//Jungkook//
Estábamos fuera de la casa y lejos de todo el bullicio de la fiesta. El chofer guardaba las maletas en el auto mientras Michell se despedía de su madre
—Jungkook—habló mi padre llevandome un poco apartado de su esposa —No quiero problemas
—Ya me has dicho eso muchas veces el mismo día. —dije en tono divertido—Ve al grano—me crucé de brazos esperando que me diera su monólogo de lo que no debía hacer.
—Jungkook, no soy tu enemigo deja de verme como tal
—A veces parece que si lo eres, pero no estamos hablando de eso—alcé mi ceja interrogante. Él dio un gran suspiro y empezó hablar.
—No molestes a Michell, ahora ella y tú son hermanastros así que debes comportarte
Me comportare muy bien con ella
—Claro, ahora es mi hermanita ¿no?—me burlé riendo irónico.
—Solo no te metas en problemas y no la molestes ¿si?
—Claro—dije dándole la espalda para ir hasta donde estaba Michell y su madre —Espero que les vaya muy bien —hice una reverencia y ella hizo lo mismo.
—Espero y cuides a Michell
—Claro que si—respondí dándole una sonrisa. Aunque ellos no supieran mis planes tras esa sonrisa.
—Bueno, de todos modos la nana quedará a cargo si pasa algo le dices a ella o me llamas a mi—habló su mamá. Michell sólo la veía y asentía con su cabeza.
—La nana tiene nuestros números cualquier cosa que pase nos llaman —mi padre tomó a su esposa de la mano—Nos vemos en una semana.
—Adiós —dije moviendo mi mano en el aire. Michell hacia lo mismo mientras veíamos como subían al auto.
En cuanto el auto desapareció en la oscuridad fui directo a Michell
—Ahora si, podremos hacer lo que querramos—hablé lo último en su oído, dejando pequeños besos por todo su cuello.
—Por hoy sólo quiero dormir—entrelazo sus brazos en mi cuello para luego dejar un beso en mis labios—¿Quieres dormir conmigo?
—¿Quién podría negarse a eso?—interrogué divertido. Ella sonrió y entrelazo su mano con la mía.
Era indescriptible las miles de cosas que sentía en estos momentos, con solo sostener su mano así mi mundo tomaba sentido, ella con solo tocarme provocaba en mi una sonrisa de oreja a oreja. Y aunque no sepamos que vendrá en el futuro estoy dispuesto a disfrutar de nuestro presente en cada momento
Entramos a la casa por la puerta principal ya que todos estaban en el jardín, seguro ellos se quedarían hasta la madrugada pero me daba igual, la única persona con la que quería estar estaba tomada de mi mano en estos momentos
—¿Iremos a mi habitación?—pregunté cuando empezamos a subir las escaleras.
—Si, abajo hay demasiado ruido —respondió sin detenerse.
Cuando llegamos a mi habitación soltó mi mano y cerró la puerta con llaves, yo solo observaba cada movimiento de ella
—Por cierto...— dijo sonriendo tiernamente. Sabía que iba a pedir algo —¿Me puedes prestar algo para dormir?
—¿Porque no duermes sin nada?—cuestioné con una sonrisa pervertida. Ella solo rio avergonzada.
—Jungkook, por favor —imploró haciendo un leve puchero.
—Dios, eres tan linda —dije apretando sus mejillas —Está bien, ven
Fuimos hasta mi armario y lo abrí de puerta en puerta dejando ver toda mi ropa, ropa que la mayoría era negra
—Escoge lo que quieras usar —dije haciéndome aún lado para dejarla sola frente a mi armario. Ella se quedó observando todo detenidamente.
—Me gusta la ropa negra —afirmó sonriendo.
—Si quieres puedes usarla toda —la abracé por la espalda hundiendo mi cara en su cuello.
—No, con esto basta —dijo tomando una camisa negra que obviamente le quedará enorme.
—¿Necesitas ayuda?—hablé viendo su vestido.
—Yo puedo —respondió bajando el cierre del vestido, luego quito sus tacones y deslizó el vestido por su cuerpo.
Yo solo la veía sin despegar mi vista de ella ni un segundo, aún no podía creer como podía ser tan hermosa.
—Listo—dijo estirando su cuerpo. Se lanzó sobre la cama y se metió bajo las sábanas.
—¡Hey! —llamé en tono indignado —¿No me vas esperar?
—No llores Jeon—habló viéndome tiernamente. Yo sólo me quedé viéndola como estúpido.
—¿Qué haré contigo?— bufé alborotando mi cabello con desesperación. Ella solo reía.
—Nada, solo ven a dormir ya
—Está bien —sonreí quitando la corbata y la demás ropa que me molestaba desde hace varios minutos.
Busqué entre mi ropa mi pijama y luego de ponermela me metí a la cama donde me esperaba Michell con una enorme sonrisa
—Descansa —dijo en voz baja acomodandose en mi pecho. Yo la rodé con mis brazos y besé su frente.
—Descansa mi amor —susurré sin recibir ninguna respuesta de ella. Al parecer si estaba muy cansada porque rápidamente se quedó dormida.
Quería dormir pero mis emociones en estos momentos estaban al mil, aún no podía creer que tenía entre mis brazos a la chica que tanto amaba, a la que extrañé por una semana, una larga semana para mi
Ahora sentía que no podía ser más feliz, el simple hecho de tenerla entre mis brazos, sentir su calor, su aroma, su respiración y sus cálidos brazos en mi piel era lo mejor para mi
Era extraño el como ella se había metido en mi vida así de esta manera, como alguien que llegó como cosa del destino ahora se convierte en mi más bonita historia.
Lo único que deseaba en estos momentos era que permanecieramos así para siempre, que sólo fuéramos ella y yo, que pudiéramos amarnos libremente sin temor a los demás. Tal vez no pueda detener el tiempo pero si puedo disfrutar el tiempo que me queda con ella, así que haré que sean los días más felices de su vida y cuando tenga que enfrentarme a los demás lo haré con todas mis fuerzas, lucharé por ella y no me alejaré como lo hice la primera vez, ahora todo será diferente. Nadie me alejara de ella tan fácilmente, ni siquiera nuestros padres.
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❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞
Fanfiction𝘚𝘶 𝘴𝘢𝘭𝘷𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘺 𝘴𝘶 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯. É𝘭 𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘮𝘣𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘢 ú𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥í𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘥𝘦 é𝘭.