jeon casi no pasa tiempo aquí y cuando lo hace sólo es para discutir con Jungkook
—Seguro el trabajo lo estresa mucho —lo defendió mi madre.
—Tal vez pero también debería tomarse un tiempo para su hijo —la nana defendía a más no poder a Jungkook.
—Si tienes razón —habló amamá.
Después de la charla sobre Jungkook todas desayunamos y hablamos un poco.
—¿A dónde va?—pregunté a la nana quien salía de la cocina con una bandeja en mano.
—Iré a dejarle el desayuno a Jungkook, seguro saldrá hoy y no quiero que se vaya sin comer nada.
—No se preocupe, deme eso yo lo haré —quite la bandeja de sus manos.
—Pero...
—Pero nada, usted tiene otras cosas que hacer así que yo ayudaré en esto
—Esta bien—sonrió dejándome pasar.
Subí las escaleras hasta llegar a la habitación de Jungkook, toqué la puerta hasta que se dignó abrir.
—Toma—dije extendiendo la bandeja frente a él.
—Déjala en la cama —ordenó haciéndose a un lado para que yo entrará. Rodé mis ojos y entre a su habitación dejando la bandeja donde me había indicado. Al girarme para salir choque con su pecho haciendome retroceder.
—Aún lado—dije en tono serio. Él sólo rió.
—Tengo algo para ti —dijo dejándome desconcertada. Se acercó al pequeño escritorio que estaba ahí y sacó un sobre de uno de los cajones —Toma.
—¿Qué es esto?
—Es el dinero que pagaste por mi
—No, no y no—dije poniendo el sobre en su mano. No podía cobrarle eso cuando yo le debía más aún.
—No seas terca y tomalo
—No—dije firme caminando hacia la salida pero los golpes de la puerta me hicieron detenerme. Era Yoona quien llamaba a Jungkook.
Me quedé estática y con los nervios a mil y Jungkook estaba igual
—Al armario, ya —ordenó en un susurro.
—Pero...
—Entra— ordenó metiendome en el asfixiante lugar.
Escuché como la puerta se abrió y a Yoona saludando a Jungkook, luego se escuchaban besos.
Si, ellos se están besando y yo en este armario a punto de morir asfixiada
—Mi amor ¿Porque tardabas en abrir?
—Por que me estaba vistiendo
—Ay que lástima, porque justo en este momento quiero desvestirte
Ay no, que no hagan lo que estoy pensando
—Sabes que yo también quiero hacerlo pero no aquí.
—Pero si muchas veces lo hemos hecho aquí
¿Que? Ay no, Dios que ni se le ocurra a Jungkook
—Pero hoy haremos una excepción, vámonos
—Esta bien, vamos
Por fin. Gracias Dios, no quería quedar con un trauma.
Escuché la puerta cerrarse así que salí del armario ya me estaba quedando sin aire ahí dentr.
Acomodé mi cabello y cuando iba a salir la puerta se volvió a abrir dejando ver a Jungkook
—¿A dónde vas?—preguntó sin pasar de la entrada —Yoona aún está abajo.
—Agh—bufé sentándome en la cama pero luego recordé lo que había pasado ahí y me levanté de inmediato. Escuché como él reía.
—Aún no terminamos de hablar tú y yo así que cuando regrese quiero que hablemos
—Yo no tengo nada que hablar, ya te dije que no tomaré ese dinero
—Dije que si —habló firme—Así que no digas más
—Pero...
—Adiós—cerró la puerta de golpe y se fue.
Siempre me dejaba con ganas de decirle un monto de cosas pero él simplemente se iba
Maldito
Esperé unos minutos para salir y cuando lo hice ya ellos no estaban. Bajé a la sala y me quedé en sentada viendo un programa que pasaban en la tele.
Estaba aburrida, no tenía nada que hacer y era fin de semana, más aburrido no podía ser
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❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞
Fanfiction𝘚𝘶 𝘴𝘢𝘭𝘷𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘺 𝘴𝘶 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯. É𝘭 𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘮𝘣𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘢 ú𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥í𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘥𝘦 é𝘭.