//Jungkook//
Jamás me había tomado el tiempo de apreciar el cuerpo de una mujer al desnudo antes de tener sexo con ella, pero con Michell era diferente; está chica bajo mi cuerpo que me ve con una sonrisa tan pura hace que mi corazón se acelere como jamás lo hizo
Esta pequeña personita bajo mi gran cuerpo me hace perder la cabeza, me hace querer besarla y jamás detenerme, si después de esto llegará a morir no me importaría, porque moriría feliz.
Hoy más que nunca recordaré este momento como algo tan valioso, que ella decida entregarse a mi por primera vez es algo que jamás hubiera valorado pero si se trata de ella valoro cada suspiro
—Jungkook...—llamó haciendo que me detuviera. Si lo que ella queria era que parará lo iba hacer, no haría algo que ella no quisiera.
—¿Pasa algo? Si quieres dejamos esto así
—No—dijo negando con su cabeza. Podía notarse el nerviosismo en sus palabras y en como trataba de respirar con rapidez.
—Tranquila, dime lo que sea—sonreí dando un beso en su frente.
—Te amo—soltó con una gran sonrisa. Mi corazón parecía que quería salirse de mi pecho al escuchar lo tierno y hermosa que se veía diciendo eso, sus mejillas estaban completamente rojas y no dejaba de verme fijamente.
—No sabes cuanto esperé por escuchar eso de tu boca—besé suavemente sus labios —Te amo más—susurré en su oído mordiendo el lóbulo de este. Ella se movió bajo mi cuerpo ocultando su cara en mi cuello.
—¿Estas nerviosa?—pregunté viéndola. Ella solo dio un gran suspiro y entrelazo sus piernas en mi cintura.
—Si, pero creo que él alcohol me está ayudando
—¿Porque eres tan linda?—reí haciendo a un lado el cabello que caía en su frente —¿Sigo?
—No preguntés —dijo besándome.
Ahora que ella me había dado el permiso no iba a detenerme por nada del mundo, ahora sabía que ella al igual que yo también lo quería
Metí mis manos debajo de su espalda para desprender su sostén, ella no paró de besarme y dejó que me encargara de todo.
Cuando quité su sostén me alejé para observarla detenidamente, quería guardar cada parte de su cuerpo en mi memoria como si fuera una obra de arte, al menos para mi lo era.
Empecé a besar su cuello hasta bajar a sus pechos donde igual besé provocando que ella dejará salir algunos jadeos. Bajé hasta su braga, de inmediato ella se tensó y sus mejillas ardieron. Sabía que estaba avergonzada ya que jamás había hecho algo así.
—Tranquila —dije subiendo a su boca haciendo que mi intimidad chocara con la suya. Ella trato de contener un gemido pero fue muy tarde, yo ya lo había notado —Solo déjate llevar —susurré cerca de sus labios. Ella relajó su cuerpo y empezó a acariciar mi espalda mientras me besaba apasionadamente.
Después de besos y caricias, era demás decir que ambos estábamos completamente excitados y necesitábamos sentirnos el uno al otro
La vi unos segundos a los ojos y ella asintió con su cabeza dándome permiso para hacer lo que tenía en mente. Sonreí maliciosamente y bajé hasta su braga donde la tomé y deslicé por sus piernas dejandola a mi merced.
Besé sus piernas de abajo hacia arriba dejando marcas en estas hasta que llegue a su intimidad. Puse mi mano en ella y empecé a masajear su zona intimida mientras sus gemidos eran ahogados con mis besos.
Ella mordia mi labio suavemente tratando de contener los gemidos pero era imposible. Su respiración era agitada y apretaba las sábanas con fuerzas. Yo sólo sonreía orgulloso al ver que podía hacerla gemir con solo mis dedos
Mi erección bajo mis pantalones dolía y lo único que pedía era ser liberada. Quité mi mano de su intimidad y la llevé al cierre de mi pantalón al que quité rápidamente junto con mi boxer dejando mi miembro libre.
Me dio mucha ternura ver como Michell tragaba duro al verme así, era tan linda e inocente que me daba miedo hacerle daño
—Prometo hacerlo lo más suave posible—susurré acercándome a su boca.
Ella asintió y yo empecé a rozar suavemente mi miembro con su entrada, más de un gemido se escapó de la boca de ella provocando que mi éxtasis aumentará aún más
Cuando pensé que ella estaba lista introduje el condón en mi miembro y entré en ella lentamente. Cuando se quejó por lo bajo me detuve.
—¿Estas bien? No quiero hacerte daño —dije ocultando mi cara en su cuello.
—Estoy bien, sigue —dijo tomando aire.
Antes de seguir entrando en ella la besé, quería que al menos disfrutará mientras el dolor disminuye un poco. Cuando mi miembro entró por completo ella se quejó de dolor.
—Cuando estés lista me decís ¿si?—hablé mientras limpiaba sus mejillas suavemente. Y continúe besandola.
Pasamos unos segundos así hasta que empecé a moverme lentamente para que ella se acostumbrara, en minutos su cara de dolor se transformó en una completamente extasiada
Aumente más y más mis embestidas, la habitación empezó a llenarse de nuestros gemidos, y agradecía que abajo estuviera la música a todo volumen así nadie podía escucharnos
Las uñas de Michell se clavaban en mi espalda como si quisiera arrancarme la piel pero en estos momentos eso me parecía algo tan excitante.
Mis movimientos aumentaban cada vez más al igual que nuestros gemidos, era tan excitante escucharla gemir mi nombre mientras sonreía por mis movimientos
Después de varios minutos sentí como mi líquido blanco salía de mi y al instante ella también se corrió quedando exhausta en la cama. Saqué mi miembro lentamente y luego voté el condón para acostarme junto a ella.
Ambos veíamos hacia el techo tratando de recuperar el aliento. Gire mi cabeza para ver a la hermosa chica junto a mi, ella se dio cuenta que la observaba y también se giró a verme
—¿Te sientes bien?—pregunté con temor a su respuesta. No sabía como iba a reaccionar después de caer en cuenta de lo que acababa de pasar.
—Fue increíble —dijo ocultando su cara en mi pecho. Una estúpida sonrisa se apoderó de mi y rápidamente la abracé fuerte.
—Lo siento, no quise hacerte daño
—¿Daño?— preguntó viéndome a los ojos —Yo sabía que iba a doler pero sólo fue un poco, lo demás fue maravilloso —otra vez sus mejillas estaban rojas y volvió a cubrir su cara.
—Eres tan linda —besé su frente apretandola más a mi cuerpo—Te amo
—Te amo más —sus pequeños brazos rodearon mi cintura y su cabeza reposaba en mi pecho.
Me quedé con ella abrazado mientras los minutos pasaban, todos abajo en su mundo mientras yo abrazaba a mi pequeño mundo
Ojala y les guste ❤❤❤❤
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❝𝘽𝙚𝙨𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙚❞
Fanfiction𝘚𝘶 𝘴𝘢𝘭𝘷𝘢𝘤𝘪ó𝘯 𝘺 𝘴𝘶 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯. É𝘭 𝘦𝘳𝘢 𝘢𝘮𝘣𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘢. 𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘢 ú𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥í𝘢 𝘴𝘢𝘤𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘥𝘦 é𝘭.